Rodrigo Rato no es el hombre que como ministro obró el milagro y que después se corrompió como quien se contagia de un virus. La corrupción estaba en el corazón del PP de
Aznar cuando llegó al poder, y el modelo económico que construyó Rato se basaba en el compadreo entre política y poderes económicos, en el chanchullo permanente y en el capitalismo de amiguetes. Ese modelo brilló como el oro falso hasta que estalló la burbuja. Entonces, se acabó la fiesta, pero los amigos de Rato ya se lo habían llegado crudo y fueron los españoles corrientes los que pagaron y seguimos pagando la factura.
La corrupción estaba en el corazón del PP de Aznar cuando Rato llegó al poder
El PP de Aznar-Rato-Rajoy fue el que aprovechó los cimientos del felipismo para culminar el entramado corrupto del que han vivido los viejos partidos a costa de los españoles. La caja B, los sobresueldos, el dinero negro… todo eso proviene de aquellos tiempos en los que el PP gobernaba y colocaba al frente de las empresas privatizadas a sus amigos. Rato simplemente se ha valido de los resortes que él mismo inventó para enriquecerse sin límite, a tenor de las investigaciones de Hacienda.
La caja B, los sobresueldos, el dinero negro… todo eso proviene de aquellos tiempos en los que el PP gobernaba
Por eso, combatir la corrupción es generar prosperidad, crear futuro, reinventar España. Es perfectamente posible una España en la que se cree empleo, con una economía dinámica, potente, al nivel de las de los países que funcionan. Para ello es imprescindible lograr una justicia independiente, unas instituciones al servicio de los ciudadanos, unos partidos limpios, el fin de los aforamientos y de las puertas giratorias y todas las demás reformas imprescindibles para acabar con la corrupción. No se puede separar la eficacia económica de la limpieza: la corrupción destruye las economías, y eso lo pagan siempre los mismos.
Bankia era sobre todo el banco del PP, y simboliza perfectamente cómo entienden la economía
No es casualidad que Rato comenzara su calvario judicial por Bankia. Aunque allí estaban todos los viejos partidos, Bankia era sobre todo el banco del PP, y simboliza perfectamente cómo entienden la economía.
Bankia es una pequeña España, controlada por los partidos, saqueada por políticos y sus amiguetes, en la que están los empresarios y los sindicatos. El modelo Aznar-Rato-Rajoy.
Por eso es imprescindible que los españoles voten a un partido limpio, sin corruptos y transparente como UPyD. Porque a nuestro país no le irá bien con más bipartidismo ni con quienes ya practican para sucederles en sus tramas. ¿Queremos de verdad una economía capaz de competir y que no deje a nadie atrás? ¿Queremos empleo de verdad y no esos contratos basura por unas cuantas horas y con sueldos irrisorios? Pues llevemos a las instituciones a quienes pueden actuar como guardianes de la limpieza, al partido que ha hecho posible que hoy Rato tenga amplias posibilidades de pasar una larga temporada en la cárcel y que los estafados de Bankia puedan recuperar su dinero.