
Ahora piden desde el PP un nuevo rumbo para el Gobierno, cuando apenas quedan unos pocos meses de legislatura. Ahora se dan cuenta de su fracaso, a pesar de que mucha gente llevaba advirtiéndoselo casi cuatro años.
Los ciudadanos han visto la trampa. Ya saben que el crecimiento del PIB e incluso la bajada del paro esconden un tremendo empobrecimiento, una precariedad escandalosa, una pobreza creciente. Saben que ellos han pagado los platos rotos de unos gobernantes irresponsables.
Cambiar de rumbo significa empezar a hacer política. Significa comprender lo que pasa en los hogares, cientos de miles de los cuales apenas tienen ingresos. Y los que encuentran trabajo lo hacen en unas condiciones que no les permiten salir de la pobreza. Decenas de millones de españoles viven notablemente peor que antes de la crisis. No se conforman con que suba el PIB.
Podemos se pasa al secesionismo en su asalto al poder
Ada Colau no tiene que hacer prácticamente nada para ingresar en el club de los secesionistas. Basta con que quienes lo administran le den el carnet de socia. Y ya está haciendo méritos con ERC.
Colau, como buena populista, carece de la capacidad y del interés por defender la unidad de España
Podemos y sus satélites seguirán poniéndose de perfil en la defensa de la Constitución y de la unidad de España, pero nadie puede engañarse: sus simpatías están con quienes quieren liquidar la igualdad.