Gutiérrez pide más información y marca distancias en el Grupo Socialista, como IS
G. SANZ / M. PORTILLA / (Publicado en ABC, aquí)
El ex secretario general de CC.OO. Antonio Gutierrez pidió ayer la palabra en la reunión a puerta cerrada del Grupo Socialista para hacer un «ejercicio de coherencia con su biografía», según lo definieron a ABC varios diputados, y evidenciar que algo tiene que decir ante una reforma laboral a la cual se opone su sindicato.
Gutierrez no criticó directamente el fondo de la reforma, como sí hizo el parlamentario de Izquierda Socialista Manuel de la Rocha, pero pidió que el Gobierno dé más «información» al grupo parlamentario; que no sea un asunto de la dirección del grupo con el resto de grupos parlamentarios para buscar apoyos. Le contestó el secretario general, Eduardo Madina, por ausencia del portavoz, Antonio Alonso, —estaba a esa hora negociando apoyo de los grupos a la reforma— para decirle que el grupo estará informado «igual que ocurre con todas las leyes que se tramitan». Alonso encabezará el grupo de trabajo y tendrá tres ponentes, uno de ellos Jesús Membrado, portavoz del grupo en la Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso.
A Membrado le tocó ayer defender la reforma de las críticas que hizo De la Rocha, con amplios vínculos con UGT. El diputado de Izquierda Socialista dijo que no cree que sirva finalmente para crear más empleo y sí puede generar más precarización laboral, según varios de los presentes. Membrado y la diputada del PSC Isabel López i Chamosa le replicaron que al Gobierno no le ha quedado más remedio que legislar después de dos años de diálogo social que no ha dado sus frutos.
Lo más duro
De la Rocha también censuró que el Ejecutivo esté dando la sensación de que los aspectos más duros de la reforma los deja para la tramitación del texto como proyecto de ley. Una opinión que la dirección del PSOE niega pero que, en privado, comparten otros diputados socialistas, temerosos de que el enfrentamiento con UGT y CC.OO. vaya a más. Para que eso no ocurra, ayer, el ministro de Fomento, José Blanco, se referenció a la convocatoria de una huelga general el 29 de septiembre, para poner de relieve que el Gobierno tiene el máximo respeto por los sindicatos, pero recordó que España está viviendo unos momentos de gran dificultad.
«Empleo estable»
El Ejecutivo, explicó, toma las decisiones que cree que son las mejores para la mayoría, para el futuro del empleo y para gran parte de los trabajadores. En ese sentido insistió en que le gustaría «que la respuesta a la reforma fuera proporcionada, porque lo que estamos haciendo es para conseguir un mercado laboral más flexible y para tener más empleo estable al tiempo que hay que acabar con tanto empleo precario».
Durante su intervención en un curso de la Universidad Menéndez Pelayo, en Santander, Blanco dijo que el país necesita una reforma del mercado de trabajo con urgencia, porque el principal problema de España es la falta de creación de puestos de trabajo, y los que tienen un empleo precario deben conseguir uno estable.