(Publicado en Terra-Noticias, aquí)
El primer gran reto que tiene Rodríguez Zapatero y su Gabinete por delante es la Gripe A, y todo lo relacionado con la vacunación en estos próximos meses.
La polémica sobre el Estatut, sobre la que Zapatero no quiere entrar en polémicas, abrirá todo un debate en la clase política, que se sumará, seguro, a la tortuosa negociación de la financiación autonómica.
Será un año ‘calentito’ en materia judicial, ya que hay de nuevo convocada una huelga de jueces y magistrados el próximo 8 de octubre, la segunda de este colectivo.
Desde que llegara al poder en marzo de 2004, Zapatero afronta su curso político más difícil, y pese a la dureza de la oposición en la anterior legislatura, la cantidad de frentes abiertos que tendrá que afrontar este curso 2009-2010, hace pensar que todo lo anterior fue una balsa de aceite, teniendo en cuenta lo que se le viene encima al Gobierno.
El primer gran reto que tiene Rodríguez Zapatero y su Gabinete por delante es la Gripe A, y todo lo relacionado con la vacunación en estos próximos meses.
La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, ante la alarma que empieza a crecer en la sociedad, está negociando los grupos de riesgo y los plazos del suministro de la vacuna.
Por si fuera poco, desde la oposición se han levantado voces contrarias pidiendo la vacuna para todos los ciudadanos. Desde el Gobierno se insiste en la llamada a la calma, y en asegurar, como ha señalado Jiménez, que “quien necesite la vacuna contra la gripe A, la tendrá”.
Otra patata caliente que tendrá Zapatero en el inicio del curso político será la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. El propio presidente del Gobierno ya ha pedido calma en varias ocasiones, precisando que “cualquier valoración se hará con toda la prudencia”, en respuesta a los ataques de Mariano Rajoy, quien le invitaba a aceptar el resultado “sea cual sea”.
La polémica sobre el Estatut, sobre la que Zapatero no quiere entrar en polémicas, abrirá todo un debate en la clase política, que se sumará, seguro, a la tortuosa negociación de la financiación autonómica. Manuel Chaves seguirá trabajando duro en los próximos meses para poner de acuerdo a las comunidades, pero todo parece indicar que se encontrará con el duro escollo de la Comunidad de Madrid y Esperanza Aguirre.
Y por supuesto, la crisis
Pero sin duda, la gran estrella del debate político y social de nuestro país seguirá siendo la crisis económica y financiera. Superar la crisis se presenta como el gran reto del Gobierno español, que en los últimos días ha comprobado como países como Francia y Alemania empezaban a superar la situación de recesión, mientras que el PIB volvía a caer.
Además, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ya ha previsto un repunte del paro en los próximos meses, lo que podría hacer alcanzar la temida cifra de 5 millones de parados. Contener el aumento del desempleo y sentar unas bases solidas para la recuperación de la economía española será sin duda la gran aventura del Gobierno el próximo curso.
Tiene otro frente abierto en la reanudación del diálogo social, que se encuentra estancada por la disparidad de posturas entre sindicatos, patronal y el propio Gobierno. El debate sobre la reforma del mercado de trabajo sigue sobrevolando la situación, y el acuerdo entre todas las partes se antoja muy difícil.
A esto, se le suman cuestiones como la ayuda de los 420 euros a los parados que hayan agotado sus prestaciones, que tendrá que ser modificada; o la anunciada subida de impuestos a las rentas altas, que ya ha generado un rechazo frontal en el PP y CiU, del que buscará su apoyo en el debate presupuestario.
Otros retos importantes
No sólo de gripe y crisis vivirá el Gobierno estos próximos meses. Además del durísimo debate de los Presupuestos que se prevé, tendrá que lidiar con la reforma de la Ley del Aborto y el polémico punto que permite a las chicas abortar sin el consentimiento paterno si ya han cumplido los 16.
También continuará la batalla contra ETA que, pese al descubrimiento de 14 zulos con explosivos en Francia en agosto, se plantea durísima, sobre todo tras el asesinato de dos guardias civiles en Mallorca.
Será un año ‘calentito’ en materia judicial, ya que hay de nuevo convocada una huelga de jueces y magistrados el próximo 8 de octubre, la segunda de este colectivo.
Y en educación, ya que el Gobierno tendrá que buscar apoyos en el Parlamento, las comunidades y los sindicatos, para elaborar el plan que ayude a reducir el fracaso escolar en nuestro país y avanzar en el Plan Bolonia.
En materia exterior, el punto culminante llegará en el mes de enero cuando España asuma la Presidencia de la Unión Europea. Serán seis meses intensos, dónde la crisis ocupará un papel crucial en todas las negociaciones de Zapatero.
Desde Exteriores se han planteado varios pilares como son innovación, igualdad y la lucha contra el hambre, para una Presidencia que tendrá su culmen con la visita de Barack Obama a nuestro país.
La lucha contra el cambio climático, la ‘polémica’ TDT de pago y la guerra del fútbol, la ley de los gobiernos locales, los resultados del ‘Plan E’, la congelación salarial de los funcionarios, o la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, serán algunas de las batallas que tendrá que disputar el Gobierno en un curso político que se antoja muy largo para todos.
Rajoy y el PP: una oposición dura y letal
Quien tratará de no perder la oportunidad e hincar el diente al Gobierno de Rodríguez Zapatero será el Partido Popular. Pese a todos los escándalos internos de corrupción (Gürtel, el caso de los espías,…), el partido que lidera Mariano Rajoy está aprovechando la actual coyuntura para meter baza y ganar puntos de cara a las próximas generales.
El resultados de las Europeas, no ha hecho más que espolear a los populares, que afrontan el nuevo curso políticos cargados de munición contra el Gobierno en numerosos temas.
Además, en el Congreso buscará alianzas con CiU y PNV, seguirán luchando para mantener viva su denuncia por las escuchas ilegales, además de abrir nuevos frentes que enturbien el trabajo del Gobierno.
Todo esto mirando a un futuro electoral, que tiene marcado en rojo el año 2011, momento en el que habrá elecciones autonómicas y municipales.
Será una gran piedra de toque para el Gobierno, ya que los ciudadanos podrán valorar y evaluar de primera mano la actuación de Zapatero en estos tiempos convulsos que le ha tocado lidiar. Será la hora de las urnas, de los ciudadanos. Hasta entonces, es la hora de los políticos.