En ocasiones, el afán de citar estadísticas para darle fuerza a unos argumentos puede hacer que los políticos caigan en el más completo y denigrante de los ridículos. Es evidente que el señor Rodríguez Zapatero, en la última sesión de control al Gobierno, consiguió pasar bastante desapercibido; lo que, no hay duda alguna, ha sido uno de los primeros objetivos que se propuso ZP cuando decidió designar o se lo impusieron, váyanlo ustedes a saber, al señor Pérez Rubalcaba para el puesto de portavoz del Gobierno en el Parlamento. Mucho nos tememos que, el PP, cayera en la trampa, a la vista de las andanadas de críticas con las que obsequiaron al nuevo portavoz del gobierno del PSOE; pero es cierto que tampoco se les puede reprochar demasiado, cuando se sabe que, el señor ministro de Interior, siempre se ha mostrado tan esquivo, escurridizo y renuente a dar información sobre las actividades de su departamento, en especial, de esta parte de la “policía”, no toda por supuesto, ni la mejor, pero que, sin embargo, hace una labor bien compensada en el aspecto retributivo y en honores , a favor de la “privilegiada” información que se le facilita al señor ministro, respecto aquellos “pecadillos” de los que forman parte de la dirección del PP o de sus ediles en los diversos ayuntamientos. No obstante, vean ustedes como duerme el sueño de los justos aquella explicación que se le viene pidiendo al señor P.Rubalcaba, relacionada con aquel impactante y preocupante caso del chivatazo a los miembros de ETA, que les permitió esquivar a la policía que estaba a punto de sorprenderlos en su guarida. Este caso se conoce como el del “Faisán” y, a diferencia de lo que ocurre con los imputados del PP, parece que no consigue despegar de su ostracismo.
Pese a que habló poco, el señor Zapatero todavía tuvo ocasión de demostrar su divorcio con la realidad del país, cuando, respondiendo a una interpelación del señor Rajoy sobre el empobrecimiento de España, se lanzó como un basilisco contra el líder del PP, argumentando que la “pobreza relativa” (vayan ustedes a saber lo que querría decir), de nuestro país, en tiempos del PP, subió tres puntos y, por el contrario, en el 2009, en plena crisis, sólo creció un 0’97%. Creo que fue Mark Twain quien dijo aquello de “hay tres clases de mentiras: la mentira, la maldita mentira y… las estadísticas”. Lo que ocurre es que de la impresión de que, esta nueva estrategia del PSOE, que ha aparecido después de la remodelación del ejecutivo, se va a centrar en hacer aparecer a nuestra nación como si fuera un país en plena recuperación, donde hubiera trabajo para todos y donde se ataran a los perros con ristras de longanizas porque, la misma señora Pajín, esta, cuyo nombramiento para el ministerio de Sanidad, ha provocado general preocupación, consternación y alarma, parece que continúa ajena a la realidad del país y, por ello, cuando fue preguntada por la diputada del PP, señora Navarro, por la situación de la “familia” en España, no tuvo ningún inconveniente (pensando, seguramente, que todavía ejercía su anterior oficio en el PSOE) en pontificar, sin el menor pudor, “que las familias españolas están en mejores condiciones que en el 2004” ( refiriéndose a la etapa del señor Aznar, de quien, seguramente, ustedes recordarán que fue quien sacó a España del marasmo político y económico en el que la había dejado su antecesor, el señor González) añadiendo, como colofón al anterior aserto, otra “perla” que no tiene desperdicio al reprochara al PP que no hubiera colaborado en lo que, a juicio de la señor ministra, ha sido la “mejor política social: el empleo”. Ya ven ustedes, cualquiera hubiera pensado que la mejor política social de empleo la llevó a cabo el gobierno del señor Aznar, que impulsó la economía a cotas inimaginables en los años anteriores, recuperó a 5 millones de trabajadores de las filas del desempleo y mantuvo las pensiones, dotándolas de un fondo especial de reserva para garantizar, ante cualquier eventualidad, que se siguieran pagando (ahora, este fondo ha sido invertido en deuda pública española, a instancias de un Gobierno que no sabe cómo ha de salir del atolladero económico y del déficit público que lo viene oprimiendo, cada vez más).
