EDITORIAL
Rajoy anuncia nuevos recortes derivados de una inapropiada reforma financiera
Mariano Rajoy anunció ayer que el Gobierno prepara otro ajuste fiscal para
tratar de cumplir con los objetivos de déficit público y apremió a sus socios
europeos a que apliquen de una vez los acuerdos de la cumbre del 28 y 29 de
junio, tras percatarse de que sus balsámicos efectos se han disipado en pocos
días. Teóricamente, se había aceptado que el coste del rescate bancario no
estuviera vinculado a la deuda soberana, y que el capital europeo no tendría
prelación sobre el resto de los activos de deuda, pero dirigentes de varios
países cuestionan la aplicación de lo acordado. El Eurogrupo se reúne mañana sin
nada concretado un mes después de aquella reunión en que se pactó una línea de
crédito de hasta 100.000 millones de euros para recapitalizar a las entidades
financieras españolas.
Los próximos siete días serán, de nuevo, cruciales para medir la capacidad
del Tesoro español para estabilizar la deuda y la habilidad, hasta ahora
inexistente, de las instituciones europeas en el intento de conjurar el peligro
de ruptura de la moneda única. Se desconocen los detalles de las condiciones del
rescate bancario español, pero, sobre todo, siguen sin conocerse las condiciones
macroeconómicas del rescate. El Gobierno niega cualquier condicionalidad, pero
es evidente que existe y que se manifiesta en la insistencia de subir el IVA,
recortar el salario de los funcionarios y, probablemente, abordar una reducción
de las pensiones. Se supone que Rajoy se refiere a ello cuando habla de “eso que
llaman recortes”, pero, como es habitual, tampoco lo explica a la
ciudadanía.
Esos recortes, u otros, no serían necesarios si el Ejecutivo hubiera acertado
con una reforma financiera drástica, si la política presupuestaria fuera creíble
(como las de Italia o Francia, que plantean recortes y políticas austeras a
medio plazo y por propia iniciativa, no arrastradas por la presión continental),
en lugar de constituirse en un galimatías sin solución. ¿Pretende bajar el
Gobierno el déficit desde el 8,5% al 5,3%, en medio año, con los instrumentos
fiscales a su alcance? Pues ningún inversor se lo va a creer. Y esta
desconfianza, mas las que pesan sobre la reforma de la banca, conducen a una
situación financiera insostenible que el Banco Central Europeo no está dispuesto
a resolver. Que la prima de riesgo escale más cotas y que los mercados de
valores se desplomen es la respuesta a tanta indecisión e incertidumbre.
El Gobierno tiene que proponer un Plan de Estabilidad Presupuestaria a tres
años donde se explique cómo se va a conseguir un superávit primario. Es absurdo
perder el tiempo con discursos genéricos. Ha de incluir las subidas de impuestos
correspondientes, la argumentación racional de los gastos que se recortan y el
compromiso del control autonómico del gasto, este último enfatizado ayer por
Rajoy. No sería de extrañar que en este plan hubiese más de una coincidencia con
lo que piden Europa y el FMI.
Rajoy intenta de hacer los cambios necesarios para sacar el pais de la crisis. No es facil, necesita mucho ayuda y sacrificios.
Yo creo que todo el pais debe ser unido para ayudar a Rajoy y a su gobierno.