- El Fondo prevé que el paro suba al 27% este año y apenas baje el próximo
- El déficit no caerá del 5,5% hasta 2018 y la deuda pública superará el 100% en 2015
- El organismo advierte de que serán necesarias más ajustes en 2014, lo que lastrará el PIB
- Blanchard: "Hay incertidumbre acerca de la verdadera situación de los bancos españoles"
Amanda Mars (ENVIADA ESPECIAL) Washington (Publicado en El País, aquí)

Monetario Internacional (FMI) ha presentado este
martes en Washington dibujan un panorama desolador para los próximos años, y
eso después de ya casi un lustro de crisis a la espalda: calcula que la recesión
será más aguda este año y que el paro batirá nuevos récords, descarta que el
Gobierno pueda cumplir con sus objetivos de reducción de déficit, ni siquiera en
2018, y estima que la deuda pública no dejará de escalar en todo este periodo y
llegará ese mismo año un récord del 110,6% con relación al PIB.
Todas las previsiones del FMI han empeorado. El cóctel de los recortes,
combinados con la sequía crediticia y falta de un yacimiento de empleo que
releve al malogrado sector inmobiliario mantienen a la cuarta economía de
Eurozona entre las peores del grupo. Solo para Grecia, Portugal —países
rescatados— y Eslovenia —sobre el que se teme otro auxilio— se esperan caídas
más agudas este año.
Una previsión económica es eso que se revisa al alza y a la baja
constantemente y que acierta cuanto más se acerca al final del ejercicio, y aun
así a veces fallan, incluso las del FMI. Pero con España hay cierto consenso: el
Fondo calcula que la caída de la economía será del 1,6% este año, tres décimas
por encima de lo estimado en la asamblea anual, celebrada el pasado otoño en
Japón, que ya fue revisada en enero a un retroceso del 1,5%, y no muy lejos de
lo previsto por Bruselas (-1,4%). Supone el tiro de gracia al pronóstico del
Gobierno, que lo mantiene en un valor de negativo del 0,5%, aunque lo modificará
en breve.
Lo peor es que la reactivación que se vislumbra es muy débil. Para el próximo
año, el FMI calcula un tímido avance del 0,7%, insuficiente para contener el
castigo del paro. Además, esta previsión no puede ser más caduca porque el
propio FMI la ha puesto en tela de juicio nada más presentarla en la rueda de
prensa. "En 2014 serán necesarias nuevas medidas de ajuste que posiblemente
afectarán al crecimiento, así que nuestros pronósticos pueden ser demasiado
altos", ha señalado Jorg Decressin, subdirector del departamento de análisis del
FMI.
Por este motivo, el Fondo no descarta en absoluto que la recesión persista el
año que viene, pese a que el Ejecutivo confía en volver a la senda de
crecimiento. De cumplirse estos malos vaticinios, España sufriría tres años
seguidos de caída, la recesión más larga de historia reciente.
En el escenario base, la tasa de desempleo, que se preveía del 25,1% de la
población activa para 2013, subirá al 27%, y en 2014 tan solo menguará hasta el
26,5%. La actualización a peor para este año refleja “la falta de medidas a
medio plazo”, llama la atención el informe del FMI, que ha actualizado sus bases
de datos de previsiones. El Fondo ya se manifestó en este sentido el pasado
octubre, pero también pide nuevos ajustes a España para el largo plazo: una vez
la consolidación fiscal se alcance, debe mantener una superávit primario y “ante
la ausencia de reformas sobre los subsidios, los incrementos proyectados
relacionado con la edad implican que harán faltas nuevas medidas”.
¿Cuánto tiempo puede soportar un país ese nivel de paro? “España ha podido
hacerlo por su sistema de subsidios y por esas ayudas familiares, pero ha pasado
ya tanto tiempo que esos recursos se empiezan a agotar”, explica el cargo de un
banco central en los aledaños del cuartel general del FMI, más reforzado aun si
cabe por la policía tras la alerta por las bombas de Boston.
