Fernando Garea Madrid (Publicado en El País, aquí)
Rosa Díez en una sala de reuniones del grupo parlamentario de UPyD en el
Congreso, el pasado miércoles. / ULY MARTÍN
Rosa Díez (Vizcaya, 1952) encabeza Unión Progreso y Democracia (UPyD), el más reciente de los
partidos nacionales, con un discurso de regeneración y reforma del modelo de
Estado. Proclama el final del bipartidismo. Ahora solo gobierna el
Ayuntamiento de Hernansancho (Ávila).
Pregunta. ¿Por qué sube UPyD en las encuestas?
Respuesta. Porque los ciudadanos sienten que hay una
necesidad de otra opción política y por eso respondemos a una demanda que ya
existía.
P. ¿Estamos ante un nuevo modelo político con el final del
bipartidismo?
R. Sin duda. En España ocurre siempre lo mismo que en otros
países de nuestro entorno, aunque más tarde. El bipartidismo ha tenido su
historia en casi toda la democracia, porque al inicio de la Transición hubo
cuatro grandes partidos nacionales, pero treinta y tantos años después volvemos
al origen.
P. ¿Qué consecuencias tendría ese cambio de modelo?
R. Hay un modelo bipartidista agotado y la consecuencia más
directa sería que los ciudadanos tendrían más opciones al elegir. La pluralidad
siempre es un elemento relacionado con una democracia de calidad y la gente se
sentiría más vinculada, con menos tentaciones de situarse al margen de la
política. La ley electoral buscó el partidismo porque el legislador tenía miedo
de que España fuera ingobernable. Eso ha cumplido su etapa y los ciudadanos
tienen ahora otras exigencias.
P. Si fuera así y se necesitaran acuerdos para gobernar,
¿con quién estaría más cómodo UPyD?
R. Lo importante no es la pareja, sino la música. Y la
música en política son las leyes, las decisiones, las opciones. No se trata de
elegir parejas, sino en ponerse de acuerdo sobre la música que queremos bailar.
Cómo resolver lo que consideramos los problemas fundamentales de los ciudadanos.
Ni el PP ni el PSOE han querido entrar en nuestras propuestas, como las de
regeneración democrática o despolitización de los órganos de las cajas de ahorros,
del Poder Judicial, de los órganos reguladores, la reforma del modelo
territorial… No hay diferencia entre PP y PSOE en no querer discutir estos
asuntos, los dos están muy cómodos en su statu quo que les garantiza mantener su
alternancia. Hablaremos de ello con quien haya que hacerlo.
P. ¿La reforma de la Constitución sería irrenunciable?
R. Hay muchas cosas que no requieren reforma constitucional
y que podemos ir haciendo, aunque tengamos el horizonte de reformarla. Antes de
ir al modelo territorial se puede cambiar la ley electoral sin tocar la
Constitución, recuperar la competencia
en educación, la independencia de los órganos reguladores, la reforma del Código
Penal contra la corrupción… Hay muchas propuestas que no requieren cambios en la
Constitución, aunque de forma acordada se tenga ese horizonte de elecciones
constituyentes. Sin miedo, porque el artículo 135 se cambió en 24 horas en un
despacho sin consultarlo.
P. ¿Su modelo es centralizado, de las autonomías o
federal?
R. Defendemos el modelo federal cooperativo. Una amplia
descentralización del Estado; cooperativo y no competitivo como el de Estados
Unidos, de alta descentralización en el que el Estado tiene competencias en
cuestiones que estimamos que protegen derechos fundamentales. Quien proclama el
derecho tiene que tener instrumentos para hacerlo efectivo con igualdad a todos
los ciudadanos, otra cosa es quién lo ejerce. Lo más parecido al modelo alemán.
Hay que acabar con las duplicidades, porque cuando hay varios que asumen las
mismas competencias, no hay nadie que asuma la responsabilidad y, además del
despilfarro, hay una indefensión de los ciudadanos.
P. ¿Cuáles son sus propuestas básicas contra la crisis?
R. La única manera de afrontar con éxito la crisis económica
se deriva de afrontar la crisis política que está en las instituciones y que
parte de la necesidad de reformar nuestro modelo territorial, hacia un modelo de
Estado que sea sostenible y viable.
P. ¿UPyD es de izquierdas o de derechas?
R. En fin, yo creía que a estas alturas no me iba a hacer
esa pregunta. Comprendo que es mucho más fácil esconderte detrás de un adjetivo,
pero nosotros somos un partido inequívocamente progresista y nacional. Hay quien
dice que somos de la extrema derecha y quien dice que somos de la extrema
izquierda; nos la repampinfla el adjetivo. Somos la política que defendemos. La
calificación, que la haga cada uno.
P. ¿Es UPyD oportunista porque no tiene el desgaste de haber
gobernado y lanza los mensajes que la gente quiere oír, buscando los huecos que
dejan otros?
R. Cada vez falta menos para que se pueda comprobar cómo
somos cuando gobernamos.
P. Tienen un discurso contra los políticos profesionales,
pero usted lleva 30 años viviendo de la política…
R. No tenemos un discurso contra los políticos
profesionales; tenemos un discurso contra los malos políticos y la mala
política. Hay una diferencia brutal entre los políticos profesionales y los
profesionales de la política. Los políticos profesionales, como los periodistas
profesionales o los médicos, son los que hacen bien su profesión. Los
profesionales de la política o la medicina o el periodismo son los que están
para lucrarse de la profesión, pero no hacen bien su tarea. Estamos a favor de
la regeneración de la política, la limitación de mandatos, la transparencia, los
controles…
P. ¿Usted nunca ha tenido ningún privilegio como
política?
