(Publicado en Comunidad UEM, aquí)
Hoy es un día complicado. Se me agolpan los posts y me superan las intenciones de escribir de todas las pequeñas cosas que van sucediendo a este lado de la vida. Hoy es un día complicado porque quería seguir escribiendo de Ibiza, y también de la escena final de "Los 400 golpes", de la música de Eleni Karaindrou o del último número de "Trama & Fondo" que acaba de ser depositado en mi buzón. Quería hablar de un millón de cosas, pero al final he optado por el post más difícil, el que no quería escribir, el que quería sortear a toda costa.
Pero vamos a por ello.
De un tiempo a esta parte -será la edad, el otoño, la nicotina-, vengo sintiendo una necesidad cada vez más acuciante de posicionarme de manera un poco más clara políticamente en mis escritos. Aunque eso suponga hacerme algunos enemigos, perder algunas oportunidades para pedantear y congresear, escapar de ciertas poses de resistencia y ganarme el consabido "Tú antes molabas". Uno va intentando zafarse de la política hasta que la política estalla en pedazos delante de tu cara y pierdes la paciencia.
Esta mañana me han despertado de la cama, una vez más, los aullidos y las amenazas de los descerebrados. Resulta que ayer los cachorros/SS de un sector radical de esos auto-llamado "libertario" se dieron cita para insultar y abuchear a Rosa Díez en la Complutense. Vestidos de Checa de domingo y con sus mejores galas perroflautiles se montaron la fiesta de la amenaza, anunciado el Gulag que nos llega frotándose las manos y proponiendo una tormenta de cadáveres que ensuciarán todavía más el vuelo del ángel de Benjamin. Pobre Universidad, pobre universo.
Hace poco me refería al intento de linchamiento de los representates del pueblo judío bajo los auspicios de la misma "política tolerante" que tanto gusta a este lado de Europa. Pobre Universidad, que querías ser faro de conocimiento y te han pintado unos labios rojos revolucionarios de casquivana intolerante y homicida. Pobre Universidad, y pobres de nosotros los que creémos todavía en tí, Universidad que agonizas, Universidad que no quieres saber nada de la libertad de expresión, Universidad que cobijas en tu seno conductas criminales mientras condenas a ciertas de tus luminarias a un exilio personal en sus despachos por no pasar por el aro. Universidad, que yo siempre escribo con mayúscula porque una vez, hace ya varios años, acababa de matricularme en Periodismo y me paseaba por el Campus con un ejemplar de "La náusea" que había sacado de la Biblioteca, y entonces comprendí la felicidad y comprendí que ese era mi mundo, y que nada podría apartarme ya jamás de la actividad docente e investigadora.
Me confieso -comienza la tormenta- simpatizante de UPyD. Me confieso asqueado ante un sistema político de un nivel nauseabundo en el que las ministras/minúsculas llevan pulseras Power Balance, se aprueban leyes injustas en nombre de una igualdad de género que nada sabe de la filosofía de la diferencia, los niños de polo se pelean por un puesto de Vecino Vocal, la gente se denomina "liberal" o "socialista" sin haberse leído ni una puñetera línea de Adam Smith o de Karl Marx. Me confieso profundamente herido de España, herido en España y en la Universidad española, me confieso sorprendido de que nadie en la política española cite a Susan Sontag, a Slavoj Zizek o a Dostoievsky. Probablemente no tengan tiempo para leer porque estén muy ocupados echándose la siesta o pirándose a cenar con la peña de la CEOE o de los sindicatos, ponme unas cigalitas niño. Ponme unas cigalitas y qué hay de lo mío.
Lo siento por Rosa Díez. Lo siento por la gente que curra en UPyD, y desde aquí les mando mi abrazo y mi agradecimiento. Lo siento por la Universidad, tan postmoderna que a veces olvida su compromiso con otros valores que no son el económico. Lo siento por mí mismo, que no me he podido quedar calladito en una esquina de la habitación. Lo siento por los hijos que me gustaría tener, y por la mujer que amo, y lo siento por el cine español y el pensamiento español.
Lo siento, pero hoy decido comenzar una nueva etapa en el blog fruto de tanto cansancio y tanto asco. Si miran las categorías, verán que se ha incorporado una nueva: "Apuntes políticos". Como diría Valmont en "Las amistades peligrosas": "No puedo evitarlo".