Skip to content

La Vanguardia de Cuenca

Intereses: comunicación y actualidad en general, weblogs, sociedad, política

Menu
  • INICIO
  • BIOGRAFÍA
  • PUBLICACIONES DEL AUTOR
  • Instagram
  • Facebook
  • X
Menu

¿Qué espera obtener Rubalcaba de Rajoy? (por Miguel Massanet Bosch)

Publicada el mayo 23, 2012 por admin6567
Compartir

 

Me imagino que, al señor Pérez Rubalcaba, por las noches, cuando duerme, se le debe aparecer en sus sueños la imagen de una gigantesca vikinga, con casco de guerra y lanza con punta de bronce que lo amenaza, mientras fija su mirada acusadora en la cara aterrorizada del Rasputín del PSOE que, en vano, intenta protegerse de ella con las mismas armas que la iglesia católica recomienda para apartar al diablo: "Vade retro Satanas". Se dice que, al señor Rubalcaba, se le asignó el mando del PSOE para que desgastara al gobierno del PP, mientras se mantenía en la reserva, para mejor ocasión, a la señora Carme Chacón, conservada entre algodones y observando, desde su morada de cristal, como trascurren los acontecimientos en esta España que su jefe predilecto, el señor José Luis Rodríguez Zapatero, nos dejó a los ciudadanos; hecha unos zorros y en trance de hundirse en el abismo de la quiebra soberana. En todo caso, incluso para cometer maldades, para intrigar desde las catacumbas de la política; se debe ser oportuno, saber lanzar el aguijón cuando se sepa que no puede rebotar contra uno mismo y tener buena memoria para no reprochar al adversario aquello que sus amigos los socialistas, durante más de siete años de gobierno, practicaron sin que se les cayera la cara de vergüenza, aunque motivo lo hubo ¡vaya si lo hubo!

Y es que, el secretario general de los socialistas, parece estar convencido de que está tratando con una nación cuyos ciudadanos carecen de memoria, se olvidan de lo ocurrido y de las consecuencias de las decisiones de los ejecutivos socialistas, durante las dos anteriores legislaturas; creyéndose que, haciendo borrón y cuenta nueva del pasado, ahora, apenas pasados unos meses de su espectacular derrota en las urnas, ya están en disposición de criticar, desacreditar, darle consejos, amenazar y despotricar contra los cambios que el nuevo gobierno del PP, no por gusto, por supuesto, no por poner en marcha un país como a ellos les hubiera gustado hacerlo –mediante medidas más liberales, reduciendo impuestos y dando más libertad a los empresarios, liberados del exceso de cargas fiscales, para que hubieran puesto en juego sus capacidades emprendedoras, dentro del libre juego de los mercados y de acuerdo con las inmutables leyes de la oferta y la demanda – o recuperar aquellas políticas de los tiempos en los que el señor Aznar sacó al país de otra situación delicada y lo elevó a cotas de desarrollo como hacía muchas décadas que no se conocían.

Por desgracia, el gobierno entrante del PP, ha tenido que renunciar a todos sus proyectos, a sus promesas electorales y a utilizar la financiación del Estado de una forma racional, mediante impulsos a las empresas, fomento de la productividad y la competitividad, con la meta de reducir la lacra del desempleo y recobrar el impulso industrial, potenciando aquellos sectores productivos relacionados con las nuevas tecnologías y la innovación. Huelga pues que, el señor Rubalcaba, se dedique a intentar culpar de las drásticas medidas a las que, en contra de su voluntad y agobiado por las exigencias de la UE, se ha visto obligado el nuevo Gobierno. Resulta penoso ver con qué saña y desvergüenza está criticando las decisiones del señor Rajoy, cuando la mayoría de ellas están destinadas a corregir los errores garrafales del gobierno socialista en el que, el propio Rubalcaba, tuvo un papel importante. Se olvida en sus diatribas, el señor Rubalcaba, de la forma absurda, inconsciente, despilfarradora e insensata con la que se utilizaron las reservas del Tesoro, en una serie de pretendidos beneficios sociales; en una alocada carrera para la captación de votos, que luego, cuando han tenido que financiarse ha resultado que no ha habido recursos para ello.

Ahora pretenden valerse de Andalucía y de Asturias (no acabo de comprender el papel de UPyD, aliándose con un partido con el que ha estado enfrentado hasta ahora) para hacer, como parece que ha dicho el señor Griñán, de "contrapeso" al PP. Claro que también hay que decir que los resultados de las cuentas de algunas comunidades del PP les han proporcionado combustible para elevar el tono de las críticas, en este caso, con bastante razón. No obstante, si queremos salirnos de nuestras rencillas internas y elevamos nuestra mirada más allá de los confines de nuestra nación, lo que está ocurriendo en Grecia, el cambio de gobierno en Francia, las posibles innovaciones que se avecinan en la política europea, debidas a la postura del señor Hollande de buscar compaginar recortes con los impulsos a la regeneración económica, y la indudable falta de confianza de los inversores en nuestra deuda; convierten cualquier política partidista, cualquier intento de desacreditar al Gobierno y todo pretexto para sacar beneficio de la debilidad de España, en actos que, para cualquier español que ame a su patria y esté preocupado por los fatales resultados que nos pueden reportar estas política insolidarias y destructivas, no pueden ser calificados más que como traiciones, sabotajes y atentados contra España y los españoles.

