El Mundo
(Publicado en UPyD, aquí)
Patxi López arrebataría a Ibarretxe el sillón de Ajuria Enea con los votos de PP y UPyD
El País Vasco se jugará su futuro político el próximo 1 de marzo en un puñado de votos. Una dramática jornada electoral que pondrá fin a una campaña de gestos medidos en la que el candidato del PNV, Juan José Ibarretxe, ha intentando alejarse de su perfil soberanista.
La estrategia le permitirá, según el sondeo realizado por Sigma Dos para EL MUNDO, ser el líder con más escaños en el Parlamento Vasco (27-29) pero no le garantiza presidir su cuarto gobierno con los votos de formaciones nacionalistas como EA o Aralar y de Ezker Batua (la marca de IU en Euskadi), pues juntos se quedan a un escaño de los 38 que otorgan la mayoría absoluta.
UPyD, el partido de Rosa Díez, puede lograr representantes en Alava y, con menos probabilidad, en Vizcaya y llegar a convertirse en una de las llaves de la gobernabilidad en Euskadi.
Casi un 1,6 millones de vascos concurrirán a las urnas dentro de una semana, pero el Gobierno que salga de las primeras elecciones en las que no participará ninguna lista vinculada con ETA es imprevisible. Será, por tanto, la jornada electoral más reñida de la historia del País Vasco porque el PNV puede quedarse fuera del Ejecutivo autonómico si un nuevo cuatripartito no alcanza la mayoría absoluta, lo que abriría las puertas de Ajuria Enea al socialista Patxi López.
El sondeo de intención de voto de Sigma Dos para EL MUNDO realizado entre el 13 de febrero y el pasado jueves 19 constata que el PNV ha amortiguado la pérdida de votantes que había sufrido en las últimas elecciones generales de 2008 y que, con un porcentaje de voto del 36%, recuperaría su condición de primera fuerza en Guipúzcoa y en Vizcaya.
Pese a las diferencias en población (Vizcaya triplica en censo a Alava y dobla a Guipúzcoa) la sobrevaloración del voto alavés tampoco perjudica en exceso a la lista que encabeza el propio lehendakari, aunque es muy probable que Ibarretxe sea superado en votos y en escaños en este territorio por el socialista Txarli Prieto.
Y es precisamente en Alava dónde se encuentran muchas de las claves que pueden dirimir la solución final para un difícil problema de gobernabilidad.
Los socialistas aspiran a sumar hasta 10 escaños (Sigma Dos apunta entre ocho y nueve) en Alava y llegar a los nueve en Guipúzcoa para consolidar el crecimiento que han experimentado en las tres últimas citas electorales.
El PSE, con una previsión de resultados de 22 a 25 escaños, no sólo experimenta un importante crecimiento en porcentaje de votos y escaños (hasta siete respecto a los 18 logrados en 2005), sino que se configura como una opción real de gobierno si consigue el apoyo, al menos en la investidura del próximo lehendakari, de los parlamentarios del PP (12-14) y de UPyD (hasta dos).
Patxi López, sin embargo, tendrá que afrontar el sprint final de campaña negando cualquier tipo de pacto con estas dos formaciones, consciente de que va a ser el argumento más reiterado por los dirigentes del PNV encabezados por Juan José Ibarretxe. El discurso del miedo, utilizado con éxito por los nacionalistas en la campaña del año 2001, constituye uno de los activos de movilización más eficaces del PNV y puede recortar el tímido trasvase de votos hacia el socialismo vasquista personalizado por Patxi López desde que lidera el PSE.
También el PP puede sufrir el fecto de la bipolarización de la campaña esta semana. Antonio Basagoiti baja en expectativas de voto, pero la desaparición de los nueve representantes de la izquierda abertzale minimiza la traslación de este descenso en escaños y situaría sus expectativas entre 12 y 14 representantes.
La dura pugna en Alava con UPyD pondría en peligro la ele-cción de Mari Mar Blanco -situada por los estrategas del partido en el puesto sexto de la lista por Alava-, y dejaría sin acta de parlamentario a Santiago Abascal.
Basagoiti pretende en este final de campaña recuperar a referentes de la etapa dorada de María San Gil como Jaime Mayor Oreja para asegurar ese sexto escaño y reclamar el voto útil del centro derecha frente a la amenaza de UPyD.
Y es que el partido de Rosa Díez constituye la novedad de la campaña y una auténtica incógnita. La encuesta de Sigma Dos apunta a la consecución de dos parlamentarios, una posibilidad muy remota porque uno de ellos sería su cabeza de lista por Vizcaya.
El censo de este territorio, con una previsión de abstención como se prevé cercana al 30%, obligaría a UPyD a obtener más de 18.000 papeletas en un feudo en el que Basagoiti cuenta con la ventaja de su eficaz trabajo en Bilbao.
Algo más probable, pero sin que esté ni mucho menos seguro, es la designación de Gorka Maneiro por Alava. Quizá el joven guipuzcoano tenga en su bolsillo la llave del cambio si Ibarretxe no consigue rascar esos miles de votos que aún le faltan para liderar un nuevo gobierno nacionalista.