Skip to content

La Vanguardia de Cuenca

Intereses: comunicación y actualidad en general, weblogs, sociedad, política

Menu
  • INICIO
  • BIOGRAFÍA
  • PUBLICACIONES DEL AUTOR
  • Instagram
  • Facebook
  • X
Menu

La casta de los embaucadores y engreídos (por Miguel Massanet Bosch)

Publicada el enero 31, 2015 por admin6567
Compartir

"Concluí por no reprocharles mucho por todas las mentiras que encontré al leerlos, viendo que eso ya es algo habitual, incluso entre los que prometen filosofar". Luciano de Samosata.

 

Es evidente que algunos, cuando deciden hablar de "castas", como es manifiesto en un sentido peyorativo, estableciendo lo que, para ellos, es el predominio del abuso, la supremacía o el vasallaje ejercido e impuesto por los poderosos sobre los más débiles, lo hacen con la intención de desprestigiar el mismo sentido de la democracia, ya que dejan de tener en cuenta que el actual gobierno del Estado español, al que critican y descalifican, fue elegido por una amplia mayoría de la ciudadanía, por medio de los votos de todos los españoles, en unas elecciones limpias, legales y con todas las garantías constitucionales. Aquí las castas no tienen razón de esgrimirse porque no existe, de momento, un medio más adecuado para elegir a los que han de regir los destinos de la nación. Cuando los charlatanes de Podemos se atribuyen la representación del pueblo, cuando pretenden tener el remedio para los males de España y tratan a los actuales dirigentes de golfos y explotadores, lo hacen desde la posición de aquellos que se sienten superiores a la democracia, que pretenden imponer en lugar de convencer o que aspiran a que los que queden bajo su potestad tengan que aceptar, de buen o mal grado, su adoctrinamientos y sus dogmas que piensan imponer cuando lleguen al poder, precisamente con métodos poco democráticos.

El dar por supuesto, sin presentar argumentos que demuestren lo contrario, que lo que ha estado haciendo el gobierno del PP, durante estos años que lleva ejerciendo de tal, no ha sido más que un cúmulo de errores y que, como se permiten opinar, España está en peor situación que cuando la recibieron de manos de los socialistas de Rodríguez Zapatero, aparte de ser inexacto, profundamente demagógico y propio de mentes cerradas, que no aceptan del adversario ninguna posible cualidad, es tan peligroso para los españoles como si se le diera a un niño un arma de fuego cargada para que jugase con ella.

La jactancia con la que Podemos da por supuesto que todo lo que se ha hecho en nuestro país (en su lucha para evitar el tener que acudir al rescate de la UE, para sacar a flote a unas entidades bancarias que amenazaban con llevar a la nación a la quiebra, para recobrar la confianza de los inversores en nuestros valores mobiliarios, principalmente la Deuda Pública, y conseguir que la prima de riesgo, que hace tres años rondaba los 600 puntos básicos, estos días esté situada en los 108 puntos, el que nuestra economía empiece a dar señales creíbles de recuperación y que el desempleo empiece a descender, aunque no con la velocidad que todos desearíamos, pero indicando una tendencia muy favorable) no es más que utilizar la credibilidad de quienes no aceptan la existencia de una derecha en el gobierno, de quienes no consienten que fuera de la izquierda nuestra nación pueda mejorar o que se empeñan sólo en resaltar los defectos, las equivocaciones o los sacrificios que se han exigido a los ciudadanos, para desprestigiar el sistema y como medio para hacer proselitismo mediante el empleo de engaños populistas, apoyados en las obsoletas tesis fracasadas del comunismo. Pero con la particularidad de que obvian dar explicaciones de cómo iban ellos a conseguir los medios suficientes para lograr poner en práctica sus promesas de mejoras sociales, cumpliendo con las normas que se han impuesto desde la CE.

Y aquí se encuentra el talón de Aquiles del montaje de estos "intelectuales" de Podemos (algunos de ellos con currículum amañados y, otros, beneficiarios de cantidades exorbitantes debidas a unos presuntos informes que han sido pagados por sus socios venezolanos a precio de oro, a pesar de que el país está rondando la banca rota). Su propuesta pretende basarse en un aumento de los impuestos para "los ricos" ¿Qué ricos?, ¿los propietarios de grandes fortunas? Estos, a la menor señal de un gobierno progresista, se largarán llevándose sus fortunas a otro país donde los traten mejor. ¿Las grandes multinacionales? Ídem de lo mismo. Vean en Catalunya como desde hace años muchas de las grandes sociedades ya se han deslocalizado. ¿La clase media, los pequeños comerciantes, las profesiones liberales etc.? Estos, precisamente, son los que han venido pagando el pato de la crisis económica. ¿Piensan lograr sacar al país de la crisis gravando el impuesto de Sociedades o bajando el IVA? El camino hacia la quiebra soberana está dispuesto.

