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UPyD, el partido que más aumenta en intención de voto

Publicada el enero 2, 2010 por admin6567
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Superencuesta El Mundo-Sigma Dos

Rosa Díez, la líder mejor valorada después del Presidente del Gobierno. (Publicado en UPyD, aquí)

El PP aventaja ya en 5,1 puntos al Partido Socialista, que registra un fuerte desgaste a las puertas del séptimo año de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente. En la Superencuesta de EL MUNDO-Sigma Dos de enero de 2010 los populares obtienen un 43,6% de los votos y el PSOE un 38,5%.

Las perspectivas electorales han dado un vuelco espectacular de 8 puntos porcentuales en 12 meses: según la Superencuesta de diciembre de 2008, el PSOE (42,6%) aventajaba entonces al PP (39,7%) en un 2,9%. La crisis parece ser el principal factor de este cambio de tendencia.

EL PSOE pierde 5,4 puntos en intención de voto respecto a los resultados de las elecciones generales de marzo de 2008. En aquella ocasión, las urnas le depararon el 43,9% de los sufragios; de celebrarse hoy las elecciones, conseguiría el 38,5.

El PP, por su parte, eleva sus expectativas en 3,7 puntos. Si en las generales logró el 39,9% de las papeletas, hoy alcanzaría el 43,6.

Estos son los datos que arroja la superencuesta elaborada por Sigma Dos para EL MUNDO entre los días 23 y 29 de diciembre.

El sondeo confirma una tendencia que ha venido perfilándose con claridad desde el verano: el Gobierno y el PSOE pierden el respaldo de los ciudadanos, en tanto que el primer partido de la oposición consigue sumar apoyos.

La primera de estas dos fuerzas es más potente que la segunda. En definitiva, lo que pierden los socialistas es más que lo que ganan los populares. Esta conclusión no debe extrañar si se tiene en cuenta que los errores del Gobierno afectan de inmediato a los votantes, en tanto que las propuestas de la oposición se mantienen en el inexplorado terreno de las promesas y de la esperanza.

Desde las elecciones generales, cuando los socialistas con Zapatero al frente parecían no querer ver el tsunami que se aproximaba, hasta el día de hoy, la ciudadanía ha alimentado una sensación de engaño que ha derivado hacia la desesperanza.

A medida que los datos económicos se hundían y el desempleo avanzaba desbocado, el miedo empezó a hacer mella en los votantes, que han asistido al anuncio continuado de paquetes de medidas, de planes de impulso, de mensajes optimistas lanzados por el Gobierno y que no han dado apenas resultado.

Cierto es que desde el bando socialista se ha puesto empeño desde el primer día en asegurar la protección social, en ampliar las ayudas a los parados, en elevar las pensiones y los subsidios, en insistir en que no se aceptarán rebajas en las indemnizaciones por despido… pero, a la postre, los ciudadanos parecen comprender que este sistema no puede sustentarse sin una actividad económica potente que genere trabajo.
Todo esto ha sido aprovechado por el primer partido de la oposición, que ha mantenido un discurso centrado en magnificar el desastre económico.

Desde la acusación de engañar a los españoles por intereses electorales hasta la constatación de que el Gobierno es incapaz de sacar al país de la crisis, el PP ha recorrido todas las variedades de la crítica. En buena medida, el discurso del PP se ha visto reforzado por el de otras fuerzas políticas. En los últimos meses, cada debate parlamentario estaba teñido de economía y el espectáculo era el de un presidente acosado, defendiendo solo su estrategia.

El protagonismo absoluto de la crisis económica ha permitido que otras vergüenzas políticas no generen grandes heridas electorales. Es el caso, por ejemplo, de los casos de corrupción que, si bien afectan a todos los partidos, en el curso del último año se han cebado en el PP. La trama Gürtel, sobre la que han corrido ríos de tinta, que se ha cobrado cabezas y que ha llegado a amenazar seriamente el propio liderazgo de Rajoy, no ha impedido que los populares empiecen a despegar.

Al final, todas las fuerzas de la oposición, a excepción de CiU, consiguen mejorar sus expectativas, aunque sea ligeramente. Como si una parte de los votantes del PSOE se estuviera dispersando y buscara refugio en las distintas opciones.

El aumento más importante en intención de voto lo registra Unión, Progreso y Democracia (UPyD), con Rosa Díez al frente. La ex socialista consigue en algo menos de dos años nada menos que duplicar los apoyos para su partido. UPyD consiguió en las elecciones generales de marzo de 2008 un 1,2% de los votos. De celebrarse ahora nuevos comicios, alcanzaría el 2,4% de los sufragios.

También gana terreno IU, que sube casi un punto. La coalición roba votos por la izquierda al PSOE.
Por lo que se refiere a los nacionalistas vascos, desalojados del Gobierno de Vitoria por el PSE con ayuda del PP, la encuesta arroja una leve subida de dos décimas. Por último, las dos fuerzas catalanas -CiU y ERC- muestran tendencias de sentido contrario. La primera desciende 0,3 puntos en intención de voto. ERC, sin embargo, registra una subida de 0,2 puntos.

