Luis de Velasco (Publicado en República de las ideas, aquí)
Como diría un clásico, tienen un morro que se lo pisan. Su desfachatez no tiene límites. Ahora resulta que, para Zapatero y el PP, el Estado de las autonomías tiene enormes problemas de despilfarro, duplicaciones del gasto, etc. lo que hace necesaria su reforma.
¿Dónde había yo leído y escuchado algo de eso desde hace tres años? Efectivamente, ese asunto, ese grave problema es una de las señas de identidad de un partido, Unión, Progreso y Democracia al que todos, partidos políticos y grandes medios de comunicación, pretenden ignorar aunque saben que, como el dinosaurio de Monterroso, está ahí, para quedarse.
En su piratería intelectual y política, el PP saca a la luz una estimación de, dicen, un estudio suyo del extracoste anual de ese estado autonómico, estimación que, casualmente, es la misma que la que dio a conocer hace un año otro estudio de la Fundación Progreso y Democracia, de UPyD. ¿Se han “bajado” gratis esa cifra? Más desfachatez: ahora que el PP descubre la gravedad del tema y la necesidad de austeridad y recortes ¿por qué no pasa de la teoría a la práctica aplicando la tijera en “sus” Autonomías? Porque tiene en ellas ejemplos destacados de despilfarro, con la valenciana del discutido Camps a la cabeza. La prueba del algodón.
Por su parte, el presidente del Gobierno acaba de ser nuevamente derribado en su camino a Damasco y ha visto la luz de la verdad. En su entrevista de este lunes en el Financial Times, afirma que “al final, el responsable es el Gobierno central… las comunidades autónomas tienen que cumplir sus obligaciones (de control del gasto)… si no lo hacen, el Gobierno actuará”. No es eso lo que afirmó el Gobierno en respuesta a una moción presentada en el Congreso el pasado mayo por la diputada de UPyD, Rosa Díez, en la que se pedía que el ejecutivo ejerciese sus facultades constitucionales y legales y estableciera un techo al gasto autonómico y un límite al endeudamiento, algo luego reiterado como propuesta de Resolución tras el debate sobre el Estado de la Nación en julio. Votó en contra del Gobierno y de todos los partidos, incluido el PP. Merece ser transcrita la respuesta a esa moción del ministro Chaves: “No hay posibilidad de imponer unilateralmente a las CCAA una reducción del gasto porque en nuestro estado autonómico no hay una relación jerárquica entre las administraciones. Eso sería propio de un estado centralista. No hay lugar en un Estado autonómico para un poder de control del Gobierno sobre las CCAA sino es en un marco de cooperación y colaboración”.
Donde dije digo, digo Diego. Un ejemplo más de la coherencia ideológica y política de nuestros dos “grandes” partidos. Ambos son cada vez más marxistas, de Groucho Marx: “Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros”. Como afirma Rosa Díez, los españoles tenemos mala suerte ya que tenemos el peor Gobierno y la peor oposición al mismo tiempo. Menos mal que ya asoma una creciente Marea Magenta que limpiará la basura acumulada.