- Los españoles suspenden al Gobierno, los partidos y sus líderes, según el CIS
- Los populares pasan del 35,0% al 34,0%
- Los socialistas también caen dos puntos, del 30,2% al 28,2%
Anabel Díez | CORRESPONSAL POLÍTICA Madrid (Publicado en El País, aquí)
Fuente: CIS / EL PAÍS
Cada encuesta del Centro
de Investigaciones Sociológicas (CIS) es peor que la anterior para los
grandes partidos españoles. Es peor sobre la opinión que los ciudadanos tienen
de los partidos y de las instituciones democráticas, y es peor la nota que ponen
a los políticos de la oposición y a los que gobiernan. Ese es el retrato que
ofrece el CIS en su barómetro del mes de abril, según el cual el PP sigue en
caída al cosechar el 34% de la intención de voto, cuando el trimestre anterior
—en el barómetro del mes de enero, publicado
en febrero— era del 35%. Desde que se celebraron las elecciones, el PP ha
perdido ya 11 puntos.
Sin embargo, los populares se despegan un trecho de los socialistas y se
colocan a 5,8 puntos por encima del PSOE, que se queda en una estimación de voto
del 28,2%, cuando el trimestre pasado estaba en el 30,2%. Este es el dato al que
se aferra el PP, como este viernes hizo el portavoz adjunto del Grupo Popular,
Rafael Hernando. Por su lado, los socialistas quieren llamar la atención sobre
los cuadros en los que figuran el voto directo y el voto más simpatía. En
efecto, los resultados directos, sin la llamada “cocina”, que todos los
sociólogos introducen para tratar de aproximarse lo más posible a la realidad,
colocan al PSOE por encima del PP. Una intención de voto directa del 12,5% a los
populares y un 13,7% a los socialistas, según destacaba el secretario de
Organización del PSOE, Óscar López, no sin admitir que los resultados de su
partido son “malos”.
Si se tiene en cuenta en todos los casos el voto directo, sin “cocina”, la
diferencia del PSOE con respecto a Izquierda Unida es de 6,6 puntos a favor del
primero, en tanto que con las correcciones introducidas IU obtiene el 9,9% de
los votos, seguida de UPyD con el 7,4%. Estos últimos datos son muy similares a
los que IU y UPyD obtienen en otros estudios demoscópicos, también en los realizados
por Metroscopia para EL PAÍS, por lo que la tendencia al alza de UPyD e IU
parece incuestionable. La encuesta del CIS se pregunta también por la formación
Equo, que se queda entre el 0,6% y el 0,5% del voto en toda España. Todos los
partidos bajan ligeramente, salvo ERC, que obtiene un 2% de los votos.
Ante todo, esta encuesta, realizada entre el 1 y el 8 de abril, refleja el
malestar ciudadano. El 90% considera que la situación es mala o muy mala, y el
85% da por seguro que el año próximo no mejorará. La máxima preocupación se
centra en el
desempleo: el 80,7% lo sitúa como el primer problema. El siguiente bloque
suma un 39,3%, que cita la corrupción como máximo problema. En tercer lugar, un
35,5% centra la preocupación en la situación de la economía. Otro trimestre más,
la política y los políticos ocupan un mal lugar para los encuestados: el 29,4%
los cita como principal problema.
A partir de ahí, no es extraño que todos los políticos suspendan. Ninguno
llega al cinco, aunque Rosa Díez, de UPyD, se mantiene como la mejor valorada
con un 3,96. Cayo Lara, líder de IU, la otra formación que sigue en alza, se
queda con un 3,52. A partir de ahí, hay que bajar varios peldaños hasta
encontrar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que obtiene un 2,44. Dentro
de los malos resultados, el PSOE podría presumir de que su secretario general,
Alfredo Pérez Rubalcaba, está por encima de Rajoy al obtener un 3. Pero a
continuación llega el jarro de agua fría sobre ambos, aunque en algunos
parámetros más sobre el PSOE. Un 68,5% considera mala o muy mala la gestión del
Gobierno; pero ese porcentaje se eleva al 71,5% cuando se pregunta por la
oposición que hace el PSOE. Aunque el desapego hacia los políticos es una
constante en el último año, en los días en los que se hizo esta encuesta hubo un
aluvión de noticias sobre la
imputación de la infanta Cristina por el caso Nóos. También el
presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, estaba en primera de la actualidad
—EL PAÍS acababa de informar sobre su amistad con un narcotraficante,
actualmente en prisión—, y los escraches en los domicilios de los políticos,
promovidos por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca habían cobrado
especial relevancia.
Con ese clima, los ciudadanos consultados infligieron un duro correctivo al
Gobierno, a los partidos políticos y al Parlamento. Todos
suspensos.