 

Rajoy se queda a sólo 0,35 puntos de Zapatero

El presidente sigue siendo el líder político mejor valorado, seguido de Rosa Díez

Marisa Cruz, El Mundo

Después de seis años de Gobierno, dos de ellos marcados indeleblemente por la peor crisis económica en décadas, la imagen del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, empieza a resentirse. La valoración que hacen los españoles del líder de la oposición -una nota de 4,18- se acerca ya a sólo 0,35 puntos a la del jefe del Ejecutivo – que saca un 4,53-.

Para un 38,5% de los encuestados, la imagen de Zapatero es mala o muy mala, para un 32,4% es sólo regular y para un 27,3% es buena o muy buena. El desgaste es notable, pero no llega a ser tan acusado como el que sufre en conjunto el equipo de Gobierno.

Zapatero, con una tendencia cada vez más mayor al presidencialismo, sigue siendo un gobernante capaz de resistir a los embates despiadados de la crisis. Sufre, sí, pero menos de lo que cabría suponer a la vista del deterioro que padece el Ejecutivo que él nombró.

El presidente obtiene una calificación de 4,53 puntos. No llega al aprobado, pero sigue siendo el político mejor valorado del panorama nacional. Tras él, en segunda posición, aparece Rosa Díez, cabeza de lista de UPyD, con un 4,3.

El líder del primer partido de la oposición, Mariano Rajoy, obtiene una nota de 4,18 puntos. A éste lo juzgan mejor los hombres (4,27) que las mujeres (4,09). Los siguientes puestos son, por este orden, para el nuevo coordinador de Izquierda Unida, Cayo Lara; el presidente de CiU, Artur Mas; el líder de ERC, Joan Puigcercós, y, por último, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu.

Las mujeres siguen siendo el sector del electorado que con más indulgencia trata al presidente. Los porcentajes favorables son sensiblemente más propicios a Zapatero que los que se desprenden de las respuestas de los hombres. Para un tercio de la población femenina (30,6%), la imagen del jefe del Ejecutivo sigue siendo buena o muy buena. En el caso de los hombres esta valoración se recorta hasta en siete puntos. Sólo un 23,8% de los votantes masculinos le otorga la máxima nota. Las féminas conceden a Zapatero una calificación de 4,73 puntos, en tanto que los votantes del género masculino la rebajan a un 4,33.

En el plato opuesto de la balanza, las mujeres que suspenden sin paliativos a Zapatero son el 36,2%, mientras que entre los hombres el porcentaje sube hasta el 41%.

La percepción más positiva que destilan ellas se debe, sin duda, al esfuerzo que ha hecho el presidente por defender la igualdad, hasta el punto de mantener una clara política de discriminación en favor de las mujeres que ha tenido un claro reflejo en la composición del propio equipo gubernamental.

Por lo que se refiere a las franjas de edad, cabe destacar el mayor predicamento que tiene el presidente del Gobierno entre los votantes situados entre los 45 y los 64 años. Y quienes le juzgan con más dureza son precisamente los que se encuentran en una franja de edad a la que el Gobierno pretende dirigir sus mensajes de ayuda y protección. Para un 46,4% de los votantes mayores de 65 años, la imagen del presidente es mala o muy mala. Parece, en este caso, que algunas de las medidas que el Ejecutivo presenta como más progresistas no son bien acogidas por esta parte del electorado.

Entre quienes aseguran haber votado en las pasadas elecciones generales al PSOE, Zapatero sigue teniendo un buen cartel. El 58,4% cree que su imagen es buena o muy buena, en tanto que sólo el 9,5% opina que es mala o muy mala. Evidentemente, los ciudadanos que aseguran haber votado al PP tienen una percepción radicalmente distinta. Para el 80%, sólo cabe calificar a Zapatero con la peor nota.

Pese a todo, el presidente sigue superando con creces al conjunto del Gobierno. El equipo de ministros ofrece una imagen mala o muy mala para el 41,1%.

También los votantes socialistas emiten peor opinión del Gabinete que del presidente. Un 15,8% de quienes aseguran haber votado por el PSOE cree que el Gobierno tiene una imagen mala o muy mala. Curiosamente, entre los electores del PP, el Ejecutivo merece una mejor valoración que el presidente.

Sólo Rubalcaba y De la Vega aprueban

Cuando se profundiza en la opinión que tienen los ciudadanos de los ministros, la encuesta ofrece pocas sorpresas. Los votantes aseguran que es el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el que tiene una mayor capacidad política. A él le otorgan una nota de 5,26 puntos.
Después de Rubalcaba se sitúa la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, a la que califican con un 5,11. A partir de ahí ninguno de los miembros del Gobierno -en realidad, ningún otro político- alcanza el aprobado.
El final de la lista lo ocupa la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, que alcanza un 4 raspado.

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Juan Andrés Buedo: Soy pensionista de jubilación. Durante mi vida laboral fui funcionario, profesor, investigador social y publicista.
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