En las circunstancias en las que se encuentran algunos países de Europa y cuando nuestra vecina Portugal está en el filo de la navaja, balanceándose entre la necesidad de solicitar un rescate para evitar la quiebra o la posibilidad de continuar aguantando por sus propios medios; puede resultar muy revelador que el señor Rodríguez Zapatero se constituya en el defensor de su fortaleza económica con manifestaciones como “Portugal tiene fortaleza y va a aguantar”, justificando su tajante afirmación manifestando su opinión de que: “el Ejecutivo luso está haciendo las reformas y corrigiendo el déficit”. Y hablamos de que, esta posición, puede ser muy reveladora si tenemos en cuenta que, los problemas que complican, como en mayo pasado, la colocación de nuestra deuda pública entre los inversores extranjeros, es posible que hoy se hayan convertido en una misión imposible, al situarnos a más de 270 puntos básicos de bono alemán En Portugal ya han sobrepasado los 700 puntos básicos y nadie sabe cómo van a transcurrir las próximas colocaciones de su deuda, si se diera el caso de que, el BCE , dejara de comprar su deuda basura. ZP sabe, positivamente, que, contrariamente a sus augurios, es muy posible, como parece que ya ha admitido el Banco de Portugal, que tenga que acabar por acudir al rescate que, al parecer, le han recomendado Alemania y Francia, antes de que la situación se agrave más y arrastre tras de sí a los países que le siguen, con problemas con su deuda.
España resulta ser uno de los países que tiene más deuda portuguesa, de hecho se calcula que asciende a unos 77.000 millones de euros; lo que explica el interés de ZP en intentar darle una mano al señor Sócrates, el presidente portugués; puesto que sabe perfectamente que la caída de Portugal en quiebra soberana se convertiría, automáticamente, en un desastre para España, precipitando la desconfianza en nuestra propia deuda. El peligro de que Portugal deba solicitar su rescate, antes de que su economía se hunda inexorablemente, ha hecho que el Financial Times ya haya avisado a España de la conveniencia de que intente conseguir, del FMI, un crédito preventivo para intentar paliar los efectos dañinos que, tal posibilidad, causaría en la colocación de nuestra propia deuda, pública y privada. Lo malo es que ZP no deja de dar coces contra el aguijón y sigue en su empeño, empeño obsesivo, de presentarse como el paladín de la futura salvación de nuestra economía, sin renunciar a potenciarse como defensor de los derechos sociales como cuando afirma que “ha mantenido su ideología”.
Inexplicablemente habla de “cohesión social” y, la verdad, no sabemos lo que entenderá, nuestro Presidente, por esta expresión si nos referimos a lo que en sociología se entiende por ello, o sea, “el grado de consenso de los miembros de un grupo social o la percepción de pertenencia a un proyecto o situación común”. Es posible que ZP, en su jaula de cristal, no conozca lo que se piensa en la calle sobre la actuación de su Gobierno e, incluso, podríamos pensar que no se le muestran las encuestas del CIS sobre lo que piensan los españoles de la situación del país y que hay más del 50% de la población que está pidiendo, urgentemente, que se celebren elecciones generales. Podríamos consultar a los 4.5 millones de parados si se sienten muy identificados con el proyecto socialista que ha estado empobreciendo a España, desde que ZP y sus acólitos subieron al poder. Sí señores, Zapatero “presume” de los grandes avances que ha conseguido “en nuestro estado del bienestar” ¿Qué entenderá por Estado de bienestar?
Lo que sucede es que, estando España en el siguiente lugar, detrás de Portugal, en cuanto al peligro de que necesitemos ser rescatados (hasta el punto de que, el Saxo Bank, ha apuntado que, en el próximo mes de mayo, cuando llegue la primera etapa de la refinanciación de la deuda, será cuando se sepa si España podrá aguantar o no). Y, en estas, reaparece el espíritu “optimista” de ZP, que parece que cuando se reúne con la flor y nata de los capitalistas españoles, entre ellos el señor Botín (con el que parece que hace muy buenas migas), le entra el subidón de confianza en sí mismo. No debiéramos de extrañarnos ya que, al parecer, se encuentra más cómodo con la banca y los grandes financieros que con aquellos con los que se comprometió a aumentar el empleo, mejorar las prestaciones sociales y a erradicar la pobreza. Pues ¡se ha lucido! En efecto, ya se están oyendo, como cada principio de año, las habituales promesas, las conocidas fanfarronadas, las “grandezas” y los grandes planes que tiene en mente ZP para solucionar, de un plumazo, los problemas de España. Lo que sucede es que “tantas veces ha ido el cántaro a la fuente…”, que ya no queda un ciudadanos con un dedo de entendimiento que le haga caso y, diga lo que diga, la gente se encoge de hombros y masculla: “lo de siempre, cosas de políticos, de esa no hay nadie que nos saque”
Les aseguro que, oír a nuestro Presidente hablar de un crecimiento anual, del 2011 al 2015, de un 2% o un 2’5%, eso sí “con esfuerzos adicionales”, es como escuchar a las pitonisas adivinando el porvenir mirando las entrañas de los animales. Porque, ¿quién va a hacer esfuerzos adicionales, él o sus ministros?, ¿van a reducirse sus sueldos a la mitad?, ¿van a mandar a la calle a todos los enchufados de su partido, para reducir el gasto de personal?, ¿van a cerrar las empresas públicas que no sirven para nada?, ¿van a reducir, drásticamente, los gastos de la autonomías? O es que, el esfuerzo, lo van a tener que hacer íntegramente los ciudadanos de a pie como, por cierto, ya viene ocurriendo desde el inicio de la recesión. Resulta insultante que se hayan empleados miles de millones de euros en salvar a los bancos, en arreglar los desmanes de las cajas de ahorro, en apalancar a entidades de crédito, a las que se las debiera de haber dejado que se hundieran y, por otra parte indignar a los españoles, manteniendo en sus puestos a la mayoría de sus dirigentes, los causantes de que se otorgaran las sub. prime españolas, cobrando astronómicos emolumentos, como si nada hubiera pasado. Y los que se han ido lo han hecho con indemnizaciones de escándalo, capaces de hacer enrojecer de vergüenza a cualquiera si es que, estos señores, la conocieran.
¿Ustedes pueden creer que nuestro ZP ha cambiado un ápice? No, señores, él sigue en sus trece y, como tantas veces lo ha venido asegurando, desde que la crisis hizo acto de presencia en España, ha vuelto a afirmar que: “España ya ha salido de la recesión y se ha sumado al proceso de recuperación mundial”. No resulta gracioso, más bien da pena y, si bien lo miramos, se trata de una ofensa a la inteligencia de la ciudadanía y una falta de respeto para los 4’5 millones de parados, que tendrían motivo para soliviantarse si los Sindicatos, vendidos al Gobierno, no procuraran contener sus justas demandas de justicia y se dedicaran a gozar de las subvenciones que, con tanta largueza, reciben a cargo de nuestros impuestos. Lo que no entiendo es que, si ya salimos de la crisis, continúen las empresas haciendo concurso de acreedores, quebrando y ERES para sacarse al personal sobrante de encima. Será un curiosa forma de recuperarse, porque sin parecernos en nada a Alemania o Francia y estando a la cola de Europa, endeudados hasta la coronilla y pagando unos intereses insostenibles; la producción sigue colapsada, la productividad bajo mínimos y las empresas siguen sin conseguir créditos de los bancos, solamente lo logran los “amiguetes” de los socialistas que, esto sí, siguen gozando de sus prebendas, presumiendo de “progres” y demócratas de pro. Y es que, como decía Terencio: “Una mentira abre el camino a la otra”. Pues sí.
Miguel Massanet Bosch