(Publicado en El escritorio-Blog sobre el Congreso de los Disputados en ABC.es, aquí)
Ya está. Han tardado 10 días, aunque me parecen muchos conociendo al personal. La vicepresidenta De la Vega ha hecho lo más sucio que cabía esperar tras el triunfo de España en el Mundial de fútbol de Sudáfrica, un evento que ha unido a millones de españoles de punta a punta. La "número dos" de Zapatero ha usado la victoria de la Selección como arma política contra el PP, sin ruborizarse lo más mínimo.
El 13 de julio, la vicepresidenta primera aseguró muy seria que nadie en el Gobierno iba a mezclar la política con el Mundial. En el Debate sobre el estado de la Nación, Zapatero riñó al diputado de UPN, Carlos Salvador, simplemente por elogiar las virtudes de la Selección Nacional y proclamó que no era aconsejable mezclar política y deporte. Eso lo dijo precisamente quien se nombró a sí mismo ministro de Deportes y preparó un recibimiento -político, como no podía ser de otra forma- en La Moncloa a los campeones del Mundo, antes de que hicieran el gran paseo por Madrid.
Pues bien, esta mañana De la Vega ha decidido atacar al PP con el Mundial: "Los españoles les recordarán por su deslealtad. Incluso temieron que hubiera un triunfo de la Selección española. Fue así, temieron que pudiera beneficiar al Gobierno". La respuesta ofendida de los diputados del PP no sirvió para nada. De la Vega ya había ensuciado todo.
Así son algunos de nuestros políticos. Realmente, no nos los merecemos.