John Müller (Publicado en El Mundo – Reggio´s, aquí)
AJUSTE DE CUENTAS
El gobernador del Banco de España compareció ayer en la comisión de Presupuestos del Congreso y esgrimió un dato que resulta increíble: mientras decenas de miles de personas perdían sus empleos, los costes laborales en nuestro país crecían a tasas muy elevadas y en el segundo trimestre de este año los salarios aumentaron un 4,6% según la Contabilidad Nacional.
La mente trabaja por su cuenta y lo primero que pensé es que en los costes laborales también se incluyen las indemnizaciones por despidos, pero el dato del coste salarial que citó Fernández Ordóñez no las refleja, sólo considera remuneraciones y salarios. Y para más inri, según la encuesta de costes laborales del INE, los salarios crecían el segundo trimestre de 2009 sobre todo impulsados por el sector de la construcción.
¡Cómo puede un dato chirriar tanto con la realidad que uno cree percibir, sobre todo cuando hemos visto tantas reducciones salariales o despidos en nuestro propio entorno! Pues ahí está el dato, chirriante, increíble, insolidario y perfectamente blindado por la alianza trabada entre Cándido Méndez, Fernández Toxo y Zapatero.
Fernández Ordóñez utilizó esta cifra para justificar «la persistencia de serias ineficacias en el comportamiento de nuestro mercado laboral» y dejó caer, como ha hecho otras veces para irritación de Gobierno y sindicatos, que esta es una de las reformas estructurales que hay que abordar con urgencia.
El gobernador estructuró muy bien su réplica -no tanto su discurso- en torno a la lacra del paro y cómo este teje una relación íntima con el déficit público que deviene en un círculo vicioso de la economía del cual es muy difícil salir sin echarle valor. «Pocos me han seguido en lo de las reformas estructurales», reprochó con suavidad Fernández Ordóñez a los portavoces de Economía de PP, CiU, IU-ICV y PSOE. Y soltó: «Nos estamos gastando el 50% más que lo que ingresamos. No hay quien lo resista… El déficit es de tal cantidad que estoy de acuerdo con tocar todas las teclas (impuestos incluidos)… pero todas las estrategias de contención del déficit deben hacerse por el control de los gastos».
El gobernador insistió en que hay que acometer reformas estructurales. «Hemos llegado a 30.000 millones de euros de factura del pago por desempleo… Podemos quitar dos ministerios y nos hemos ahorrado 4.000 millones. ¡Nada!».
Tres años de paro a estos niveles supone consumir los ingresos fiscales de todo un ejercicio. Es imprescindible reactivar el mercado laboral cueste lo que cueste para reducir la factura del paro y aumentar la base recaudatoria. Y el Diálogo Social ya no puede ser excusa para un Gobierno que conoce perfectamente dónde están las ineficiencias. En nuestros mejores tiempos, el desempleo nunca bajó del 8%. Ahora se proyecta hacia el 20% y echa más leña al fuego del déficit. Cuanto más tiempo se deje transcurrir, más tiempo se perderá para evitar que el déficit público comience a lastrar la creación de empleo que es lo que acabará ocurriendo de aquí a dos años.
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