"La traición supone una cobardía y una depravación detestable". Barón de Holbach (1723-1789) Filósofo francés.
No suelo insistir sobre un mismo tema aunque hay algunos que, por su trascendencia, por su repercusión sobre los españoles, por lo que conllevan de desprecio por nuestra patria, España, y por lo que implican de deslealtad y maldad, no pueden ignorarse so pena de que, el silencio, se pudiera interpretar como consentimiento, apoyo o, en el mejor de los casos, como indiferencia, ante aquellos perjuicios o daños que, de ignorarlos pudieran derivarse para todos aquellos españoles que aman a su patria, respetan a sus instituciones y símbolos y se sienten profundamente ofendidos, en su honor, cada vez que algún cretino pretende insultarla o faltarle al respeto, impulsado por sus ideas políticas, por su fanatismo partidista o por pretender importar para nuestro país aquellos sistemas de gobierno autoritarios, dictatoriales, opresivos y trasnochados, basados en la privación de las libertades individuales, el reproche al sistema democrático y la demolición de la moral y la ética.
Hasta los ingleses, en una reciente encuesta, han reconocido por una gran mayoría que, Gibraltar, es español. Ya comentamos en otro lugar las causas por las que, por componendas europeas en las que poco pudimos opinar, el tratado de Utrecht nos privó del peñón que pasó a manos de los ingleses. Añadamos que el inmenso imperio que llegó a poseer la Corona inglesa fue explotado desde la metrópoli hasta que, las respectivas etnias que habitaban aquellas colonias, decidieron que había llegado la hora de desprenderse de su yugo. Queremos decir, para aquellos incautos que piensan que sólo negociando vamos a conseguir rescatar Gibraltar de las zarpas inglesas, que Gandi, en la India, consiguió, junto al Pandit Nehru, librarse de la dominación inglesa soportando mil vejaciones, permaneciendo encarcelado una parte de su vida y soportando de las tropas inglesas matanzas de sus compatriotas sin que, en ninguna ocasión, les diera motivos para que las pudieran justificar. Nadie supera a los ingleses en el domino del arte de negociar, de prolongar las negociaciones in eternum y en utilizar todos los trucos dialécticos y sus influencias políticas, que son muy grandes, para conseguir alcanzar sus objetivos.
Es evidente que, si como hizo el señor Moratinos negociando a tres partes, con Gibraltar, UK y España, aceptando de hecho la calidad de nación independiente de Gibraltar, un contubernio que acabó en el pacto llamado de Córdoba; no se consigue otra cosa que hacerles el juego a los ingleses y perpetuar la presencia del UK en su colonia española. El procedimiento a utilizar es el de "la gota de agua", la persistencia e insistencia en crearles dificultades, molestias y demostrarles que, cada nuevo intento de ensanchar sus posesiones en la bahía de Algeciras va a ser contrarrestado con una vuelta de tuerca más en las dificultades que se les van a crear en la frontera con España. Vean el efecto inmediato que ha producido el solo hecho de haber intensificado los controles de la frontera; algo que se podría complementar dificultando los aterrizajes en el aeropuerto –construido fuera de los límites del peñón – así como el tráfico de mercancías con destino a proveer la colonia británica.
Dicho esto, no nos cabe más que demostrar nuestro repudio, criticar su falta de patriotismo y denunciar sus malas artes hacia todos aquellos que, con fines espurios, partidistas, egoístas y, evidentemente, destinados a perjudicar los intereses de los españoles, les están haciendo el juego a ingleses y gibraltareños, criticando la firmeza de las autoridades españolas, apoyando al gobierno títere de Gibraltar escudándose en el posible daño que se les puedan hacer a los trabajadores españoles en la Roca, pretendiendo que España permanezca indiferente ante las continuas provocaciones de los habitantes de la colonia, empeñados en ir consiguiendo, por medio de la política de hechos consumados, ampliar los límites del perímetro que se les concedió por el tratado de Utrecht. Para estos mercenarios, España debería pasar por alto nuestros intereses y nuestras aguas territoriales cediendo ante la evidencia de que desde el Peñón se están lanzado bloques de cemento sin otro objetivo que agrandar su espacio marítimo y, con ello impedir a nuestros barcos de pesca poder faenar en sus caladeros habituales. Suena a traición que los socialistas pretendan jugar con dos barajas cuando declaran, con la boca pequeña, como hizo la señora Trinidad Jiménez, que apoyan al Gobierno en los temas de soberanía de la Roca, pero critican la forma en la que ha reaccionado el Ejecutivo y las palabras empleadas por nuestro ministro de AA.EE.
Lamentable, señora Jiménez, que usted, exministra de AA,EE, tenga la desfachatez de desautorizar a un gobierno que se esfuerza en deshacer los entuertos de un incapaz y marrullero señor Moratinos que, con sus cesiones, contribuyó a complicar más la posibilidad de que España recuperara lo que le fue robado en 1713. Esta señora fue la que vio "muy positivo" el plan de "regionalización marroquí para el Sahara" respecto al antiguo protectorado español, hoy en conflicto con el llamado "Frente Polisario"; sin tener en cuenta lo que los habitantes de la región piensan al respecto que, sin duda, es lo contrario de lo que opina la señora Trinidad Jiménez.
Más comprensible, pero no menos repudiable, ha sido el previsto comportamiento de Amayur, esta organización política sucesora de Batasuna – a la que el TC, presidido por Pascual Sala, tuvo la grave equivocación de declararla legalizada, permitiéndole que entrara en el Parlamento español, desde donde ha dado repetidas muestras de su ligazón con ETA, sin que el TC haya tomado ninguna decisión para volverla a ilegalizar –.que no se ha conformado con criticar al Gobierno español, sino que se ha desplazado a Gibraltar para apoyar, in situ, al gobernador de la Roca, señor George Rooke en su contencioso con España. ¿No le basta al TC esta traición a la patria y deslealtad al Gobierno español para iniciar un procedimiento contra estos sujetos de Amayur? El señor Iñarritu, no conforme con la traición cometida, la ha querido agravar alineándose con los ingleses criticando a España por "negarse a reconocer el derecho a decidir del pueblo gibraltareño".
Con estos mimbres, con los pocos apoyos que el Gobierno del señor Rajoy ha recibido del resto de partidos del arco parlamentario, está quedando demostrado que en este país, fruto de los 7 años del gobierno del PSOE, la preocupación de los españoles por su país parece que ha desaparecido, que el individualismo relativista, egoísta y acomodaticio nos ha invadido y que, ahora, los verdaderos nacionalistas son aquellos que pretenden dividir a España por medio del enfrentamiento sin que nadie, ni las autoridades nacionales, ni las instituciones, empezando por el Jefe del Estado, ni las FF.AA, sumergidas en labores de "paz", con lo que incurren en una gran contradicción al utilizarse para fines para los que no fueron creadas.; dan la sensación de ser capaces de darle la vuelta a esta falta de patriotismo que, a día de hoy, parece que afecta a una importante parte de nuestra sociedad, para desesperación de aquellos que vemos espantados como aquellas virtudes que tanto ensalzaron a nuestro país, aquellos valores de los que estábamos tan orgullosos y aquellos hechos que tanto prestigio nos ensalzaron; se ha convertido en meros recuerdos para la generaciones actuales, que parece que han perdido el interés por todo lo que no sea, como dicen ellos, "vivir a tope" y sacar el máximo provecho de la existencia. Quien sabe, quizá seamos nosotros los equivocados, pero no por eso vamos a abjurar de nuestros principios. O esta es, señores, mi manera de pensar.
Miguel Massanet Bosch