Skip to content

La Vanguardia de Cuenca

Intereses: comunicación y actualidad en general, weblogs, sociedad, política

Menu
  • INICIO
  • BIOGRAFÍA
  • PUBLICACIONES DEL AUTOR
  • Instagram
  • Facebook
  • X
Menu

Frenos y contrapesos

Publicada el octubre 12, 2014 por admin6567
Compartir

EDITORIAL

Se necesitan estructuras vigorosas para controlar la tendencia a la corrupción política y al abuso

 
EL PAÍS (Ver aquí)
 

La inquietud por la corrupción y el fraude continúa aumentando entre los ciudadanos, a juzgar por todos los sondeos de opinión. Hay que reforzar las estructuras y los mecanismos capaces de cortar el paso a las personas que, desde los partidos o las instituciones, ponen en almoneda la representación y el poder que conceden los votantes. Lo cual exige verificar el estado de los frenos y contrapesos destinados a obstaculizar el abuso de los privilegios del poder, de los enriquecimientos a su sombra y de los despilfarros.

Editoriales anteriores

Reformar a medias (02/07/2014)

Que no se repita (29/05/2014)

El caso Pujol puede haber contribuido al incremento de la demonización de la política. Objetivamente tampoco es una buena noticia que tres partidos de ámbito nacional (PP, PSOE, IU) y los sindicatos CC OO y UGT hayan tenido que abrir investigaciones internas o amenazado con la expulsión a militantes implicados en el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid. Pero esta vez sí han reaccionado como si hubieran comprendido que el problema es suyo y no solo de los jueces que puedan considerarlo delictivo (o no) al cabo de un puñado de años.

Bien es cierto que en este último caso quizá no habría ocurrido nada si la dirección de Bankia se hubiera abstenido de denunciar los datos sobre operaciones opacas; pero ha cumplido con su deber. Los 22.000 millones de dinero público usados para salvar a esa entidad han hecho intolerable el descubrimiento de un gasto fiscalmente opaco de 15,5 millones, forzando así la reacción de partidos y sindicatos, e incluso la renuncia como consejero de Felipe VI del último jefe de la Casa del Rey con don Juan Carlos.

La rapidez con que el PSOE y la UGT han emprendido la expulsión de José Angel Villa, mítico dirigente del sindicato minero, constituye otra muestra del cambio de actitud prometido por el líder socialista, Pedro Sánchez. Ha bastado la revelación en este periódico de la investigación abierta por el dinero oculto de Villa (1,4 millones de euros) para desencadenar actuaciones fulminantes.

Sería ingenuo desligar todas esas actitudes de las críticas feroces al statu quo que circulan por las redes sociales y que impulsan la opción de Podemos en vísperas de un año electoral; pero esa misma presión sirve de contrapeso a la tentación de cada cuadra partidista para proteger y ocultar a los suyos. Ahora bien, tampoco se trata de aceptar la lógica del populismo, que quiere hacer tabla rasa de lo existente. La política no es una conspiración para delinquir, ni los políticos están protegidos por un armazón moral muy distinto al de sus conciudadanos. Las personas cometen abusos en muchas democracias: la diferencia reside en la contundencia de la Fiscalía y de los tribunales, pero también en el vigor de otras estructuras creadas para prevenir e impedir los comportamientos indebidos.

No habrá regeneración de la democracia simplemente con los retoques anunciados por el Gobierno en la normativa sobre financiación de partidos políticos; ni con el cambio en el sistema de elección de alcaldes pretendido en su día. Un programa de regeneración tiene que garantizar la transparencia de las decisiones que se toman en una gran variedad de centros de poder (Administración central, autonomías, municipios, diputaciones), someterlos a una fiscalización profesionalizada (y, por tanto, no supeditada a los partidos) y sacar a los lobbies del limbo legal en que habitan.

También hay que asegurar la rendición de cuentas por parte de los representantes de los ciudadanos, bajo amenaza de inhabilitación por no hacerlo.

Restablecer la moral cívica y la administración austera de los caudales públicos son exigencias ineludibles. Quien no quiera dedicarse a la política bajo esas condiciones debe ser enérgicamente obligado a apartarse de ella.

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Juan Andrés Buedo: Soy pensionista de jubilación. Durante mi vida laboral fui funcionario, profesor, investigador social y publicista.
  • Actualidad
  • Administración Pública
  • Ciencia
  • Cine
  • Comunicación
  • Cultura
  • Deportes
  • Economía
  • Educación
  • Gastronomía
  • Historia
  • Juegos
  • Libros
  • Literatura
  • Medio ambiente
  • Música
  • Pensamiento político
  • Política
  • Religión
  • Sociedad
  • Sociedad de la Información
  • Televisión
  • TIC y Sociedad del Conocimiento
  • Uncategorized
  • Urbanismo y Arquitectura
  • Viajes
  • Web/Tecnología
  • Weblogs

Recent Posts

  • España en llamas-III (por Eulalio López Cólliga)
  • EPISODIOS PROVINCIALES. 19 – La Diputación de Cuenca: entre andanadas improvisadas y enchufismo mal disfrazado (por Juan Andrés Buedo)
  • Discrepancia política, colaboración interadministrativa y sentido de Estado: el ejemplo de los incendios (por Juan Andrés Buedo)
  • España en llamas-II (por Eulalio López Cólliga)
  • España en llamas-I (por Eulalio López Cólliga)

Recent Comments

  1. Fuente en Las puñeteras abstracciones (por Miguel Massanet Bosch)
  2. Fuente en Donde se habla de profetas mesiánicos, dinero negro y separatismo (por Miguel Massanet Bosch)
  3. Fuente en Rajoy niega haber recibido dinero negro y presentará sus declaraciones de la renta
  4. euromillones en Miles de personas se manifiestan contra el paro y los recortes en servicios públicos
  5. central park en ¿Hacen falta cambios en el gobierno de Rajoy? (por Miguel Massanet Bosch)
© 2025 La Vanguardia de Cuenca | Desarrollado por Superbs Tema de blog personal