Cicerón fue el primero que citó, en su De legibus, a Herodóto de Halicarnaso como padre de la Historiografía. Este geógrafo e historiador del siglo V a.C. fue quien puso, en su obra Historias y en boca de Artanabo, la siguiente frase: "El apresuramiento es padre del fracaso". Y es evidente que, el actuar con precipitación comporta no haber reflexionado, suficientemente, sobre lo que se propone hacer; no haber agotado el estudio de todas las variables que se pueden deducir de una decisión determinada y haber despreciado el antiguo lema de "haberlo consultado con la almohada", un método primitivo, pero que evita cometer errores que, de haberlo usado, se habrían evitado.
Lo cierto es que la culpable de que el Gobern catalán haya incurrido en un preocupante error de cálculo; que haya permitido que el sentimiento independentista de la mayoría de políticos catalanes haya obnubilado su razonamiento y que, en consecuencia, se hayan cometido una serie encadenada de errores, un continuo de torpezas y un evidente y garrafal cálculo de la situación actual del mundo occidental, en especial de la europea y de la española; lo que ha situado el acto de rebeldía llevado a cabo por el señor Mas, sus alardes secesionistas y sus fanfarronadas que pretendían situar a la autonomía catalana como una de las futuras naciones más poderosas dentro de la UE; fue, sin duda, la manifestación ciudadana que tuvo lugar el pasado día 11 de septiembre, con motivo de la festividad nacional de Catalunya. Pretender sacar la conclusión de que, aquella multitud de personas que llenaron las calles de Barcelona, lo que estaba pidiendo era la emancipación de Catalunya, es no haber analizado convenientemente los antecedentes que contribuyeron a que fuera un éxito que, al no haberlas tenido en cuenta y atribuir a todos los manifestantes un apoyo incuestionable a la secesión catalana; incurrieron en el error de mezclar churras con merinas.
Sí, podemos aceptar que hubiera una parte importante que asistieron por motivos nacionalistas, no es menos cierto que hubo quienes protestaban contra los recortes, los despidos, las limitaciones de la sanidad pública y los problemas generados en la enseñanza pública y las universidades para poderse seguir financiándose como antes. Un totus revolutum al que, con gran habilidad, los separatistas supieron llenar de banderas esteladas y de consignas en apoyo de la independencia. Pero eso fue un día, un acto reivindicativo más numeroso que otros, pero del que no se puede sacar la conclusión que le han querido atribuir quienes no dudan en mentir, facilitar datos falsos y engañar a los ciudadanos, con tal de conseguir su objetivo; en el sentido de que una gran mayoría de la ciudadanía catalana quisiera la independencia. ¡Ojo! no confundamos, decimos la independencia, no que se le conceda más autogobierno o que se les mejore la aportación del Estado a esta autonomía.
La campaña llevada a cabo por la Generalitat, poniendo en pie de guerra a todos sus pesos pesados, empezando por el presidente señor Mas, el portavoz, señor Oms y el conseller de economía señor Mas Colell, con la poco afortunada intervención esporádica del señor Durán y Lleida, que ha representado uno de los papeles más desairados al verse obligado ( o ¿ fue de motu propio?) a afirmar que Catalunya estaría como un estado más dentro de Europa, algo que ya había afirmado, imprudentemente, el señor Mas, demostrando o su ignorancia o su forma torticera de pretender engañar al pueblo catalán; ha significado un importante coste económico, empezando por los casi 300.000 euros de un video institucional que, no obstante, al haber incluido parte de lo que fue la manifestación separatista con banderas esteladas, ha sido recurrido por los otros partidos, dándoles la Comisión Electoral Nacional, la razón , obligando al gobierno de CIU a retirarlo de la circulación.
Sin embargo, a pesar de la serie de tonterías que el señor Oms se ha empeñado en decir, para justificar lo injustificable; lo cierto es que, todas las manifestaciones y declaraciones, de la Generalitat, en las que se daba por hecho la viabilidad de una Catalunya situada dentro de Europa, han quedado desautorizados. La realidad, la verdad es que, una supuesta nación, secesionada de España, resulta impensable en la UE; como ha confirmado, por carta, la comisaria de Bruselas, ya que no tendría la más mínima posibilidad de pertenecer a la UE; lo que obligaría a Catalunya y los catalanes, a tener que exportar pagando aranceles y, muy probablemente, tendrían escasa posibilidades de hacerlo debido a que muchas naciones no ven con buenos ojos estos escarceos de tipo secesionista. Aparte de que, con la falta de tacto con la que, tanto Mas como sus acólitos, han conducido sus exigencias, insultando a España y a los españoles; quemando banderas y símbolos nacionales; incumpliendo las sentencias de los tribunales y manifestando abiertamente su odio hacia todo lo español; no será extraño que, en un hipotético caso de secesión, muchos españoles, muchas empresas y muchos comercios, como ocurrió en su día con el caso del cava; se negaran en redondo a comprar productos catalanes, lo que se podría extender a sacar los depósitos de entidades bancarias, como La Caixa, lo que, sin duda, le causaría serios problemas.
Pero, señores, sucede que esta fantasmada a la que han contribuido muchos catedráticos y economistas catalanes, a los que, su corazón les ha traicionado impidiéndoles ver la realidad de que, en estos momentos, nos encontramos ante una Catalunya endeudada con más de 42.000 millones; según el señor Más Colell sólo los intereses del crédito de 5.000 millones, que han pedido al Estado, les supondrá mas de 2.000 millones de intereses Una Catalunya que ha visto disminuido su censo por los inmigrantes que han retornado a sus países; por la gente joven que se marcha al extranjero en busca de trabajo y por la disminución de la natalidad en un 3'8%; amén de los problemas del sector comercial que se van agravando y del paro, que ha aumentado en un 46%. Mientras, el señor Más, en su papel de jefe de Estado, viaja a Moscú con 100 empresarios y nos lanza un nuevo reto al decir que: "la soberanía se gana exportando fuera de España", bien, algo parecido le escuchamos decir hace poco, cuando afirmaba que él "impulsaría un estado propio dentro de Europa" Pues, no señor Más, ni exportando ni de ninguna manera va usted a conseguir llevar adelante su plan que, por otra parte, carecería de toda viabilidad.
Con 800.000 parados, importantes problemas sociales y sindicales, unos señores que, estos días, andan revueltos asaltando empresas en Barcelona, donde unos piquetes de CGT y CNT, irrumpieron en tiendas de los alrededores de la Plaza de Catalunya, como Apple y Zara, donde volcaron estanterías y efectuaron pequeñas sustracciones No obstante, como ya es habitual, aunque algunos han sido identificados, no se ha detenido a nadie. Al mismo tiempo las huelgas de metro, autobuses y ferrocarriles de Rodalías no cesan dejando a cientos de miles de ciudadanos sin poder viajar a sus trabajos. ¡Una maravilla, señores, que, en caso de que tuviera que asumirse, íntegramente, por el "ejército de mossos de escuadra" de la Generalitat, ya veríamos en qué acabaría! Colas kilométricas y atascos a lo largo de la jornada, son los resultados habituales.
¿Un estado independiente en manos de CIU? Una utopía porque, en el imposible caso de ser independientes, quienes serían dueños de Catalunya serían las izquierdas, O así es, señores como lo veo yo, desde aquí, en la misma yema del huevo.
Miguel Massanet Bosch