Si no piensan pagar la deuda pública o pedir quitas o alargar los plazos, ¿cómo esperan sacar dinero para establecer un sueldo mínimo para todos los españoles, para aumentar las contrataciones de funcionarios, para pagar las pensiones o mantener el Instituto de la Salud tradicionalmente deficitario o el pago de medicinas, o mantener las infraestructuras? ¿Es así, enfrentándose a la CE, como esperan conseguir inspirar confianza para que los inversores vengan a España a invertir? O lo que nos van a proponer va a ser ¿aspirar a un sistema político al estilo de Venezuela o Bolivia o Ecuador o cualquiera de las repúblicas bananeras, regidas por dictadores al estilo del señor Maduro? A los que tanto admiran y reverencias los señores Iglesias y Monedero. La ventaja es que, a medida de que estos señores, que ahora se quejan de que se les esté investigando y se les saque los trapos sucios, se den cuenta de que esto de jugar a salvadores de la patria supone "mojarse" y estar expuestos a que, si no tienes un pasado limpio, a medida que pasen los días van a empezar a salir sus secretos, algunos que puede que no les guste que se sepan, que pueden ir empañando esta aureola de "pureza" en la que se pretenden envolver.

Y es que ir de petulantes por el mundo es exponerse a que los haya que se consideren más faroleros que ellos y les puedan dar algún que otro disgusto. Lo mismo podemos decir de sus amigos de Grecia, que ahora pretenden utilizar con Bruselas la misma presunción con la que se han impuesto en Grecia. Hasta el señor Yanis Varoufakis, flamante ministro de Finanzas griego, se ha atrevido a decir que no reconoce a la "troika" como interlocutor. Dejemos claras las cosas. En Grecia se produjo una situación económica catastrófica, fruto de creer que podían vivir por encima de sus posibilidades reales; tuvieron que ir a pedir auxilio (nadie les obligó, fueron voluntariamente) a la UE que, después de pedirles garantías de que llevarían a cabo una reforma que hiciera viable la economía de la nación y que se comprometieran a devolver el dinero que se les prestaba, les iban a socorrer con sucesivas aportaciones de capital, según las etapas establecidas, siempre que los "deberes" que se les habían impuesto se hubieran llevado a cabo.

El señor Tsipras, el actual presidente de la república, ha conseguido ganar las elecciones convenciendo al pueblo griego de que era la UE la culpable del desastre nacional y que, en consecuencia, la deuda contraída no se iba a pagar. Ahora hablan de retrasar, de pedir quitas y de no pagar intereses y eso, en mi tierra, son excusas de mal pagador que, evidentemente, no pueden ser toleradas por Europa, so pena de que esta práctica se vaya extendiendo a las naciones que también han recibido ayudas a cargo del BCE y del FMI. La mala fe de estos nuevos gobernantes ya ha aparecido en el caso de las sanciones propuestas contra Rusia por los sucesos de Ucrania, en las que Grecia ha amagado con ponerles el veto. Cabe la posibilidad de que intenten pedir ayuda a la Rusia de Putin o a China, en cuyo caso el tumor comunista ya habrá conseguido implantarse en el centro de Europa. De ahí la necesidad de que las autoridades de la UE no se dejen amilanar y se mantengan firmes para evitar el efecto contagio que podría acabar con las misma CE. O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, vemos impacientes algunos intentos de ceder ante la jactancia del señor Tsipras. ¡Sería un pésimo precedente!

Miguel Massanet Bosch

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Juan Andrés Buedo: Soy pensionista de jubilación. Durante mi vida laboral fui funcionario, profesor, investigador social y publicista.
  • Actualidad
  • Administración Pública
  • Ciencia
  • Cine
  • Comunicación
  • Cultura
  • Deportes
  • Economía
  • Educación
  • Gastronomía
  • Historia
  • Juegos
  • Libros
  • Literatura
  • Medio ambiente
  • Música
  • Pensamiento político
  • Política
  • Religión
  • Sociedad
  • Sociedad de la Información
  • Televisión
  • TIC y Sociedad del Conocimiento
  • Uncategorized
  • Urbanismo y Arquitectura
  • Viajes
  • Web/Tecnología
  • Weblogs

Recent Posts

  • España en llamas-III (por Eulalio López Cólliga)
  • EPISODIOS PROVINCIALES. 19 – La Diputación de Cuenca: entre andanadas improvisadas y enchufismo mal disfrazado (por Juan Andrés Buedo)
  • Discrepancia política, colaboración interadministrativa y sentido de Estado: el ejemplo de los incendios (por Juan Andrés Buedo)
  • España en llamas-II (por Eulalio López Cólliga)
  • España en llamas-I (por Eulalio López Cólliga)

Recent Comments

  1. Fuente en Las puñeteras abstracciones (por Miguel Massanet Bosch)
  2. Fuente en Donde se habla de profetas mesiánicos, dinero negro y separatismo (por Miguel Massanet Bosch)
  3. Fuente en Rajoy niega haber recibido dinero negro y presentará sus declaraciones de la renta
  4. euromillones en Miles de personas se manifiestan contra el paro y los recortes en servicios públicos
  5. central park en ¿Hacen falta cambios en el gobierno de Rajoy? (por Miguel Massanet Bosch)
© 2025 La Vanguardia de Cuenca | Desarrollado por Superbs Tema de blog personal