El Ministerio de Cultura intenta ahora pactar y convoca a blogueros y periodistas digitales
Miles de usuarios se han suscrito al Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales del internauta
(Publicado en Periodista Digital, aquí)
El Gobierno Zapatero ha pisado un cable de alta tensión y se va a electrocutar en el cortocircuito.
Para proteger al lobby de los músicos y artistas ha soliviantado internet sin calcular que la Red es a día de hoy una expresión posmoderna, aunque desordenada, de la soberanía popular, y ha desatado una formidable sacudida digital de protesta, una tormenta cargada de electricidad colérica en el ciberespacio, donde la opinión pública posee una potentísima capacidad asociativa.
La blogosfera es un clamor contra el proyecto de protección de la propiedad intelectual y la ley-cajón de Economía Sostenible ha hecho crisis prematura por el flanco más inesperado.
Como subraya Ignacio Camacho en ABC -"Rebelión en la Red", el drama es los políticos no se enteran porque no navegan por el mar electrónico; ayer se dedicaron en el Congreso a contar parados y discutir si son muchos o pocos mientras la red estallaba en un arrebato de rebeldía.
Al fondo del debate hay una cuestión razonable, que es la de la salvaguarda de los derechos de autor en una sociedad cuya tecnología permite saltárselos y ha extendido la cultura de la gratuidad, pero el Gobierno Zapatero ha abordado el asunto de la peor manera: de tapadillo y bajo la presión directa de un grupo sindicado que no se recata de exhibir su capacidad de influencia.
Hace quince días se manifestaron en Madrid cincuenta mil campesinos y no salió a recibirlos ni un ujier de Agricultura; el martes hubo un puñado de cantantes en la puerta de Industria y salió a parlamentar el ministro.
La señora González-Sinde ha puesto Cultura de rodillas ante sus colegas del cine y todo el poder zapaterista parece rehén de sus compromisos con una minoría que a la gente se le antoja un clan de privilegiados.
RESPUESTA ARROLLADORA
Tan sólo unas horas después de que trascendieran los detalles del anteproyecto de la Ley de Economía Sostenible (en el que se contempla bloquear aquellas páginas web que atenten contra los derechos de la propiedad intelectual sin necesidad de una autorización judicial), la Red arde por los cuatro costados.
Foros, redes sociales, blogs y diarios digitales echan chispan, alimentados por las críticas de miles de usuarios que exponían su disconformidad con la nueva norma.
De tapadillo, a hurtadillas y con toda la nocturnidad y alevosía posible, el Gobierno ha colado una normativa que vulnera los derechos de los internautas en España.
Descubierta la maniobra, la red no ha tardado en reaccionar y ha empezado a correr como la pólvora un manifiesto creado por un grupo de bloggers que defiende un principio fundamental: los derechos de un autor no deben prevalecer sobre los individuales.
UN MANIFIESTO REBELDE
En tan solo doce horas el texto era recogido por unas 58.000 bitácoras, entre ellas Microsiervos o Enrique Dans. Numerosos medios como Periodistas.es o Barrapunto se sumaban también al manifiesto.
Todos coinciden en que el anteproyecto de ley vulnera el artículo 20.5 de la Carta Magna.
La iniciativa gubernamental supone un claro beneficio para el lobby de artistas y un claro retroceso de las libertades del grueso de españoles.
Así, y en el marco del anteproyecto de ley de Economía Sostenible presentado a bombo y platillo por Zapatero, ha incorporado en las disposiciones finales una modificación del artículo 158 de la Ley de Propiedad Intelectual por la cual se otorga al ministerio dirigido por González Sinde la potestad de cerrar las webs que alojen contenido que infrinja esa normativa sin la necesidad de contar con la intervención judicial.
UN ATROPELLO
Todo un atropello que deja en manos de la arbitrariedad e intereses de los poderes fácticos la viabilidad o no de un contenido en Internet.
A última hora de este miércoles, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha convocado a una reunión para este jueves a las 10.00 h a varios blogueros y periodistas digitales para hablar del asunto.
Entre los convocados están Julio Alonso, Enrique Dans, Alvy y José Cervera.
UN MINISTERIO DE RODILLAS
Cultura ha difundido un comunicado este jueves en el que explica el anteproyecto y asegura que las medidas van contra las webs de descarga masiva de contenidos no autorizados, y no contra usuarios individuales.
El texto también ha causado furor en las redes sociales y la palabra "manifiesto" se convertía este miércoles en uno de los Hot Topics (palabras más empleadas) de Twitter, una de las referencias de la lucha internauta contra el anteproyecto y que ha dado a conocer iniciativas como la de debatesinde, en la que se solicita a la ministra de Cultura que se reúna con un representante de la Red.
GRUPOS EN FACEBOOK
La red social Facebook disponía desde este miércoles de un grupo dedicado al manifiesto que a las 21.00 horas superaba los 9.000 seguidores y en los foros se acumulaban quejas ("¿Para qué demonios pagamos entonces el canon?", se preguntaba ASD) y dudas de cerca de un millar de ciudadanos digitales.
Según Enrique Dans, uno de los blogueros más referenciados en Internet, que también se ha sumado al manifiesto, "el Gobierno ha cedido a las presiones de los creadores, quienes finalmente se han salido con la suya".
Ni siquiera, al parecer, el director de la Academia de Cine, Alex de la Iglesia, lo tiene muy claro: "Para frenar la piratería hay que ofrecer alternativas de pago antes de cerrar webs". Y la Red está que trina y parece que no va a parar.
DEMOCRACIA CIVIL
Las redes sociales, que son una modalidad espontánea de articulación de la sociedad civil, se han puesto en orden de combate.
Hay manifiestos, foros, grupos de debate, una movilización impetuosa llena de ardor guerrero. Democracia participativa en estado puro, de la que le gusta al presidente.
Hasta ahora, Zapatero ha hecho oídos sordos a todos los clamores colectivos expresos en forma de manifestaciones; se ha pasado por el forro las protestas de los antiabortistas, de los agricultores, del sector educativo y hasta de las víctimas del terrorismo. Ahora le llega la queja de internet, la quintaesencia de la posmodernidad.
Si la desprecia es que se ha vuelto definitivamente sordo.
EL MANIFIESTO
Un manifiesto elaborado entre unos cuantos con intención de que sea de todos:
- 1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
- 2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
- 3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
- 4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
- 5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
- 6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
- 7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
- 8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
- 9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
- 10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.