Editorial de UPyD (Publicado en UPyD, aquí)
Para un ciudadano que no sea nacionalista, la bandera simboliza la Constitución española y el Estado de Derecho. Para un nacionalista, en cambio, simboliza una comunidad étnica o lingüística concreta, y si tienen que elegir entre la bandera y la ley, no lo dudarán: la bandera primero. Por eso los nacionalistas no tienen empacho en reescribir la historia o en hacerse herederos de caudillos medievales. Por eso no se sienten atados por las leyes ni por las sentencias judiciales. Para ellos, no hay auténtico progreso. La nación ya era perfecta desde su mítico origen, y todos los problemas vienen de que no ha gozado de auténtica libertad. Por supuesto, no hay nacionalismo sin enemigo, no hay nacionalismo sin exclusión.
Para los que no son nacionalistas sí existe el progreso. No sólo el material, sino también el político. La Constitución del 78, con todos sus defectos, es un hito en la historia de España. Otro, fundamental, es el ingreso de España en la UE (entonces CEE). Europa es la mejor prueba de que existe el progreso político. Y no es el resultado de un destino inamovible, sino del esfuerzo y la decisión de ciudadanos libres y de líderes valientes. Como dijo el presidente francés François Miterrand, "Europa es la paz, el nacionalismo es la guerra".
Fue curioso ver durante el debate cómo los candidatos de PP y PSE trataban de obligar al candidato del PNV a confesar que en el fondo quiere la independencia. Maneiro se mostró sorprendido: "Ya sabemos qué quieren los nacionalistas", dijo, "la cuestión es qué vamos a hacer los no nacionalistas". Esto, y no otra cosa, es lo que se dilucida en las elecciones vascas y gallegas del próximo domingo 21 de octubre, y en las del próximo 25 de noviembre en Cataluña. Si la ruptura de nuestra democracia está sobre la mesa, si el nacionalismo ha logrado ganar la batalla del lenguaje, es porque los partidos mayoritarios se han comportado como nacionalistas. Se han acomplejado, se han asimilado, se han entregado.
17/10/2012 Rosa Díez UPyD: "El problema no es la nación sino el nacionalismo"
Ya sabemos lo que son los nacionalistas, la cuestión es, como dijo Maneiro, qué vamos a hacer los no nacionalistas.
Yo creo que esta bien que hay grupos diferentes en la sociedad y en el gobieno, pero deven unirse y luchar contra la crisis y ser fuertes para los cuidadones.
Lo que Espana necesita es la normalidad, que se perdio en el tiempos de crisis.