(Publicado en UPyD, aquí)
La Mesa Redonda que se celebró ayer en el salón de actos del Ateneo de Madrid entorno a la figura del filósofo y politólogo liberal germano-británico Ralf Dahrendorf, que falleció el pasado 17 de junio en Colonia (Alemania), contó con las intervenciones de Carlos Martínez Gorriarán, profesor de la Universidad del País Vasco y Responsable de Comunicación y Programa de UPyD, Fernando Maura Barandiarán, abogado y Responsable de Política Internacional de UPyD, y Miguel Ángel Quintana Paz, profesor de la Universidad de Salamanca y miembro del Consejo Político de la mencionada formación política. Entre el público asistente al acto se encontraba Rosa Díez, portavoz y diputada nacional de UPyD.
Para Carlos Martínez Gorriarán, aunque no se sea liberal, es interesante la visión del liberalismo que tiene Ralf Dahrendorf. “Él dijo que la libertad es ausencia de coacción y llegó a la conclusión de que el liberalismo no puede ser el programa de un partido político, sino que se trataba de una ética pública, una ética de libertad, el compromiso de unos sujetos de defender la libertad contra la coacción, que por otra parte nunca desaparecerá” afirmó. “Además,- dijo Martínez Gorriarán-, Dahrendorf cree que estos sujetos pueden tener grandes diferencias entre ellos, aunque encarnan al liberalismo en la medida que son independientes, comprometidos y resistentes, de ahí que esa visión del liberalismo tenga sus similitudes con la política transversal, tal y como la entiende UPyD”.
El Responsable de Comunicación y Programa de UPyD diferenció esta visión del liberalismo de Dahrendorf del liberalismo clásico, afirmando que si bien éste ha entrado en crisis, “es más importante la crisis de la izquierda tradicional, aunque a la derecha tradicional también le tocará. Estamos asistiendo a un cambio, tal y como ya ha sucedido en algunas partes de Europa, en el que los partidos políticos de masas entran en crisis, puesto que sus corrientes políticas no se corresponden ya con las ideologías del pasado, y las viejas etiquetas ideológicas comienzan a desaparecer” terminó diciendo.
Por su parte, Fernando Maura comenzó hablando de la figura de Ralf Dahrendorf como pensador y político, y lo describió como un liberal “forjado como tal en las entrañas del liberalismo”. Maura dijo que son muchos los que se suben al carro del liberalismo, pero que este término tiene un significado que va más allá de la libertad de los mercados. En su opinión, no se puede ser liberal solo en el aspecto económico, sino también con respecto a los derechos cívicos y cuestiones de índole social. “Los neoconservadores o neoliberales aceptan la libertad económica, pero rechazan la igualdad, aunque se refiera a la igualdad de los servicios que presta el Estado e igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos. Esto nos lleva a hablar de la ley de la selva sin mecanismos reguladores”, sentenció.
En respuesta a una pregunta de uno de los asistentes al acto, que pretendía que alguno de los intervinientes explicara cómo es posible la existencia de liberales en UPyD, Fernando Maura contestó que “es posible tomándose en serio la política, no en términos de contar votos, sino en la voluntad de que las demandas de la sociedad formen parte del debate político. Cuantos más seamos trabajando coordinadamente en ello, antes podremos desplazar a aquellos que practican las malas prácticas en la política”.
Miguel Ángel Quintana recordó en su intervención que, si bien en un primer momento no compartía en su totalidad la postura de Dahrendorf, “ahora leerle me produce una sensación curiosa en sentido contrario. Hoy lo encuentro excesivamente razonable, es como acompañar en un paseo a alguien con el que eres afín, sus razonamientos son firmes y con sentido común”. Por otra parte, Quintana explicó lo que significaba “la hipótesis de Dahrendorf”, y que se trata del postulado a través del cual éste se preguntó por qué se da por supuesto que el sistema más beneficioso económicamente debe ser igual para todos los lugares del mundo. “Esto no es solo una hipótesis, sino una explicación de por qué se ha fracasado, viene a decir que se debería haber dejado de buscar el sistema ideal, centrándose por tanto en buscar el mejor para cada lugar” concluyó.