La situación ha mejorado para España en los mercados desde el golpe en la
mesa que dio el pasado verano el Banco Central Europeo (BCE), pero la llamada
economía real —la de consumir, invertir, crear empleo— sigue deprimida. Por eso,
la mirada desde el otro lado del Atlántico también ha cambiado. “España ha
dejado de ser un problema sistémico en este momento, no hay miedo al contagio
financiero, pero dentro del país, todo sigue mal, nadie puede dar por hecho se
vaya a recuperar el nivel previo a la crisis, la fragilidad es extrema”,
añade.
2013 acabará con un déficit 6,6%, en 2014 subirá al 6,9% y
seguirá en niveles superiores al 5,5% hasta 2018
También la escalada de la deuda es un factor preocupante. Solo este año,
cuando el pasivo alcanzará alrededor del 90% del PIB, el gasto presupuestado
para pagar los intereses roza los 39.000 millones de euros, un 33% más que el
año pasado, y sin un crecimiento sólido al Estado le cuesta cada vez más pagar
sus deudas. España sigue en el alambre.
En su informe de Perspectivas Económicas Mundiales, el economista
jefe del FMI, Olivier Blanchard, señala respecto a España y a Italia que “el
proceso de devaluación interna se produce lentamente, y están ganado
competitividad de forma lenta”, mientras que la demanda externa “no es lo
bastante fuerte como para compensar la débil demanda interna”. Además, se
produce una retroalimentación adversa entre bancos débiles, deuda soberana débil
y baja actividad.
Un déficit desbocado
La década perdida para la economía española puede alargarse, según se
desprende del informe. El Gobierno de España ha negociado a dentelladas con
Bruselas con el fin de arañar algo de tiempo para cuadrar sus cuentas públicas,
algo que se da casi por hecho, pero el debate parece casi superado por los
números del FMI, que pintan la meta casi imposible.
Sin contar con el efecto del rescate de Bruselas para la banca española, el
déficit público del Gobierno hubiese quedado en el 7%, gracias a duros recortes
sociales, subidas de impuestos y bajadas de salarios para los funcionarios, pero
el desaguisado de los bancos lo elevó a más del 10%. El objetivo oficial para
Madrid es dejarlo en el 4,5% en 2013 y ya por debajo del 3% en 2014.
Según los pronósticos del Fondo, 2013 acabará con un déficit 6,6%, en 2014
subirá al 6,9% y seguirá en niveles superiores al 5,5% hasta 2018. Para ningún
otro país europeo (y para casi ningún otro del mundo, salvo excepciones como
Pakistán o Ghana) el Fondo prevé un déficit público tan desbocado como para
España en los próximos años.
Calendario de reformas
Además, el Gobierno español no ha obtenido de momento un mensaje amable por
parte del FMI, que lleva meses mostrándose crítico sobre la autoridad a ultranza
que defiende Berlín, el gran poder fáctico de la Eurozona. Blanchard, aconsejó
que "los países que tengan posibilidades" deberían "suavizar la severidad del
ajuste fiscal" para impulsar el crecimiento, pero no se trataba de un guiño a
países como España. "Mi mensaje va más allá de la eurozona, hay países que
tienen margen fiscal para ello, como es el caso de Reino Unido".
Los pronósticos del Fondo se han elaborado sin conocer el
nuevo plan de estabilidad y reformas que el Ejecutivo de Mariano Rajoy
anunciará el 26 de abril, por eso los analistas del organismo no descartan otro
ejercicio en negativo. No hay alternativa, en opinión del fondo. "No es posible
no ajustar, aunque hay que hacerlo de la manera que perjudique menos al
crecimiento, así como avanzar en reformas estructurales y asegurar que
mecanismos como la sociedad gestora de activos tóxicos de la banca opere de
forma eficaz", añadió Decressin.
Blanchard expresó claramente los recelos que despierta la reestructuración
bancaria española, que después de cinco reformas financieras sigue sin convencer
al mundo. "Hay incertidumbre acerca de la verdadera situación de los bancos
españoles y ahí es importante avanzar en la unión bancaria para lograr una
supervisión general", apuntó, y lamentó que "a pesar de las buena intenciones,
todo avanza muy lentamente".