R. No. Pero hay quien puede entender que tener un sueldo
todos los meses es un privilegio. Tenemos a nuestro favor que incluso hemos
propuesto eliminar unas pensiones para las que teníamos una expectativa de
recibirla.
P. Tienen un discurso antinacionalista, pero estuvo en el
Gobierno vasco que presidía el PNV.
R. No es verdad. No es contra los nacionalistas,
sencillamente no soy nacionalista, ni lo era en el Gobierno de coalición.
Tampoco es verdad que no tuviera entonces opinión contraria de lo que significa
el nacionalismo. Siendo consejera, publiqué muchas cosas explicando esto.
P. Está contra la ley electoral, pero estaba en el PSOE y no
la cambió.
R. En el año 2000 ya di una conferencia en el Club Siglo XXI
en la que planteaba la reforma de la ley electoral y seguía siendo miembro del
PSOE. Debe ser que tengo que pedir perdón por eso, pero en el partido socialista
estuve bastante más preocupada en lo de la libertad que en lo de la igualdad,
debía ser que me tocó vivir en un lugar en el que la libertad era lo más
urgente. En fin.
P. ¿Se sigue considerando socialista?
R. Soy una socialdemócrata clásica. El partido no lo es.
UPyD no es socialdemócrata, pero yo sí.
P. ¿Cuál es su posición sobre el aborto?
R. Hicimos enmienda de totalidad a la ley anterior y
defendemos un acuerdo porque no es un asunto de izquierdas ni de derechas, sino
transversal. La ley anterior de supuestos tenía fallos porque uno de los
supuestos era un coladero y la actual mezcla plazos y supuestos y no resuelve el
problema. Se hizo mal y se quiere cambiar mal. Mi posición es favorable a los
plazos.
P. ¿Qué debería hacer y no hace el Gobierno frente al proceso soberanista en Cataluña?
R. El Gobierno y el Estado deberían de existir en Cataluña.
Que los catalanes sientan que el Estado existe en Cataluña, además del Tribunal
Constitucional, como proyecto, defensa de intereses y valores de todos. El
Gobierno no está con un discurso alternativo, solo está en los tribunales. Ante
la pulsión soberanista Rajoy hace lo que hace con todas las cosas: se dedica a
esperar a ver si otros se aburren, en este caso Artur Mas.
P. ¿Si una mayoría del Parlamento de Cataluña quiere la
independencia qué se puede hacer para impedirlo?
R. La independencia nos afecta a todos los españoles. Si una
mayoría del ayuntamiento de Barcelona quiere independizarse de Cataluña, ¿cómo
lo hace Cataluña? Oiga es que la independencia de Barcelona afecta a toda
Cataluña. Todos tenemos el deber y la obligación de pronunciarnos, es lo que
tienen las democracias, que son incluyentes. Lo que nos plantea el nacionalismo
catalán es declararnos extranjeros a muchos españoles en Cataluña y a muchos
catalanes en España y las democracias son muy contrarias a eso.
P. ¿Se siente nacionalista española?
R. Ni me siento ni lo soy. Los nacionalistas creen que todos
tienen que ser nacionalistas de algo y no entienden que se puede ser catalán,
vasco o español sin ser nacionalista.
P. ¿UPyD es un partido monárquico o republicano?
R. No nos parece que el modelo de Estado haya que
redefinirlo. Vivimos cómodos en la monarquía parlamentaria, pero la monarquía
también tiene que cambiar. Esta exigencia de transparencia y de rendición de cuentas y
comportamiento más exigente que la ciudadanía tiene con nosotros no se para ante
ninguna institución y tampoco ante la Casa Real y la única forma de que siga
siendo útil es que se adapte a los tiempos con normalidad. No se le puede exigir
menos rigor, control y transparencia a la Jefatura del Estado si es una
monarquía que si es una república.
P. ¿Está a favor de subir o de bajar impuestos?
R. Estamos a favor de una reforma fiscal radical y común que
ataje esta fiscalidad diversa y a la carta, cambiable, irresponsable y negativa
en sus consecuencias. En nuestra web están recopiladas nuestras propuestas
fiscales y estamos profundamente en contra de la improvisación fiscal y creemos
que tiene que haber una fiscalidad común en Europa y en España, definida de
forma global y consensuada, sin privilegios.
P. ¿Está a favor de la reforma laboral?
R. UPyD es el único partido que está a favor del contrato
único e indefinido, con una indemnización creciente desde el primer día. Lo
defendimos la legislatura pasada para acabar con la dualidad y criticamos esta y
la anterior reforma laboral. Es extremadamente irresponsable que el Gobierno
ventile el asunto diciendo que es inconstitucional, porque además de falso es
una falta de respeto a la inteligencia.
P. ¿Está a favor de las privatizaciones en la sanidad?
R. En contra. Radicalmente. Por la forma y por el fondo. Y
muy en contra de no llamar a las cosas por su nombre, porque lo que se está
produciendo en Madrid es una privatización del sistema de salud, con perjuicio
para los ciudadanos y para los profesionales.
P. ¿Hay que cambiar la ley de violencia de género como dice su diputado Toni Cantó porque hay muchas denuncias
falsas?
R. No hemos presentado iniciativas para cambiarla. Como
todas las leyes merece una evaluación. Globalmente es una muy buena ley, pero
sigue habiendo un número insoportable de mujeres que mueren, luego algo falla.
La revisión de la ley no tiene nada que ver con las denuncias falsas que, por
cierto, las hay en todo tipo de delitos.