Y es por todo esto que, cuando el señor Rubalcaba, poniendo cara de buen chico y como si se acabara de caer del guindo ( nada que ver con el ministro), se ha salido con una oferta, a todas luces interesada y con ánimo de chupar cámara; ofreciéndose al señor Rajoy para acordar una postura común, de los dos partidos mayoritarios españoles, ante Bruselas; no hace más que intentar, una vez más, ponerse a la altura del PP, dar la sensación de que está dispuesto a ceder en sus propios planteamientos y, de paso, presentarse como el político "comprensivo", "colaborador" y con "sentido de Estado" ante esta audiencia que, todas las TV a su servicio y demás medios de comunicación, que han venido manejando a su antojo durante las dos legislaturas anteriores, se van a ocupar a divulgar, machaconamente, para que cale en ella. Lo que ocurre con el señor Rubalcaba es que ya lo tenemos calado. Cuando habla de cara a la galería lo hace moderadamente, intentando vender que es muy negociador, que está dispuesto a ceder ante el rival y que, si no se llega a acuerdos, siempre se debe a la falta de flexibilidad y empecinamiento de sus interlocutores, en este caso el señor Rajoy. Pero, en cuanto se trata de ceder en sus planteamientos no lo hace, porque lo que quiere es que, aún sin tener mayoría en las cámaras, en sus conversaciones con Rajoy, sea éste quien acepte sus ultimatums, algo que, naturalmente, por mucho que él intente venderlo como obcecación del líder popular, es evidente que se trata de una táctica preconcebida.

Y puestos a ello, resulta chocante que se ofrezca a hablar con Rajoy para coordinar posturas, cuando sabe que, cada vez que el Presidente acude a una cumbre, le llama para darle cuenta y comentar los temas importantes de los que se va a tratar. En consecuencia, el decir que va a ser él quien llame a Rajoy, cuando sabe positivamente que en el ánimo del Presidente está llamarle, no es más que uno de estos famosos trucos publicitarios a que tan acostumbrados nos tiene el jefe de la oposición. Si de verdad quiere ayudar a España y a sus ciudadanos el señor Rubalcaba lo tiene fácil. Basta con que asuma que la situación es grave, que fueron ellos los que nos dejaron colgados del abismo y que, en consecuencia, lo mejor que debería hacer, que los españoles le demandamos y que sería un verdadero apoyo a nuestra causa ante Europa; sería que permaneciera callado, evitando crear problemas, sin apoyar protestas callejeras y meditando sobre su futuro cuando Carme Chacón presente su candidatura a la presidencia de la nación en los próximos comicios. Esta es, señores, mi valoración de la actitud política del jefe de la oposición, señor Pérez Rubalcaba.

 

Miguel Massanet Bosch

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Juan Andrés Buedo: Soy pensionista de jubilación. Durante mi vida laboral fui funcionario, profesor, investigador social y publicista.
  • Actualidad
  • Administración Pública
  • Ciencia
  • Cine
  • Comunicación
  • Cultura
  • Deportes
  • Economía
  • Educación
  • Gastronomía
  • Historia
  • Juegos
  • Libros
  • Literatura
  • Medio ambiente
  • Música
  • Pensamiento político
  • Política
  • Religión
  • Sociedad
  • Sociedad de la Información
  • Televisión
  • TIC y Sociedad del Conocimiento
  • Uncategorized
  • Urbanismo y Arquitectura
  • Viajes
  • Web/Tecnología
  • Weblogs

Recent Posts

  • España en llamas-III (por Eulalio López Cólliga)
  • EPISODIOS PROVINCIALES. 19 – La Diputación de Cuenca: entre andanadas improvisadas y enchufismo mal disfrazado (por Juan Andrés Buedo)
  • Discrepancia política, colaboración interadministrativa y sentido de Estado: el ejemplo de los incendios (por Juan Andrés Buedo)
  • España en llamas-II (por Eulalio López Cólliga)
  • España en llamas-I (por Eulalio López Cólliga)

Recent Comments

  1. Fuente en Las puñeteras abstracciones (por Miguel Massanet Bosch)
  2. Fuente en Donde se habla de profetas mesiánicos, dinero negro y separatismo (por Miguel Massanet Bosch)
  3. Fuente en Rajoy niega haber recibido dinero negro y presentará sus declaraciones de la renta
  4. euromillones en Miles de personas se manifiestan contra el paro y los recortes en servicios públicos
  5. central park en ¿Hacen falta cambios en el gobierno de Rajoy? (por Miguel Massanet Bosch)
© 2025 La Vanguardia de Cuenca | Desarrollado por Superbs Tema de blog personal