Pero la capacidad de mentir de los miembros de este Gobierno no tiene límite y su descaro, proclamando a mansalva las más peregrinas y descabelladas hipótesis referentes a lo que ellos desearían que hubieran sido los resultados de su desvariada y absurda política, ante la crisis por la que hemos atravesado y seguimos soportando; no tienen otra explicación que su inconmensurable apego al poder, su sectarismo ideológico y su gran egocentrismo, que les impide ver con nitidez lo que todos los españoles estamos ya cansados de soportar o, lo que sería más grave, intentando aposta crear en los españoles una falsa idea de la situación en la que se encuentra nuestro país. Que la señora Pajín nos hable de que el PP no quiere reconocer las “conquistas sociales” y de que las familias y los mayores de 65 años “están en mejores condiciones que en el 2004” nada más se puede entender desde la óptica de que, esta “niña mimada”– que cobra un sueldo fabuloso, inmerecido por supuesto, y que se ha ocupado de que su familia ocupe puestos de responsabilidad y bien retribuidos del PSOE –, está tan bien alimentada, dispone de tanto dinero para gastar y goza de tal bienestar, que no se ha querido asomar a la calle o darse un paseo por el INEM para cerciorarse por si misma de que su política social, esta que tanto proclama y enaltece, es la que ha llevado a España a tener más de cuatro millones y medio de parados; que ha obligado a congelar las pensiones a los jubilados, reducir los sueldos a los funcionarios y que, Cáritas ( la ONG de la Iglesia Católica), haya tenido que dar cobijo y alimentar en sus comedores, durante el 2009, al doble de personas con necesidades básicas que en los dos años anteriores o sea, la impresionante cifra de casi. 800.000 pobres.
Todos ellos personas a las que se puede aplicar el calificativo de “pobres vergonzantes” o nuevos pobres que, al no poder atender sus alquileres, hipotecas u otros compromisos, se han visto obligadas a acudir al socorro que les ha ofrecido Cáritas. El hecho es que, en el 2009, atendieron en España a 1’5 millones de personas y, todo ello ha sido posible no por las ayudas estatales, sino por las contribuciones, pequeñas aportaciones de particulares. Lo verdaderamente preocupante es que, en lugar de lo que quiere dar a entender, con sus frívolas declaraciones, la señora Pajín, las previsiones que hace el señor Mora, el secretario general de la ONG, denuncian que: el constante incremento de los que solicitan ayuda hace que se sientan desbordados y que, de seguir por estos derroteros, es posible que la entidad quede colapsada. ¿Observan ustedes algún paralelismo entre estas noticias y las optimistas declaraciones de la señora Pajín? Supongo que nuestra neófita ministra, acostumbrada a bregar con sus compañeros de partido, a hablarles de encuentros “intergalácticos” y de tener una audiencia de adictos que la escuchan sin piar; no se habrá percatado de que, en su nuevo cargo, cuando dice algo, se pasa de rosca y mete la pata, la están escuchando muchas personas a las que no se les puede engañar con tanta facilidad, que saben discurrir y atar cabos sin necesidad de que, una indocumentada de la feligresía del PSOE, les venga a contar historias chinas sobre la situación de las familias españolas en España, esta que está ingresada en la UCI por la UE, aguardando que se produzca el milagro de que caiga del Cielo el maná de la recuperación. Limítese la ministra a sus tareas, preocúpese de que las esperas para operarse sean más cortas; aprenda a distinguir lo que es una gripe “A” de un catarro y rece para que su gestión no provoque alguna que otra epidemia entre los funcionarios médicos de la Seguridad Social. ¡No les bajen más sus sueldos y cuídelos que, si otros sobran, ellos no! ¡Jueguecitos con la salud del pueblo, no!
Miguel Massanet Bosch