(Publicado en República de las ideas-Caffe Reggio, aquí)
Es el colmo de la desvergüenza nacional que el Gobierno que preside Mariano Rajoy pretenda cobrarle a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios los gastos y costes de la repatriación a España del misionero enfermo y víctima del virus del ébola, Miguel Pajares. No sabemos a qué se debe semejante disparate si al laicismo de Rajoy o a la idiotez de la ministra Ana Mato, cuyo Jaguar se lo costeaba Correa sin que ella se percatara de semejante beneficio y lujo a su favor, como el uso y abuso de billetes de avión para su familia y gratis total.
Pero vamos a ver ¿quién paga el rescate de las pateras de los inmigrantes que navegan a la deriva en el Estrecho de Gibraltar? Y de los españoles secuestrados en el mundo. O ¿quién paga el rescate de los montañeros perdidos, o de las víctimas de los accidentes de tráfico en coches, trenes y aviones? O ¿quién pagó el traslado de las víctimas del Yak-42 al regreso de Afganistán? Y sobre todo ¿quién paga los billetes de los grandes empresarios del país que viajan con los Reyes y el presidente del Gobierno para hacer negocios a costa del erario español?
Y mejor no acordarse de los amigotes del Gobierno y del ex Rey Juan Carlos que utilizaban los aviones de la Fuerza Aérea de este país para viajes de placer, cacerías, etcétera. Son demasiados los casos que se conocen al respecto. Y ¿quién pagó el uso y abuso de la mansión de La Angorilla, del Patrimonio Nacional, por amigas y amigos de la realeza?
La lista del despilfarro y del uso y abuso de las instalaciones y de transportes públicos del Estado es inagotable en este país donde hasta la cocaína se ha transportado camuflada a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano.
Si algo de dignidad le queda a la marca España en el mundo a buen seguro que ello se debe a la ingente y valiente labor de los misioneros, médicos, enfermeras y cooperantes españoles que están ayudando a las personas más desamparadas del Planeta. Y a esas personas, como el padre Miguel Pajares, que además ponen en riesgo su vida el Gobierno de España ¿les piensa pasar factura por su repatriación por grave enfermedad? Si eso es así y se lleva a cabo semejante infamia será motivo más que suficiente para que la oposición presente contra el Gobierno una reprobación en el Parlamento, y para que millones de ciudadanos salgan a las calles del país campeón de la corrupción europea a denunciar semejante golfería que no se ha de admitir ni de soportar.
¡Ya está bien de abusos y de incapacidad política de Rajoy, de su vicepresidenta Sáenz de Santamaría y de su ministra de Sanidad, Ana Mato que nunca debió entrar en el Gobierno y que debería de aprovechar este inmenso error para dimitir y desaparecer de la escena política nacional.