(Publicado en el Blog de Álvaro Anchuelo, aquí)
as cifras mensuales del SEPE correspondientes a enero de 2014 respaldan la postura de UPyD, en el sentido de que la reciente euforia del Gobierno respecto a la situación del mercado de trabajo resulta notablemente exagerada.
Es cierto que enero es un mes tradicionalmente malo en términos de empleo (por el fin de las contrataciones navideñas). No menos cierto es que el Gobierno se olvida de la estacionalidad en los meses en que favorece su discurso.
Aun así, los datos son preocupantes. La variable más relevante a la hora de hablar de recuperación de la economía es el número de empleados (más que el de parados, que puede reducirse por el abandono de la población activa al dejar de buscar empleo por desánimo o al abandonar el país). El número de afiliados a la Seguridad Social bajó en enero en 184.031 personas con respecto a diciembre. Se trata del número de adscritos al sistema más bajo desde 2002. Es decir, en términos de empleo (tras 6 años ininterrumpidos de destrucción de puestos de trabajo) estamos ahora como hace 12 años. El dato es escalofriante y habla por sí solo.
En cuanto al paro, el número de desempleados registrados en las Oficinas de los Servicios Públicos de Empleo, al finalizar el mes de enero, ha subido 113.097 personas en relación con el mes anterior. El paro sube menos en enero que la destrucción de empleo en el mismo mes porque hay parados que dejan de serlo al abandonar la búsqueda o el país, no porque encuentren un empleo.
No menos llamativa es la precarización del empleo que ha tenido lugar. En enero de 2014 se han registrado 98.366 contratos de trabajo de carácter indefinido. Representan sólo el 7,81% de todos los contratos. Esto supone una reducción de 2.243 (-2,23%) sobre igual mes del año anterior. Los contratos indefinidos del mes de enero se dividen, en cuanto a la duración de su jornada, en 59.944 a tiempo completo y 38.422 a tiempo parcial. Es decir, de ese escaso 7% de contratos indefinidos (el 93% restante son temporales) casi la mitad (un 40%) son a tiempo parcial. Máxima precariedad, por tanto.
UPyD seguirá defendiendo la contratación indefinida como método normal de contratación, mediante su propuesta de contrato indefinido único.