Han bastado unos pocos días de este nuevo Mayo de 1968, para que la imagen de nuestro país haya mostrado su peor apariencia ante el resto de países de la UE. La primera consecuencia achacable a esta revolución popular, que parece que les hace gracia a muchos grupos políticos y de la que, seguramente, esperan sacar partido en la elecciones del día 22 de Mayo, ya se ha producido en la forma que más daño nos puede hacer a los españoles y que peores consecuencias puede causar a nuestra economía que todavía, y pese a los continuos engaños con los que nuestro Gobierno quiere disimularlo, dista mucho de haber entrado en la senda de una recuperación. Lo cierto es que, gracias a la difusión mediática de los sucesos de la Puerta del Sol y de los grupos que los han imitado en otras ciudades de España, los habituales tópicos que se nos achacan desde el extranjero, han vuelto a reproducirse como si la primavera los hubiera hecho rebrotar, no precisamente como los brotes verdes que anunciaba la señora Salgado, sino como haces de cizaña de desconfianza que corroen el ya desgastado concepto del que gozamos entre los países de los que, ciertamente, dependemos.
Es obvio que cada vez resulta más evidente que toda esta tramoya no ha surgido por generación espontánea, por mucho que haya razones más que suficientes para que los cinco millones de parados se sientan abandonados por este Gobierno socialista que, desde la llegada del señor Zapatero al poder, ha causado a España y a todos los españoles, más daño que si se hubiera tratado de la peor plaga destructiva jamás conocida. Basta escuchar a algunos de los que se revelan como dirigentes para darse cuenta de su escasa talla y de la empanada mental que se ha apoderado de sus mentes, donde se revuelven como en olla de grillos una serie de conceptos que se contradicen los unos con los otros, pidiendo que se les de trabajo y a la vez despotricando contra las empresas, pretendiendo que sea el Estado quien los saque del atasco, mediante subvenciones, en lugar de pedir que se reactiven los resortes económicos que dan riqueza al país, porque es algo que no tiene objeción posible el hecho de que, los funcionarios, son una carga, a veces necesaria, eso sí, para los bolsillos de los contribuyentes, sin que sus trabajos sean productivos y den rendimientos económicos ni generen riqueza, que es de lo que carecemos en estos momentos; cuando las empresas están sufriendo la falta de créditos, la deficiente productividad de sus trabajadores, los incrementos de las facturas eléctricas, de los combustibles y de los impuestos.
Si nuestros mercados han retrocedido y nuestra prima de riesgo ha alcanzado los 242 puntos básicos, cuando hace sólo unos días no llegábamos a los 200; la deuda se ha tenido que colocar a 5,482% mientras el bono alemán ha bajado al 3,057% y el credit default swap (riesgo de quiebra de un país) de nuestra deuda ha alcanzado los 258 puntos, lo que supone que, según estudios del señor M.Llamas de LD, para cubrir una compra de 10 millones de bonos nacionales se habría que desembolsar la friolera de 258.000 dólares. Claro que, no todo tiene que ver con esta pequeña revolución que padecemos y, lo que está ocurriendo en Grecia, no ha hecho más que ayudar a la caída; pero estas son las pequeñas cosas que parece que no tienen importancia y aquellos que son responsables de ellas no las valoran, sin embargo, no perdamos de vista lo que pueda ocurrir con nuestra deuda, de la que no podemos prescindir si es que no queremos entrar en quiebra y seguir pagando las pensiones de nuestros jubilados, el subsidio de desempleo de los cinco millones de parados y mantener en marcha nuestra Seguridad Social. El banco estadounidense Goldman Sachs acaba de advertir que el bono español a 10 puede pronto romper la barrera del 6%. Y esto sería una malísima noticia.
El Gobierno español puede que pretenda, en un ejercicio de irresponsabilidad absoluta, sacar provecho de una protesta –que los interesados debieran de haber formulado directamente contra él y su política, sus despilfarros con ciertas autonomías, sus gastos públicos exagerados y su manifiesta incapacidad para tratar los temas financieros y económicos de nuestra nación –; de un grupo que, bajo una pretendida apariencia de neutralidad, pretender culpar a la derecha de todos los errores de aquellos que llevan gobernando más de 7 años, sin haber sido capaces de dar con el procedimiento para solventar el problema de la ocupación de los desempleados; es muy posible que muchos españoles empecemos a pensar que, todo este entramado, ha tenido su origen en algo en lo que son muy duchos las izquierdas cuando se ven apurados y piensan que pueden perder el poder, crear dificultades. Ya utilizaron este truco el 11M del 2004, cuando se manifestaron (en la jornada de reflexión) contra las delegaciones del PP. ¿Tendremos que volver a padecer algo semejante? Parece que ya está en marcha y todas las declaraciones que ZP, Rubalcaba, la Chacón, y Blanco, han venido haciendo estos últimos días, azuzando a la gente en contra del PP; van encaminadas a crear un ambiente revolucionario para interferir en las votaciones.
Lo malo de todo esto es que, como ya hemos anunciado en varias ocasiones, tanto va el cántaro a la fuente que al fin se rompe. Desgraciadamente todas estas martingalas, estos trucos barriobajeros, estas imputaciones falsas y este descaro en mentir, calumniar, desprestigiar y engañar a los ciudadanos para conseguir hacerse con la victoria, no les van a servir de nada porque, si volvieran a ganar y no se produjera cambio alguno en la situación del país y siguiera la deriva económica; es evidente que, en unos pocos meses, quedaría claro quién, de verdad, ha sido el culpable de que España haya aumentado en 3.000.000 más sus desempleados, estemos al límite de nuestra posibilidad de endeudarnos y las agencias de rating ya nos tengan puestos los ojos encima para revisar nuestra solvencia, como ya la acaban de hacer los de S&P con la de Catalunya.
Alguien debiera poner sensatez en este tema, no se si el Rey un otros, porque no basta con que el señor Rubalcaba esquive su responsabilidad, permitiendo a los de Puerta del Sol ir aumentando sus efectivos, por miedo a cumplir con su deber, sino que, cada día que en España se siga hablando de estos antisistema, se les permitan sacar provecho de su actitud levantisca y se opte por permanecer inactivos, mientras los filocomunistas de Cayo Lara y los otros inductores que permanecen arropados por quienes son los verdaderos cerebros pensantes de esta movida, van cosechando adeptos y afilando sus armas para, si fuera preciso y ganara el PP estas elecciones, poner en marcha un plan para impedirle gobernar, mientras ellos se hacen con la calle. El hecho de que unos miles de ciudadanos decidan saltarse la barrera legal que marca el Estado de Derecho; que el Gobierno prefiera ignorar los acontecimientos, pensando que le van a favorecer o que los partidos minoritarios, que lo han venido apoyando, prefieran no intervenir y dejar que sean los otros los que asuman las consecuencias de una protesta, que empieza pacíficamente pero que, a medida que se sientan fuertes, irán aumentando sus exigencias y su desafío; es patente que no va a acabar bien y que ya somos muchos los españoles que ante este desbarajuste, empezando por el TC y acabando por esta pérdida de autoridad ante cuatro indocumentados, dirigidos por especialistas en la agitación; empezamos a pensar que, en este país, se están empezando a dar demasiadas coincidencias con la situación de julio de 1936. O esto es lo que yo opino.
Miguel Massanet Bosch