(Publicado en Expansión-Reggio´s, aquí)
ahora mismo
La Comunidad de Madrid es el auténtico motor económico de España, la economía más dinámica y ágil y también la mayor economía por volumen de PIB, tal como ya afirmó Funcas en 2009, pese a que tiene menor extensión y población que Cataluña. Primer puesto por volumen de PIB que refrendan los datos de crecimiento económico de 2010. Así, el pasado año, la comunidad creció un 0,7%, mientras que la economía nacional caía un 0,1% y Cataluña descendía un 0,2%. Y dicho crecimiento habría sido de un 1% si el Gobierno de la Nación no hubiese subido el IVA, que tanto ha perjudicado al comercio, al turismo y al consumo.
Este incremento, cimentado sobre quince meses consecutivos de crecimiento económico positivo, con un último trimestre en el que crecimos interanualmente un 1,4%, casi el triple que España, es impulsado por el sector servicios, el consumo y la inversión. Los servicios y el consumo en Madrid tienen un crecimiento que triplica al nacional, mientras que la inversión crece en nuestra comunidad mientras cae casi un 8% en España.
Empleo neto
Este crecimiento de la economía madrileña hace que ya uno de cada cinco euros del PIB español se genere en la comunidad. Hace que Madrid lidere el crecimiento del PIB y del PIB per cápita, que se incrementa un 4,5% en Madrid mientras se estanca en el conjunto nacional. Impide también, gracias a la evolución positiva de la economía madrileña, que España caiga 2 décimas más. Y logra, como dato especialmente positivo, que en la Comunidad de Madrid se genere empleo neto en todo 2010, mientras, desgraciadamente, se destruyen 237.800 puestos de trabajo en España en el mismo período.
Esto no es fruto de la casualidad, sino de la política económica aplicada en el margen de sus competencias por el Gobierno de Esperanza Aguirre; basadas en lo que hemos denominado como la ecuación de la prosperidad: austeridad y reducción del gasto público -un ahorro de 1.730 millones de euros-, estabilidad presupuestaria -es la única región que no ha tenido que presentar nunca un plan de saneamiento, al haber cumplido siempre con la estabilidad presupuestaria-, y rebaja selectiva y ordenada de impuestos -que desde 2003 ha ahorrado 15.000 millones de euros a los madrileños gracias a los menores impuestos-. Todo ello libera renta para que los ciudadanos y las empresas puedan generar actividad económica y empleo. Esta bajada de impuestos ha permitido que empresarios y profesionales, con esa mayor renta disponible gracias a menores impuestos, hayan creado 194.000 empleos desde 2003.
Confianza
Y esta política económica también genera confianza, gracias a la credibilidad que desprende, confianza que se materializa, como decía, en un mayor consumo e inversión. La confianza es la base del crecimiento, y la Comunidad de Madrid la genera con su política previsible, clara, de apoyo a la actividad con la eliminación de trabas y barreras burocráticas.
En conclusión, distintas políticas dan distintos resultados. La Comunidad de Madrid aplica una política liberal en su marco competencial que le permitió crecer el pasado año, mientras España caía, y ser líder año tras año desde 2003 en todos los indicadores.
No siempre fue así. Con una política distinta, de impuestos altos, trabas administrativas y gasto elevado, los socialistas gestionaron la región entre 1983 y 1995 y en aquel período nuestra región creció menos que España y que Cataluña en 8 de los 12 años, y tuvo una tasa de paro superior a la nacional en varios ejercicios.
Con la actual política liberal aplicada, crecemos casi un punto, pero eso no nos consuela, porque nosotros, a diferencia del Gobierno de la Nación, no estamos instalados en la economía de la décima. Nosotros queremos un crecimiento fuerte y estable, generador de empleo, pero para ello es imprescindible que el Gobierno central aplique las reformas estructurales que precisa la economía española, que son de su competencia, para retornar a la senda de la prosperidad.
La Comunidad de Madrid crece, está preparada para salir de la crisis, genera empleo -de manera incipiente, sí, pero genera empleo, mientras España lo destruye-, y es la mayor economía nacional y el motor económico de España. Nuestra región frena el deterioro de España y está preparada para impulsar un crecimiento fuerte de todo el país, pero es imprescindible que el Gobierno no pare la economía ni su motor económico con la ausencia de reformas.
Antonio Beteta Barreda. Consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid.