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La fantochada de la “cumbre de paz”, una humillación para España (por Miguel Massanet Bosch)

Publicada el octubre 15, 2011 por admin6567
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A cualquiera que tenga sangre en las venas, que no comparta aquella famosa frase del señor Rodríguez Zapatero de que “ el concepto de nación es discutido y discutible” y que sienta en su corazón este sentimiento, tan gratificante, de considerarse español hasta el tuétano de los huesos y estar orgulloso de serlo; sin que crea, como tal, que no hay  que darles la menor baza a estos nacionalismos excluyentes de algunas autonomías que, curiosamente, resultan ser más “nacionalistas”, intolerantes, belicosos y  transgresores de la ley, que aquellos ciudadanos a los que critican por defender a España; cuando se trata de anteponer su regionalismo a su patriotismo como español. Y es que, en algunos sectores nacionalistas, como pudieran ser en el País Vasco y Catalunya, existen personajes que, todavía, no sabemos por qué motivos, no se les ha aplicado el peso de la  ley, cuando han dado sobrados motivo para ello, por su desprecio a España, a sus leyes, a su bandera y a su idioma nacional.

William Shakespeare, en su obra “Lucrecia”, puso el dedo sobre la llaga al hablar de la traición en estos términos: “La villanía envuelta en la sombra de la ciega noche, es tanto más tiránica cuanto más invisible”. Y, sin que me cueste un ápice decirlo, creo que a los señores del PSV, el significado de respeto por la Constitución y por España, es algo que parece habérseles olvidado cuando, en un ejercicio de la más imperdonable sumisión al nacionalismo vasco de ETA y sus compinches, han decidido, con el beneplácito del PSOE, acudir a este remedo de conferencia o “cumbre de paz”, que se ha sacado de la manga Lokarri ( voz que, en eusquera, se traduce como: lo que sirve para unir), la entidad convocante, una de estas asociaciones “pacifistas”, que llevan intentando hacerle el caldo gordo a ETA. Como es sabido, tanto esta serie de supuestos “intermediadores” extranjeros, que se han tragado el canto de cisne de ETA de que, Euskadi, es una nación sojuzgada por España, de acuerdo con las utopías independentistas de Sabino Arana “el padre del nacionalismo vasco”, como los nacionalistas vascos, que pretenden simular que buscan la paz y sólo quieren, en el fondo, conseguir la independencia de Euskadi de España.

Llama la atención que, los señores del PSOE, otrora defensores de la nación española, ahora, desde que el señor ZP y sus séquito de ministros, en su primera legislatura, intentaran poner en pie de igualdad a ETA con el Estado español; concediéndoles la consideración y rango de interlocutores válidos y negociando con ellos hasta llegar a incluir la entrega de Navarra al País Vasco, no paran de jugar con dos barajas de modo que, cuando desde Madrid y el señor candidato, Pérez Rubalcaba, quieren dar la sensación de que rechazan cualquier componenda con los terroristas, desde el PSV, el lehendakari señor López se muestre propicio a tomar parte en esta mascarada a la que, el señor J. Eguiguren, presidente del PSV, dice que va a asistir “a título personal”. Entre los que han anunciado su presencia hay personajes como el ex primer ministro irlandés y ex jefe del gabinete de Tony Blair, Jonathan Powel, el ex presidente de Confesbasck, el presidente de Aquarium y la ex directora de Emacunde – muchos “ex” para entrometerse en un tema de competencia ex–clusivamente española –, entre otros. Mucho nos tememos que tantos izquierdistas juntos, en lugar de intentar la tan socorrida “paz” lo que van a procurar es echarle un cable al señor Rubalcaba, pergeñando uno de estos contubernios, como ya intentaron hace un tiempo en Europa, contra la unidad de la nación española; haciendo valer el tema de la independencia de Irlanda como si el caso español tuviera algo que ver con el problema irlandés, fundamentalmente religioso.

En todo caso, tampoco está Irlanda para lanzar cohetes y son frecuentes, por ambas partes, que se produzcan brotes de violencia. Deberíamos recordarles a estos intrusos que, en España, no son bien recibidos y que, si intentan que los españoles nos olvidemos de las familias a las que los criminales terroristas han causado una pérdida irreparable, ya pueden darse la vuelta y volverse al lugar de donde han venido. Sólo la cara dura del gobierno socialista; su desprecio por las víctimas del terrorismo y su afán por conseguir votos para mantenerse, pese a quien pese, en el poder; puede permitir que en nuestro país vengan comisiones o grupos de traidores y entrometidos a hablarnos de implantar una paz que, como es sabido, es una palabra que, en el caso que nos ocupa no tiene sentido, porque solo se puede hablar de paz cuando hay guerra y los terroristas de ETA no han estado en guerra con España sino que, como cualquier delincuente, lo único que han hecho es asesinar a inocentes ciudadanos o a militares en el ejercicio de sus funciones; arrogándose, al hacerlo, una representación y unos objetivos que atentan directamente contra España y su Constitución. En todo caso, los españoles nunca hemos aceptado de buen grado que vengan de fuera a decirnos como hemos de actuar o a quienes tenemos que darles cuartel y a quienes mandar a los calabozos. Todas las veces que alguna nación o bandería lo ha intentado, sabe que han salido trasquilados del intento. ¡Que se lo digan a Bonaparte, si no!

Una vez más, estos supuestos “mediadores” intentan conseguir que sea España  quien ceda y les de la razón –como llevan pretendiendo hace años los asesinos de ETA – y el Gobierno español los reconozca como negociadores en términos de igualdad, como si de adversarios políticos se trataran; postura que vienen manteniendo tanto en foros españoles como, lo que todavía resulta más insultante, en otros encuentros internacionales con los que han pretendido presionar al gobierno español.

Resulta especialmente repugnante que tengan que venir personajes, a los que los españoles no admitimos como negociadores, para unirse a los de la izquierda abertzale para que, como vienen intentando “con en esta discusión se llegue a un acuerdo en el que no haya vencedores ni vencidos”; como si aquí se tratase de establecer un armisticio entre dos países beligerantes o de hacer un arbitraje en una discusión entre dos personas de bien. Nada de eso es posible. Nunca, en un país en el que se respete el Estado de Derecho se puede admitir que, quien delinque, y ETA lleva sobre sus espaldas casi mil asesinatos, con la secuelas dolorosas para sus familias, se ponga en un plano de igualdad al asesino con el juez, que es quien, en definitiva, tiene que aplicar la pena correspondiente; sin que quepa componenda alguna ni intermediación de personajes extranjeros que se han atribuido unas funciones que nadie les ha otorgado.

Pero, sí malo y reprobable resulta que unos chiquilicuatres, venidos de fuera, pretendan intervenir en un tema que nos les compete; todavía peor es que, el Gobierno de España y el PNV, pertenecientes al mismo partido, pretendan jugar, los unos a hacerse los duros y los otros a traicionar a la nación con su sola presencia en un foro que sólo puede beneficiar a los etarras y a sus compadres los de Bildu; cuando se presenta como mediador de forajidos que lo único que intentan no es dejar de matar, entregar las armas y librarse a la justicia, para purgar sus crímenes; sino que sus aspiraciones son conseguir reconocimientos políticos, ventajas independentistas y presentarse en su tierra como verdadero héroes, a los que se les deben rendir honores por sus “hazañas” depredadoras. Puede que España esté herida y sangre por los corazones de todos los que la amamos, pero que nadie dude de que no hay gobierno, por vendido al poder que esté, que sea capaz de hacernos comulgar con tales traiciones. O esta, señores, es mi opinión.

Miguel Massanet Bosch

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Juan Andrés Buedo: Soy pensionista de jubilación. Durante mi vida laboral fui funcionario, profesor, investigador social y publicista.
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