Ahora parece que no toca, no porque no esté en el calendario socialista en uno de los primeros lugares de sus preferencias, sino, seguramente, porque están en la labor de intentar justificar, como sea, este “marrón” que han tenido que asumir de aumentar los impuestos a los ciudadanos a causa de que las arcas del Estado están exhaustas y el déficit entre ingresos y gastos ha dado un saldo negativo que está rozando los 50.000 millones de euros. Este dato escalofriante significa que el déficit público se ha multiplicado por cinco en un año y ha aumentado un 28’7% en comparación con el mes de junio. Ante una situación tan preocupante, todos los esfuerzos del Ejecutivo se están centrando en ver como consiguen hacer tragar esta “píldora” a los ciudadanos, después de que, hace apenas un año, todos se las prometían muy felices; hasta el punto que afirmaban que eso de la crisis no iba con nosotros. Pero el tema está latente y es muy probable que no dejen pasar mucho tiempo para insistir en ello; para intentar volver las aguas a su cauce ya que, el número de socialistas desafectos con el gobierno de Zapatero, según las encuestas, ya comienza a ser preocupante para el PSOE, que se verá precisado, como acostumbra a hacer cuando se encuentra en una situación difícil, a volver a sacar el aborto para desviar la atención de la ciudadanía del grave problema de la crisis económica.
En todo caso, vayan por delante unas cifras que comprendo que puedan escandalizar a muchos, causarles escalofríos a otros y levantar la indignación de cualquier persona que tenga un mínimo de decencia, sentimientos y compasión por sus semejantes. En efecto, según datos obtenidos del Instituto de Política Familiar, en
Cabe decir que, en la propia ONU, hay comisiones –de estas que parece que proliferan, como hongos, bajo la tutela de dicha organización que, por otra parte, ha demostrado ser incompetente y tener nula autoridad y eficacia a la hora de solventar asuntos graves, como pudieran ser: la miseria en África, las tiranías que gobiernan sus naciones y las masacres que se cometen por las bandas armadas, que se han hecho las dueñas de las calles con pretextos de odios tribales o diferencias étnicas, que parecían superadas cuando adquirieron su propia independencia – específicamente encargadas del control de la natalidad, que han tomado bajo su protección la defensa a ultranza del aborto como un medio de controlar la población mundial. Tanto es así que ya cuentan con apoyos, como el del señor Obama, que parece haberse olvidado del trato que recibieron sus ancestros, indefensos ante los piratas y filibusteros que los secuestraban por la fuerza de sus poblados, para llevarlos como esclavos, en condiciones infrahumanas, para que trabajaran de balde en los campos de algodón del Sur.
En todo caso, en España, desde que se hicieron con el poder los socialistas, parece que es donde más se han incrementado los abortos, tanto cuantitativamente como porcentualmente, en los últimos 10 años. No en vano somos un país de extremismos; somos extremistas en nuestros odios, rencores, nacionalismos, deportes y en cuanto a lo que se consideran libertades de tipo sexual. No tenemos medida ni tampoco la costumbre de reflexionar antes de ejecutar actos que pueden reportarnos ulteriores responsabilidades. Así resulta que, el incremento de abortos en España durante los últimos diez años, ha sido de un 126% (62.500 abortos más) En el 2007 se contabilizaron nada menos que más de 112.138 abortos (15.307 de madres adolescentes) y, todo ello sucede cuando,, cada vez, hay más personas que no pueden engendrar y que tiene que ir a buscar niños a China para poderlos adoptar. El fracaso de esta política es enteramente achacable al Gobierno socialista que, en lugar de crear lugares de acogida e información, para que las madres que se encuentren en apuros o no sepan cómo van a poder atender a su hijo, sean confortadas, aconsejadas debidamente y, en el peor de los casos, se les ofrezca dar al hijo en adopción, prestándoles ayuda para el tiempo del embarazo; su única solución se centra en indicarles el camino del bisturí del cirujano para que les libre del feto que, probablemente será destinado a la investigación de células madre u otro tipo de experimentaciones, lo que convierte esta práctica, si cabe, en algo más despreciable y horrible por convertirlo en el negocio de la muerte
Por añadidura, se da la circunstancia de que, mientras que en Alemania, Italia y los países de la ampliación, han reducido el números de abortos, nosotros, en España, los hemos incrementado en un 126% lo que da la medida del “entusiasmo” con el que las mujeres españolas han acogido la posibilidad de desprenderse de los hijos “no deseados”, incluso por encima de los supuestos permitidos por la ley que, en la práctica, es como si fueran un coladero por el que se permite abortar a la mujer que quiera hacerlo. Y ante esta situación de hecho, reconocida por los propios estamentos médicos; el Gobierno, no satisfecho con la mortandad registrada en España, donde, por cierto, vienen mujeres de otras naciones comunitarias( a causa de que, en nuestra tierra, se puede abortar con facilidad, sin tener que pasar por los estrictos controles que se exigen en sus países de origen en los cuales, curiosamente, la ley resulta más permisiva); el señor ZP y su equipo de gobierno, por lo visto, no tienen suficiente con las matanzas actuales y, por ello, parecen empeñados en facilitar todavía más esta práctica a las mujeres, hasta el punto de considerarlo como un “derecho”, con lo cual se da la contradicción de que, lo que ha venido constituyendo un delito severamente penado por el Código Penal, por arte de los socialistas, se va a transformar en un derecho de la mujer. ¿Y el derecho del nonato quién lo va a defender?, ¿es que proliferan los ciudadanos que, como
Miguel Massanet Bosch