- En un mes los socialistas bajan casi tres puntos, mientras que los populares
mantienen el respaldo - La valoración de Rajoy empeora tres puntos
El presidente del Gobierno, Mariano
Rajoy, tiene margen de maniobra, porque su partido está a salvo del
desgaste, aunque él parezca dispuesto a quemarse en la hoguera de las reformas
impuestas por Europa, sin aspirar más que a capitanear esta travesía. Un año
después de que Alfredo Pérez Rubalcaba asumiera el liderazgo del PSOE, y a
los ocho meses de las generales, el pesimismo y el malestar social siguen
dirigidos contra los socialistas. El descrédito político y la idea instalada del
"todos son iguales" perjudican más al PSOE, porque sus votantes son más críticos
y menos fieles.
También porque los ciudadanos siguen considerando que el Gobierno del PSOE es
más responsable de la crisis que el del PP y desaprueban mayoritariamente la
labor de oposición de Rubalcaba, según una encuesta de Metroscopia
para EL PAÍS. Parapetado tras ese burladero, el Gobierno actual, que ejecuta el
plan de recortes y anuncia nuevas medidas impopulares, sufre un desgaste, pero
lento y casi imperceptible.
El ministro que más cambios experimenta es Fátima Báñez,
titular de empleo: en un mes, su valoración baja 16 puntos
A los votantes del PP no les satisfacen ni el Gobierno ni su presidente, pero
no están dispuestos a retirarles su apoyo. Y los potenciales votantes del PSOE
no encuentran motivos para apoyar a este partido y hasta siguen abandonándole.
En un mes, el PP no ha perdido en estimación de voto y se mantiene en el 37%,
mientras que el PSOE ha bajado en casi tres puntos y la diferencia entre ambos
es ya de 13,9 puntos. Según la serie histórica de sondeos, los populares
sufrieron justo después de las elecciones un descenso notable, que les hizo
bajar más de siete puntos con respecto al resultado de noviembre. Pero ese
descenso parece haberse frenado, mientras que para el PSOE resulta letal la
mezcla del castigo aplazado por la crisis y el rechazo a su labor de oposición,
y ya está 5,6 puntos por debajo de su voto de noviembre.
El presidente absorbe el desgaste, junto a todos sus ministros, pero la
mayoría de los encuestados salva a la marca PP. Pese al reconocido éxito de Rajoy en la cumbre europea, en un mes ha
empeorado en tres puntos su nota, sigue inspirando poca o ninguna confianza al
78% de los españoles y el Gobierno transmite una impresión de conjunto negativa
al 68%, dos puntos más que hace un mes. El descenso de los dos grandes partidos
desde el 20-N lo aprovechan IU y UPyD, que consiguen sus mejores datos de las
últimas ocho oleadas del barómetro.
No hay ningún ministro que apruebe. El peor valorado sigue siendo el de
Educación y Cultura, José Ignacio Wert, y el mejor es el de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, no porque haya subido su nota, sino
porque ha bajado la de los demás. Quien más cambio experimenta es la titular de Empleo,
Fátima Báñez. Los encuestados la juzgan severamente por haber filtrado datos del ERE presentado por el PSOE. En un
mes, su valoración baja 16 puntos. Un 86% de los ciudadanos asegura que la
ministra de Empleo debe dar explicaciones públicas sobre este caso y un 52%
incluso afirma que debe dimitir. Significativamente, un 81% de los votantes
populares le piden esa explicación, aunque solo un 37% de ellos pide su
dimisión.
La crisis es mala para todos los cuidadones en Espana.
Es logico que ellos que no ganian mucho,sufren mucho mas que los otros,pero L’Espana tiene ver su misma como el representante de todos en el pais y ser lo que possible parar salir de esto.