No pasa nada por no saber lo que es una SICAV. De hecho, salvo que uno sea un avezado inversor, un experto en finanzas, un empleado de banca o un abogado fiscalista, es muy probable que no lo tenga muy claro. En cambio, lo que no es muy presentable es criticar a quien tiene o pudiera tener unos ahorros en una SICAV sin saber de qué se trata. El revuelo de los últimos días ha tenido una ventaja: varios expertos han explicado lo que es de forma muy clara. Ahora, el que siga diciendo sobre las SICAV y sus titulares cosas que no son ciertas, lo hará porque no es capaz de entender textos sencillos o porque la verdad le trae sin cuidado y sólo le importa el linchamiento. Resumidamente, es un instrumento que permite que varias personas pongan en común sus ahorros para gestionarlos (normalmente pensando a largo plazo) con una fiscalidad similar a la de los fondos de pensiones. Similar pero un poco peor. Se puede encontrar más información, por ejemplo, aquí yaquí.
UPyD ha presentado iniciativas contra el uso fraudulento de las SICAV, pero no pide su eliminación
Es falso que las SICAV sean en sí mismas un instrumento para que los ricos no paguen impuestos. Lo que ocurre es que hay algunas grandes fortunas que utilizan las SICAV de forma fraudulenta para pagar menos de lo que les corresponde. No es el caso del Parlamento Europeo: allí, como está previsto, centenares de personas pusieron en común sus ahorros de forma legal. Contra el uso fraudulento, Unión Progreso y Democracia ha presentado iniciativas legislativas que, por desgracia, no han prosperado. A la vista de la situación creada por la crisis en España, UPyD pidió también que se revisara la fiscalidad de las SICAV. Aún así, los beneficios de éstas tributan algo más que un fondo de pensiones común y corriente, y lo mismo que cualquier fondo de inversión. En España hay muchos millones de personas con fondos de pensiones y de inversión. Y, desde luego, no hay muchos millones de ricos.
No hay que ir a Luxemburgo a buscar fantasmas. En España existen privilegios fiscales en País Vasco y Navarra. Y sólo UPyD los denuncia
Los problemas fiscales de España son muy distintos. Sigue existiendo un inmenso gasto superfluo en forma de diputaciones, organismos de todo tipo, mala gestión y exceso de municipios. Además, los que más ganan están claramente favorecidos por el sistema (entre otras cosas, pueden usar las SICAV de forma irregular). Y no se hace lo suficiente para combatir el fraude. Contra todo esto ha presentado UPyD decenas de iniciativas. Y seguirá haciéndolo.
Además, no hay que ir a Luxemburgo a buscar fantasmas. En España existen privilegios fiscales en País Vasco y Navarra, dos de las comunidades más ricas del país. Incluso, el gobierno Navarro cometió durante lustros un fraude fiscal sistemático que ha sido indultado por el Gobierno. Cuando UPyD denuncia estos privilegios y este fraude, todos los partidos, desde el PP hasta Izquierda Unida, se revuelven en su contra. Sorprendentemente, Willy Meyer ha dimitido por algo que era tan legal como ético, mientras su coalición defiende con el cuchillo entre los dientes los privilegios de las autonomías ricas amparándose, para mayor vergüenza, en falsas tradiciones.