Skip to content

La Vanguardia de Cuenca

Intereses: comunicación y actualidad en general, weblogs, sociedad, política

Menu
  • INICIO
  • BIOGRAFÍA
  • PUBLICACIONES DEL AUTOR
  • Instagram
  • Facebook
  • X
Menu

¿Brotes de nazismo en sectores catalanes? (por Miguel Massanet Bosch)

Publicada el marzo 4, 2010 por admin6567
Compartir

Es evidente que para la izquierda existen determinados tabúes que deben quedar libres de cualquier tipo de críticas. Resulta tan evidente y sectaria esta actitud que parece mentira que, a estos progresistas, a esta izquierda de la “cultura” y a estos endémicos antisistema, no se les caiga la cara de vergüenza cuando, con todo el descaro del mundo, son capaces de intentar disculpar lo que no se tiene disculpa o justificar lo que racionalmente no tiene otra justificación que la que proporciona cierto sectarismo, la obsesión por encontrar una coartada a todos aquellos actos ruines cometidos por sus correligionarios, cuando entiendan que criticarlos pueda, de alguna forma, darles bazas a sus enemigos irreconciliables de la derecha o, lo que ellos identifican con la misma, el sistema capitalista, el de la libertad de mercado y aquel que no considera la igualdad como un valor absoluto que pudiera justificar una igualdad de trato, de consideración, de recompensa o de reconocimiento a todos los hombres, simplemente por formar parte de un mismo colectivo; sino que distingue entre aquellos que, por su esfuerzo personal, su conocimientos, su trabajo, su pericia y los beneficios que proporciona a sus semejantes, sean merecedores de una recompensa especial, un trato preferencial y un lugar privilegiado, sobre aquellos otros que han preferido quedarse en la retaguardia escogiendo la vida fácil, esforzarse lo mínimo y constituirse en un parásito de la sociedad como, por desgracia, tenemos abundantes ejemplos entre todo este lumpen que protesta de las desigualdades, que siempre está presente en todas la manifestaciones reivindicativas, pero que, a la hora de la verdad, no hacen otra cosa que vegetar, drogarse y  protestar contra el orden establecido, pero sin hacer nada de provecho que pueda justificar que se les tenga la misma consideración que aquellos que se esfuerzan en trabajar y ganarse el sustento con su esfuerzo físico o mental.

Barcelona, por desgracia, alberga a una gran cantidad de estos seudo intelectuales que alardean de constituir la élite de los anti globalización; que presumen de ser de izquierdas y que se manifiestan libertarios, justificando todos los desmanes amparándose en  las llamadas “libertades” y reniegan de cualquier traba que les impida obrar según sus propios intereses, incluso cuando estos puedan estar en  contradicción con los del resto de ciudadanos. Por ello, no nos debe sorprender que, en este país, sucedan cosas que no se dan en el resto de la Península. Aquí se queman retratos de los reyes; aquí el Tripartit se pone por montera las sentencias de los tribunales; aquí se queman banderas y se pita el himno nacional, sabiendo que se goza de absoluta impunidad debido a que ni la policía, ni los juzgados, ni los fiscales ni ningún otro organismo público se atreve, cuando no fomenta, a intervenir para aplicar la ley contra los infractores y, señores, aquí, sin que nadie lo remedie, se impide hablar y estudiar en el idioma español con el beneplácito y la bendición del Gobierno del señor Zapatero.

Es esta situación, en un ambiente de plena rebelión contra España y el resto de españoles, cada cual hace de su capa un sayo y, tan pronto el señor Carod Rovira se dedica a montar en el extranjero “embajadas catalanas”, gastándose millones de euros en este empeño, como se pagan sueldos suculentos a los paniaguados que hacen estudios sobre “la gaviota corsa” o cualquier otra sandez semejante. Todo el tinglado está montado para que, cada uno de los integrantes del Tripartit, pueda sacar tajada de la situación y, en un alarde de la más patética endogamia, el número de funcionarios vaya aumentando de acuerdo con el número de enchufados que cada formación política quiera colocar. Pero hete aquí que, no contentos de haberse puesto de parte de los terroristas palestinos; haber permanecido mudos ante la infamia ocurrida en Cuba con el señor Orlando Zapata, para no incomodar al tirano Castro; estar mirando a las estrellas cuando la Audiencia Nacional denuncia una posible colaboración del gobierno de Venezuela en un compinchamiento de las FARC con ETA, para perpetrar el magnicidio del señor Uribe; ahora, como si no hubiera nada más urgente de que ocuparse, han puesto sus ojos de nuevo sobre el estado de Israel, porque, señores, cuando hablan del pueblo judío, que fue objeto de la más vil persecución durante el régimen nazi, que sufrió calamidades sin fin y que tuvo que intervenir la ONU, para que se les concediera un pedazo de tierra yerma, aquella de la que fueron expulsados injustamente, en la que poder empezar una nueva vida, después de que el resto de naciones no se quisieran hacer cargo de ellos; entonces, parece que toda la bilis que llevan dentro en contra del capitalismo, les rebosa para verterla sobre el pueblo judío.

