Aunque PP y PSOE escenifican un acercamiento sobre el Estatuto de Castilla-La Mancha, aplazan al 8 de abril una declaración definitiva
La tan cacareada reunión de los grupos parlamentarios del Congreso para tratar de desbloquear el Estatuto de Castilla-La Mancha ha vuelto a hacer “agua”. Tanto PP como PSOE hablan de avances y acercamiento, pero la realidad es que no hay nada definitivo, por eso se han dado una nueva tregua, hasta el 8 de abril, para, aprovechando las vacaciones de Semana Santa, tratar de resolver algunos flecos. Contrasta este ambiente de cierta euforia, con el que se sigue dando en Murcia y, sobre todo, en Castilla-La Mancha, donde, al tiempo que se celebraba la reunión en el Congreso, socialistas y populares escenificaban en un Pleno regional su enésima gresca, con el surtido de insultos y descalificaciones a que ya nos tienen acostumbrados.
Tras la reunión en el Congreso los socialistas, por voz de Alejandro Alonso, interpretaban que los populares habían acogido favorablemente su última propuesta y que las diferencias son “nimias”. Esta propuesta se resumen en que el PSOE renuncia a plasmar en el Estatuto la caducidad del trasvase Tajo-Segura, como preveía el texto inicial pactado en el Parlamento regional, a cambio del “blindaje” de una reserva estratégica de 4.000 hectómetros cúbicos, o sea, 2.000 menos de la propuesta inicial del PSOE. Una reserva inspirada en la del Estatuto de Aragón, que fue aprobado en el Congreso, y que deja en una posición comprometida a ambos partidos en Valencia y en Murcia. Lo que se suele obviar, sin embargo, es que esta reserva de agua en Aragón, como la de todos los estatutos que se han “blindado” el agua, está recurrida en el Tribunal Constitucional. Y este parece que será el destino del de Castilla-La Mancha, si incluye su “reserva” y si Valencia y Murcia cumplen finalmente su amenaza de recurrirlo.
La “reserva” sigue en el aire
Por su parte, el PP también se muestra optimista. Arturo García-Tizón aprecia “avances” en la negociación y justifica el aplazamiento hasta el 8 de abril en que los grupos parlamentarios aún no han recibido el documento con la propuesta socialista, por lo que estiman “prudente” esta prórroga para estudiarla mejor, antes de pronunciarse.
Lo que no está claro todavía es el volumen de la “reserva”. Para Alejandro Alonso, ya no se pueden hacer “más rebajas”, mientras que García-Tizón todavía la deja supeditada a las necesidades reales de la región, aunque considera un “error” condicionar la aprobación del Estatuto a sólo ese asunto. Confía, no obstante, en que el 8 de abril se llegue finalmente a un acuerdo, si el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José María Barreda, no provoca alguna “interferencia”, porque, según el diputado popular, siempre que PP y PSOE han estado a punto de llegar a un acuerdo en el Congreso, Barreda lo ha “echado por tierra”.
“Interferencias” de Barreda
Curiosamente coincide esta apreciación con el informe que Barreda hacía publico estos días en el que acusaba a Valencia y Murcia de utilizar el agua del trasvase Tajo-Segura para regar campos de golf, lo que propició la reacción unánime en ambas regiones, que recuerdan a Barreda que está acreditado que son las dos comunidades que más ahorran y mejor gestionan ese recurso. La propia Confederación del Segura desmentía el informe de Barreda, mientras la Asamblea de Murcia aprobaba por unanimidad una declaración exigiendo a Barreda una rectificación. Lejos de amedrentarse, el presidente castellanomanchego, justo cuando se celebraba la reunión de la ponencia en el Congreso, intentaba meter “de rondón” en el Pleno regional un pronunciamiento sobre el Estatuto. La propuesta fue rechazada por los populares al considerar que el presidente de la Junta sólo pretendía volver a “boicotearlo”.
En cualquier caso, el asunto está en que, según Alonso, ya no puede haber más aplazamientos y deja caer que si el 8 de abril no hay acuerdo, “la ponencia puede ser aprobada por unanimidad o por mayoría”, en alusión a su ya habitual ultimátum de que el PSOE podría abordarlo en solitario con el resto de los grupos de la Cámara.