Ernesto Ekaizer | (Publicado en Analítica-El País, aquí)
El juez Pablo Ruz ha citado a Luis Bárcenas el próximo lunes, día 15 de julio, para que preste declaración sobre la conversación que publicó el pasado domingo, día 7 de julio, el diario El Mundo. El ex tesorero nacional del Partido Popular se apresta a contratar a un nuevo abogado. Ahora ya no posee todo el tiempo del mundo. Tres días.
El juez ha convocado mañana, jueves 11, como testigo al director del diario El Mundo, Pedro J. Ramírez, para hablar sobre esa conversación y también sobre la hojas originales de tres años (1997,1997 y 1998) del cuaderno de notas contables de Bárcenas que el periódico aportó al juzgado y que publicó ayer martes, día 9 de julio. El total de las fotocopias anticipadas por EL PAÍS el 31 de enero de 2013, son catorce. Cubren los años 1990 y 2008. Faltan los años 1993-96. Tendrá que explicar Bárcenas a quien busca proteger al mutilar esos ejercicios.
Esta secuencia de citaciones es lógica. El mencionado periódico ofreció la conversación con el ex tesorero nacional del PP como eso, una conversación, y no como declaraciones entrecomilladas del personaje. El juez necesita confirmar en sede judicial y bajo juramento de decir verdad la versión del periodista. La razón de ello es que Bárcenas ha estado reuniéndose en las dos semanas anteriores a su ingreso de prisión, el pasado 27 de junio, con diferentes periodistas. Bajo la condición de que esos encuentros se hacían off the record. Es decir, con el compromiso de cerrar la boca. No publicar, vamos.
Cuando Bárcenas ingresó en prisión, el director de El Mundo, que había mantenido su conversación con el ex tesorero el día martes 11 de junio, es decir dieciséis días antes, hizo llegar a la cárcel de Soto del Real su deseo de publicar la conversación. El pacto, dado que Bárcenas estaba en prisión, era que se publicarían como la versión del periodista, excepto en el caso de un párrafo: "En las actuales circunstancias lo último que le conviene a España es que caiga este Gobierno". Bárcenas, pues, dio su bendición.
Los abogados Miguel Bajo y Alfonso Trallero desconocían tanto la reunión como la decisión de publicar su contenido. Las desinteligencias acumuladas con su cliente durante cuatro años y medio explotaron el domingo, día 7 de julio. Por deferencia hacia él, en lugar de anunciar el mismo domingo que abandonaban la defensa, decidieron finalmente anunciárselo antes frente a frente en la cárcel de Soto del Real. Eso ocurrió en la mañana del lunes pasado, día 8 de julio.
Debió de quedar conforme Bárcenas con la publicación de sus palabras narradas por el director de El Mundo el domingo 7 porque el lunes 8 de julio hizo llegar a las manos de Ramíres, a petición expresa de éste, las hojas originales, arrancadas del cuaderno de notas de Bárcenas. Un cuaderno de la marcaMiquelrius, la casa catalana fabricante de material y papelería de oficina, correspondiente a tres ejercicios. Las tan aborrecidas fotocopias publicadas por EL PAÍS son idénticas a esos originales.
Mientras, Bárcenas tiene que designar letrado. El director de El Mundo ha recomendado a Bárcenas la contratación de un amigo suyo y colaborador del periódico como nuevo abogado. Se trata del ex vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y ex juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez de Liaño.
Hay una cosa que es necesario destacar cuando se habla de los papeles de Bárcenas, ahora que María Dolores de Cospedal está a bien con Álvaro Lapuerta.
Y es que una gran parte de las 14 fotocopias (faltan cuatro ejercicios, 1993,1994, 1995 y 1996) aparecen con el visé de Álvaro Lapuerta, tesorero nacional del PP, nombrado por José María Aznar para sustituir a Rosendo Naseiro, entre los primeros años noventa del siglo pasado, tras el estallido delescándalo Naseiro y junio de 2008, fecha en la que Mariano Rajoy ascendió a Bárcenas a tesorero nacional en sustitución de Lapuerta. Bárcenas había actuado como gerente durante 26 años. Sobrevivió a Naseiro, lo que es mucho decir.
En los originales fotografiados por El Mundo los visés de Álvaro Lapuerta son muy visibles, lo mismo que en las fotocopias publicadas por EL PAÍS. Un peritaje encargado por EL PAÍS, precisamente, confirma que se trata de la letra de Álvaro Lapuerta.
Por tanto, desacreditar los papeles con el argumento de que se trata de una "operación de acoso y derribo" de Bárcenas es igualmente infantil y manipulador que cuando el PP argumentaba que los documentos carecían de valor alguno porque solo eran fotocopias.
Álvaro Lapuerta, imputado en la causa, ha certificado esa contabilidad personal y manuscrita llevada por Bárcenas. Para hablar con propiedad hay que referirse a la contabilidad secreta de Bárcenas & Lapuerta.