Toda esta caterva de la izquierda radical se cree legitimada, se constituye en juez y parte , sin el menor respeto a la historia, sin tener en cuenta las veces que Israel ha tenido que defenderse de sus adversarios que, en repetidas ocasiones, han pretendido borrar el estado judío del mapa y, sin tomar en consideración que, todas las acciones que ha emprendido el ejército israelí, han sido de carácter defensivo o preventivo y, siempre, cuando la presión de los terroristas palestinos ha colmado la paciencia de los mandos del Tzahal; ahora se pretenden erigir en corte suprema, para poner en el banquillo de los acusados a todo un pueblo que, por si no tuviera bastantes problemas con sus vecinos los árabes, ahora deben enfrentarse a este chabacanero simulacro de juicio, en el que todos los que acudirán ya lo harán con la sentencia dictada como, por supuesto, es habitual en todos estos promotores de los métodos soviéticos de la KGB, recordándonos las famosas “purgas” del “padrecito” Joseph Stalin. La presencia de conocidos “extremistas” como Eduardo Galeano y José Saramago, dos escritores de conocida filiación izquierdista que si, como escritores, puede que gusten a algunos, como políticos y defensores de causas perdidas, no son más que dos amargados que viven en la más absoluta inopia.

Pero en Barcelona se permite todo. Aquí no sólo se insulta a España, se pide la independencia, se chupa del Tesoro y se reclama más financiación; sino que, sin que intervenga nadie para evitarlo, se permite que se lleven a cabo semejantes patochadas sin que a nadie le importe que con ello se está dando una muestra de la más incomprensible injerencia en los asuntos de otro país que, puestos a ello, hubiéramos preferido que el juicio se celebrara contra los Castro o contra el señor H. Chávez de Venezuela, que ha convertido el país en la mayor dictadura de Hispano América, recortando las libertades ciudadanas y amordazando a la prensa y la oposición. Israel, hoy por hoy, es y será, la única esperanza que tenemos en occidente para contener a Irán de Ahmanideyad, por lo que todos deberíamos apoyarlos. La idiotez de la Alianza de Civilizaciones,, apoyada por ZP, demuestra hasta que grado de inconsciencia ha llegado nuestro Gobierno cuando, tanto Al Qaeda, como los islamistas más acérrimos, sabemos que tiene puesta su mirada sobre el Al Andalus, algo que vienen repitiendo mientras, en España, seguimos mostrándonos como borregos, permitiendo que unos descerebrados nos pongan a mal con un estado amigo, con el que nos unen antiguos lazos y del que nunca hemos recibido más que muestras de amistad. Pero, en España, parece que ya no sabemos hacer más que tirar piedras a nuestros amigos y lanzarles flores a quienes se burlan de nosotros y están esperando el momento oportuno para quedarse con todas nuestras industrias instaladas en sus territorios. Podríamos decir, con el insigne Fco. Quevedo, aquello de: “Pocas veces quien recibe lo que merece, agradece lo que recibe” A buen entendedor…

 

Miguel Massanet Bosch

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Juan Andrés Buedo: Soy pensionista de jubilación. Durante mi vida laboral fui funcionario, profesor, investigador social y publicista.
  • Actualidad
  • Administración Pública
  • Ciencia
  • Cine
  • Comunicación
  • Cultura
  • Deportes
  • Economía
  • Educación
  • Gastronomía
  • Historia
  • Juegos
  • Libros
  • Literatura
  • Medio ambiente
  • Música
  • Pensamiento político
  • Política
  • Religión
  • Sociedad
  • Sociedad de la Información
  • Televisión
  • TIC y Sociedad del Conocimiento
  • Uncategorized
  • Urbanismo y Arquitectura
  • Viajes
  • Web/Tecnología
  • Weblogs

Recent Posts

  • España en llamas-III (por Eulalio López Cólliga)
  • EPISODIOS PROVINCIALES. 19 – La Diputación de Cuenca: entre andanadas improvisadas y enchufismo mal disfrazado (por Juan Andrés Buedo)
  • Discrepancia política, colaboración interadministrativa y sentido de Estado: el ejemplo de los incendios (por Juan Andrés Buedo)
  • España en llamas-II (por Eulalio López Cólliga)
  • España en llamas-I (por Eulalio López Cólliga)

Recent Comments

  1. Fuente en Las puñeteras abstracciones (por Miguel Massanet Bosch)
  2. Fuente en Donde se habla de profetas mesiánicos, dinero negro y separatismo (por Miguel Massanet Bosch)
  3. Fuente en Rajoy niega haber recibido dinero negro y presentará sus declaraciones de la renta
  4. euromillones en Miles de personas se manifiestan contra el paro y los recortes en servicios públicos
  5. central park en ¿Hacen falta cambios en el gobierno de Rajoy? (por Miguel Massanet Bosch)
© 2025 La Vanguardia de Cuenca | Desarrollado por Superbs Tema de blog personal