Ferraz critica «la eliminación de lo público» tras privatizar parte de Barajas, El Prat y las Loterías
J.A. / MADRID
(Publicado en ABC, aquí)
El Gobierno no levanta el vuelo. Encuesta tras encuesta, el desplome se acelera por la creciente desconfianza de los españoles en la gestión que Zapatero está haciendo de la crisis económica, de tal manera que la preocupación se extiende por amplios sectores del PSOE. Y la cuesta abajo parece, por el momento imparable. Ya hace una fechas, el CIS daba a conocer su último barómetro de intención de voto que marcaba la mayor ventaja de los populares sobre los socialistas que haya detectado, en los últimos dos años, el organismo encuestador del Estado. Ocho puntos. El pésimo dato fue dulcificado en instancias gubernamentales y socialistas aduciendo que cuando se realizó el sondeo aún no se había producido la última crisis de Gobierno con la que Zapatero intentó atajar la deriva hacia el descrédito que había alcanzado un gabinete que apenas pudo atravesar el ecuador de la legislatura.
Diferencia abismal
Pero ya no hay duda de que la crisis gubernamental, y la irrupción de los nuevos rostros de los gestores de la gobernación del país y sus asuntos, ha servido para más bien poco. Ayer, el diario «El país» publicaba un sondeo que ponía en unos astronómicos 18 puntos la ventaja del PP sobre el PSOE, la más amplia que jamás haya separado a ambos partidos. La encuesta se realizó justo después de la derrota electoral de la opción socialista en Cataluña (y la consiguiente pérdida del poder en esa Comunidad) y cuando Rodríguez Zapatero ya había anunciado en las Cortes su enésimo plan de medidas para sacar a España de la crisis.
Mes y medio después se ha difuminado por completo cualquier expectativa de que el cambio en el Ejecutivo haya valido, en materia de confianza de los españoles, para algo. De tal forma que ahora el Gobierno habrá de fiar la mejora de su imagen a otro clavo ardiente.
Porque lo que está claro es que desde la filas socialistas no se apuesta por el propósito de enmienda. Ayer mismo, el PSOE hacía público un manifiesto con motivo del XXXII aniversario de la Constitución en el que arremete contra «el modelo económico neoliberal (…) basado en la disminución y eliminación de lo público». Curiosa afirmación pues no hacía ni una semana que el presidente del Gobierno anunciaba la privatización del 30 por ciento de las Loterías, y el 49 por ciento de los aeropuertos de Barajas y El Prat, medidas que encajan como un guante en la doctrina neoliberal.
En su loa de la efeméride constitucional, el manifiesto de Ferraz, fía la recuperación económica del país al «proyecto de Ley de Economía Sostenible y a la Estrategia para el Crecimiento Económico Sostenible», así como a «las reformas emprendidas» , y subraya que la prioridad no sólo es el empleo, sino lograr «un nuevo tipo de empleo». Como parte de la solución del problema, los socialistas citan la futura Ley de Igualdad de Trato y no Discriminación, «que será un nuevo avance».
El PSOE subraya que «la salida de la crisis no debe dejar a nadie atrás, atrapado en la falta de cualificación y en bolsas de paro de larga duración». En ese sentido, alaba el anuncio de Zapatero sobre la reforma del sistema de formación para los desempleados.