D. Gracia (Publicado en Expansión.com, aquí)
Las aguas internacionales fluyen revueltas hacia España una vez más. La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico leyó ayer la cartilla de reformas incumplidas al Gobierno.
La reprimenda de la OCDE reincide en los mismos asuntos para los que, después de casi dos años de recesión, no se ha buscado un cambio. Entre otros, la rigidez del mercado laboral, el fracaso del sistema educativo, el futuro de las pensiones y las barreras de entrada en los mercados de servicios.
La OCDE no ha descubierto ahora la parálisis de reformas. El problema es el punto de partida. La recesión ha forzado a la economía nacional a desandar parte del camino. De hecho, tan sólo Irlanda ha sufrido una destrucción de riqueza más fuerte: su crecimiento potencial ha caído 11,8 puntos y el de España 10,6, frente al 3,9 puntos de media en el club de los países más industrializados del mundo. Por si fuera poco, la convergencia de la renta de los españoles (PIB per cápita) con la del resto de la OCDE apenas avanza desde 2003, señala el informe presentado ayer.
Las miserias de la economía española afloran de golpe tras una década de laureles. Pero la agenda de tareas propuesta por la OCDE para recuperar el camino es contundente. En primer lugar, “el mercado laboral necesita ser ajustado claramente”, asegura su economista jefe, Carlo Padoan, a pesar de haber destruido ya 1,5 millones de empleo desde 2008.
La OCDE insiste en romper la dualidad que existe entre la contratación fija y temporal y cambiar el sistema de la negociación salarial. En primer lugar, para que los sueldos no se actualicen con la inflación sino con objetivos reales de productividad; y, en segundo lugar, para que las condiciones de la negociación colectiva no sean tan rígidas para las empresas.
Soltar lastre
La segunda receta a corto plazo va dirigida a dar salida el gran stock de viviendas (más de un millón) sin vender. La OCDE apuesta por el alquiler y, para ello, propone al Gobierno acelerar los procesos para resolver conflictos entre inquilinos y propietarios; eliminar los subsidios para la adquisición de vivienda; e impulsar un parque de viviendas sociales en alquiler, al estilo de algunos países europeos, que favorezca el acceso de los más jóvenes.
Por último, como medidas con un alcance a largo plazo, la OCDE recomienda a España reformular su sistema educativo para acabar con los pobres resultados que presenta frente al resto de países. Así como un debate serio sobre el sistema de pensiones que asegure su pervivencia futura.
La asfixia financiera
El juego entre déficit y deuda pública amenaza con estrangular algunas economías del euro. La OCDE urgió ayer a atacar de forma contundente este desequilibrio “insostenible”.
Entre las medidas planteadas por el Gobierno español para acomodar su déficit público (del 11,4% del PIB) a los objetivos de Bruselas (3% en 2013) figura la polémica subida del IVA. Carlo Padoan opinó ayer que cualquier incremento de los impuestos sobre el consumo es “menos dañino” para el crecimiento económico que aumentar la presión sobre las empresas. No obstante, sólo Hungría, Islandia, Irlanda, Polonia y España se han decantado por castigar fiscalmente el consumo con un aumento del IVA, según datos de la OCDE.
Claves
1. La destrucción de empleo y el cambio de tendencia en la llegada de trabajadores extranjeros constituyen, según la OCDE, el elemento que más ha contribuido a reducir el crecimiento potencial de la economía española. En concreto, 8,4 puntos del PIB.
2. “El perfil de la deuda parece insostenible” en muchos países de la zona del euro, advirtió ayer Carlo Padoan. Por eso, les exige poner en marcha “inmediatamente” medidas de ajuste para recortar el gasto público y equilibrar las cuentas del Estado.
3. La OCDE ha tenido una especial cruzada contra la legislación española de comercio. Sobre todo, en torno a las barreras autónomas a las grandes superficies. En esta ocasión, reconoce los esfuerzos realizados gracias a la Directiva de Servicios.