(Publicado en Alternativas-Blogs EL PAÍS, aquí)
El gobierno de Rajoy acaba de solicitar a la Unión Europea, a travé de la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (FEEF) y, luego, del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE), un préstamo de 100.000 millones de euros, con la finalidad de recapitalizar una serie de entidades financieras que, en opinión del FIMm suponen el 30% de todo el sistema. Esto quiere decir:
a) Que el Estado español es incapaz de hacer frente a la situación por sus propios medios. Era, pues, falsa la apreciación del presidente del gobierno de que el sistema financiero no necesitaba rescate y ridícula la afirmación del anterior presidente de que teníamos el mejor sistemo bancario de Europa.
b) Ha sido un despropósito centrar las medidas de ajuste en el mercado laboral, en la Sanidad y en la Educación, cuando el agujero negro lo tenemos en el sistema financiero, al que hemos hecho frente mal y tarde. Los problemas no estaban en los trabajadores sino en la banca y en los gobiernos.
c) La nueve deuda con FEEF y el MED la contrae el Estado español, es decir los ciudadanos, es decir cada uno de nosotros, pues el préstamo se le hace al FROP que es entidad pública. El préstamo es al Estado y somos los ciudadanos los que tendremos que devolverlo por medio de nuestros impuestos.
d) Es ridículo afirmar que no se ponen condiciones al Estado español, cuando los bancos que recibirán los fondos están o estarán nacionalizados, ya que el dinero proporcionado por el FROP es en forma de capital.
e) Hay que evitar por todos los medios que el rescate suponga nuevos recortes sociales que, en gran parte, ya ha hecho este gobierno, razón por la que le han perdonado la vida, de momento.
f) Los fondos con los que el FROP recapitalice a los bancos debe conducir a la nacionalización de estos; deben ser gestionados en interés de los españoles y no del FIM o de otras entidades; debe garantizarse que fluya el crédito y evitar que, al final de la película suponga una socialización de las pérdidas y una privatización de las ganancias. Hay que plantear seriamente la creación de una banca pública al servicio de la sociedad española.
El método, como se ha planteado el rescate, no ha podido ser más nefasto desde el punto de vista democrático:
a) No es presentable que una de las decisiones más graves que se han tomado en democracia no la anuncie el Presidente del gobierno y de todas las explicaciones necesarias.
b) Es incondebible que una deuda de hasta 100.000 millones de euros, es decir, 10 puntos del PIB que se contrae en nombre y sobre las espaldas de los españoles, se haga en medio de una videoconferencia, sin debate alguno.
Por todo ello, es necesario que el mismo lunes el Presidente del Gobierno comparezca en el Congreso de los Diputados en sesión extraordinaria; que el Gobierno comprenda de una vez que España se encuentra en una situación de precariedad, que su margen de maniobra es estrechísimo, que su mayoría absoluta en estas condiciones sirve de poco y que, por lo tanto, estamos en una situación de emergencia, en la que es más necesario que nunca un gran pacto de Estado, entre las fuerzas políticas, con el fin de negociar y administrar en mejores condiciones esta nueva situación económica y política que ha creado el rescate financiero solicitado.