María Ramírez, El Mundo (Publicado en UPyD, aquí)
Las cuentas públicas españolas son de «alto riesgo» y tendrán graves dificultades para pagar las pensiones o asegurar la Sanidad pública en una situación que «superará muy de lejos los efectos de la crisis» actual, según la Comisión Europea.
«El impacto presupuestario a largo plazo del envejecimiento está muy por encima de la media de la UE, sobre todo por un aumento relativamente alto de los gastos de las pensiones en relación al PIB en las próximas décadas», dice el informe del departamento de Joaquín Almunia, comisario de Asuntos Económicos, que pide reformas profundas en los planes de jubilación -como el aumento de la edad de retirada del mundo laboral- y el seguro sanitario.
La Comisión considera que «más reformas en el sistema de Seguridad Social contribuirían a reducir los altos riesgos en la sostenibilidad de las finanzas públicas», pero advierte que los cambios son complicados y deben hacerse con cuidado para «no ampliar los efectos negativos de la actual crisis».
Según los últimos datos, España tiene una laguna de «sostenibilidad» del 11,8% del PIB, un agujero que se ha disparado respecto a 2006, cuando era del 3,2%, y casi dobla la media europea. Se encuentran en condiciones similares Reino Unido, Irlanda, Grecia y Lituania, que también reciben llamadas de atención de la Comisión.
Este año, España acumula una deuda pública alrededor del 51% del PIB y llegará hasta el 62% en 2010, un salto que la empujará por encima del límite permitido por los criterios para entrar en el euro.
Pero el resto de la UE no se encuentra en una situación mucho mejor y se arriesga a padecer durante más años que EEUU el actual bajón por la falta de reformas y el poco margen de maniobra de Estados intolerantes a los déficit públicos. La Comisión aboga por reformas más rápidas o, como decía un alto cargo a principios de curso, Europa entrará en una lánguida recuperación, la euroesclerosis acuñada en los 80. «Hay que recuperar el potencial de crecimiento o la economía europea se va a quedar muy atrás», comentaba.
Aunque con críticas más o menos moderadas, la Comisión identifica 13 de los Veintisiete como Estados con cuentas «de alto riesgo», entre ellos también Países Bajos, Rumanía, Eslovenia, República Checa, Eslovaquia, Chipre y Malta.