Seguramente su innata soberbia le impide ver el monstruo que está intentando crear.
Un país con cuatro millones y medio de parados registrados en el INE es un país en el que el descontento, el desánimo, la impaciencia y la pasión son verdaderas yescas en las que, el fuego revolucionario, fácilmente puede prender. De hecho, muchos nos admiramos de la paciencia, el sentido común, la tranquilidad y la responsabilidad con la que se han tomado estos desocupados su triste situación y todavía más mérito se les puede atribuir a los que, transcurrido el plazo de percepción del subsidio de parado, se han visto privados de él y, en el mejor de los casos, se han tenido que acomodar con 400 euros al mes; cantidad a todas luces insuficiente para poder sacar adelante a una familia por muy reducida que sea. Sin embargo, que nadie se engañe los españoles nos encontramos encima de un polvorín que, de seguir persistiendo la falta de trabajo, de mantenerse la contención de los créditos y la atonía que viene afectando a empresarios, industriales y vendedores, no hay duda de que: el mantenimiento del orden público, la ocupación de las calles por violentos y los actos de hostilidad al régimen, se van a multiplicar en beneficio de aquellos que siguen intentando destruir a nuestra nación.
Estamos convencidos de que, el actual Gobierno, ha estado trabajando duro para conseguir darle la vuelta a la situación y de que, en estos momentos, hay esperanzadores signos de que algo se está moviendo en el sentido de una incipiente recuperación de nuestra economía y unos tímidos avances en la contratación de trabajadores; no sólo por circunstancias coyunturales sino, incluso, eliminándolas de los estudios realizados. Falta, sin embargo, ver si estos atisbos de mejora van a ser suficientes para evitar que, el malestar generalizado que se está extendiendo por España, haga que el buen comportamiento que hasta ahora se le ha podido atribuir a los más afectados por la crisis, pueda seguir manteniéndose, de modo que cualquier intento de desestabilizar el país por grupos interesados en evitar que llegue la recuperación antes de que ellos hayan conseguido sus fines revolucionarios, esté condenado al fracaso.
El hecho de que haya dos comunidades en las que el Gobierno tenga que bregar con nacionalismos exacerbados sin que, de momento, haya encontrado el medio de acabar con las exigencias de los separatistas; no ayuda en absoluto a disminuir la tensión que ya se está notando, cada vez con mayor incidencia, en una ciudadanía a la que, 7 años de crisis, de recortes, de reducción de salarios, de paro, de suspensiones de pagos, quiebras y de anuncios de mejora, que los españoles no acabamos de creernos del todo, porque ya son tantas las veces que nos lo han anunciado que una más ya no nos afecta.
Estos atisbos de que, los grandes apuros económicos que nos afectaban de una manera tan dolorosa y la relajación de los mercados bursátiles que amenazaban con desarbolar nuestra economía y conducirnos, inevitablemente, hacia la quiebra o, lo que viene a ser lo mismo, someternos a un rescate comunitario; han puesto de los nervios a la izquierda española que, empezando por el PSOE, que intenta dar la impresión de ser un partido responsable en materias de Estado, seguido por IU, ERC, UP, ICV y toda la infinidad de corpúsculos y agrupaciones ciudadanas que desean, juntamente con los separatistas, puesto que por las urnas no lo consiguen, iniciar una campaña anticonstitucional valiéndose de todos los trucos en los que son verdaderamente maestros; todo ello antes de que la ansiada recuperación les prive de los argumentos de los que hoy se valen para sus campañas revolucionarias.
Y en este contexto, podemos situar a este señor que está convencido de que ha venido al mundo para salvarlo de los pecados de la derecha, sólo que para ello, nos va a llevar a incurrir en los pecados de la izquierda; con lo cual, si consiguiera sus objetivos, seguiríamos bajo la zapa de los poderosos, sólo que en esta ocasión en lugar de depender del "capitalismo extremo" pasaríamos a hacerlo del "totalitarismo absolutista de los comisarios del pueblo". Si señores, porque el señor Pablo Iglesias, como suele suceder con todos estos falso profetas que se erigen en salvadores del pueblo, en cuanto abre la boca y deja de mostrase como un chamán visionario, empieza a perder parte de la aureola que se ha ganado simulando ser un enviado del cielo para salvar a la humanidad de si misma.
Si se había callado sus concomitancias con el chavismo del señor Maduro y nos había ocultado las suntuosas retribuciones que recibía por sus "consejos", del régimen bolivariano de Venezuela ( algo que a estos sujetos siempre les pone nerviosos por el hecho de que, un Ché Guevara millonario, nunca aparece como muy creíble ante los que viven en la miseria); y cuando se han desvelado, intenta por todos los medios desmentir sus relaciones con el autócrata venezolano; desde hace unos días , cuando ha vuelto a hablar, nos ha dado una nueva pista sobre su verdadera personalidad totalitaria.
Pues nuestro eurodiputado de Podemos, se ha descolgado con uno de los recursos más manidos, usados por los dictadores, entre ellos el propio Maduro, consistente en evitar que la prensa se pueda expresar en libertad. La famosa "censura" que se le reprochaba al régimen del general Franco y que tanto ha dado que hablar respecto a las libertades de los países que se mueven dentro de la órbita comunista, que no permiten que las noticias se den tal y como son o que determinados editoriales o artículos puedan poner en duda las medidas emanadas del régimen. En fin, no le demos más rodeos, la censura es el arma de los tiranos para coger por el gaznate y apretar a todos aquellos demócratas que pretenden poner de manifiesto los errores, la falta de libertades, los abusos y excesos del gobierno y todo aquello que pudiera redundar en beneficio de los ciudadanos, que tienen pleno derecho a conocer tanto en los aciertos como en los errores de quienes les gobiernan.
El que circunstancias que hayan favorecido a P.Iglesias en un momento especialmente delicado de nuestra Historia o que determinadas TV, especialmente la TV6; le hayan aupado, quién sabe por qué tipo de oscuros intereses, y haya conseguido hacerse con un determinado grupo que, como suele suceder, se ha dejado guiar más por el corazón que por el cerebro, para contribuir a promocionarlo; no quiere decir que sea capaz de tragarse tanto bocado y que, cuando se quiera dar cuenta, le ocurra como a tantos miembros del partido soviético, víctimas de la lucha por el poder, que fueron víctimas propiciatorias de los autócratas comunistas. Seguramente su innata soberbia le impide ver el monstruo que está intentando crear.
Se habla de que el propio Lenin fue eliminado por Stalin por medio de un veneno; Trotski, Kámenev, Zinoviev, Bujarin o Yezhov fueron otros importante miembros del PC ruso eliminados por el dictador. Antípov, Kírov, Shvernik y Komarov, cayeron eliminados en manos de los esbirros de Stalin, que fueron desapareciendo uno tras otro. No sabemos la solidez que tiene el actual equipo de Iglesias, ni la fuerza de sus estructura ni si está financiado desde Venezuela o tiene otros apoyos que se ignoran. Lo que es evidente es que, su permanencia al frente de su formación, se deberá exclusivamente a lo útil que les pueda seguir siendo a los que, sin duda, se ocultan detrás de las bambalinas de este teatro en el que, por ahora, figura como protagonista. Todo se verá. O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, vemos en este Pulcinella o Polichinela de la política, como un simple embaucador de incautos.¿Habrá alguien que le quite la máscara?
Miguel Massanet Bosch