Hablando de los que provocan escándalo, el gran polemista romano, Marco Tulio Cicerón, dejó escrita en su “De Légibus” la siguiente frase: “Hacen más daño con el ejemplo que con el pecado”. Y es que, ante lo que está sucediendo en España, muchos españoles nos preguntamos si nos están tomando el pelo, nos roban o ambas cosas a la vez. De hecho, no pasa día que la prensa no levante abominables casos de malgaste de dineros públicos; de fraudes a las instituciones del Estado, de despilfarros y de favores a los amigos, familiares o beneficiarios de aquellos que tienen el poder de destinar fondos, procedentes de nuestros impuestos, hacia destinos ajenos a aquellos para los que fueron realmente presupuestados. Si esta práctica siempre es odiosa, si el clientelismo, la endogamia o el favoritismo siempre han constituido uno de los males de nuestro país; no hay duda de que, cuando la nación está en una situación extrema, las empresas están pasando por periodos de grave crisis y los ciudadanos en paro se cuentan por millones; el sólo hecho de que, desde la propia Administración, sea del Estado o de las comunidades autónomas, se pueda permitir hacer la vista gorda o desentenderse del hecho de que, dineros públicos, que pudieran solucionar la vida de algunos parados que ya no cobran sus subsidios y tienen que vivir, si es que a eso se le puede llamar vivir, de la caridad o deben ir a comer a los comedores de Cáritas, porque no encuentran otro lugar a donde los acojan; sean malversados para contentar a amiguetes, a parientes o a paniaguados afectos al partido socialista, señores, es algo que clama al cielo y nos hace renegar del infausto día en que estos troleros vendedores de dádivas, subsidios, maulas, favores y privilegios, ocuparon los puestos que les han permitido hacer de mangas capirotes con el dinero que ha salido de los bolsillos de los ciudadanos.
Resulta una ofensa escuchar al señor Zapatero hablarnos de “prosperidad” cuando, desde que subió al poder, lo único que ha logrado para los españoles ha sido colocarlos contra las cuerdas, enviarlos al paro, cerrar cientos de miles de empresas, agarrotarlos con más impuestos, aumentar las tarifas de la luz y el precio de los carburantes; con la particularidad de que, todos aquellos “logros sociales” de los que tanto presumía, han resultado ser globos de aire que, con el tiempo, se han ido deshinchando hasta desaparecer; como ha ocurrido con los 2.500 euros por recién nacido o la famosa ley de Dependencia o los ordenadores para las escuelas o tantas otras promesas que se han quedado en eso, en promesas que nunca se han materializado. Nos pide, a los españoles, que nos estrechemos el cinturón pero, al mismo tiempo, observamos consternados como se están malgastando millones de euros en salvar a las cajas de ahorros –que cometieron el error de actuar como bancos y quisieron sacar la tajada del león concediendo hipotecas a troche y moche, confiando en que, el precio de los inmuebles, seguiría creciendo año tras año –. Pero, lo que acaba por convertirse en un atraco a mano armada lo descubrimos en la prensa al constatar la serie de fraudes, malversaciones de dineros públicos, desvío de cantidades presupuestadas y conchabamiento con otras instituciones, para repartirse el dinero de los impuestos de tantas familias españolas, para beneficiar a personas o entidades que no tienen derecho a él.
Veamos alguno de los casos que, recientemente, se han conocido. Por ejemplo: en la Sanidad andaluza cuando, en una resolución que firma el propio gerente, don José Luis Gutiérrez, se anuncia “convocatoria pública para cubrir puestos de trabajo de libre designación” donde se invita a los aspirantes a presentar su currículum, para lo que se conceden quince días hábiles. Lo curioso es que, un mes y medio antes, la propia wep de la Junta había dado ya el nombre de la nueva jefa, la señora Matilde Vera, designada de antemano; pasándose por alto los principios constitucionales de igualdad (¿qué hace la señora Aido al respecto?), mérito y capacidad para acceso a los puestos públicos del organismo. Un caso evidente de clientelismo, al estilo del PSA que parece que tiene buena mano para este tipo de chanchullos.
En la misma Andalucía, se ha levantado un escándalo de dimensiones insospechadas, con respecto a ERE’s que fueron tramitados con gravísimas irregularidades. Al parecer ya han aparecido más de 100 de estos expedientes que, si bien son legales, sin embargo, en su tramitación, presuntamente, se practicaron gravísimas irregularidades. Uno de ellos corresponde a la empresa Vinnell-Brown and Root que opera en la base militar estadounidense sita en la base de Morón. Solicitó un ERE para despedir a 286 trabajadores con el acuerdo expreso de CC.OO y la UGT. USO se opuso por estimar excesiva la cantidad de despedidos, lo que redujo, con el visto bueno de los dos sindicatos mayoritarios, a 150 los despidos. USO volvió a recurrir, al observar un presunto “amiguismo” a la hora de escoger a los afectados; solicitando los nombres y apellidos de los 150 despedidos. La sorpresa fue que USO descubrió a 8 personas que ya estaban de baja en la empresa con anterioridad a la iniciación del expediente. Esto fue sólo el principio, porque la Inspección de Trabajo sacó a la luz un total de 31 casos que no debían haber sido incluidos en la lista de los despedidos, porque no estaban en activo en la empresa cuando se tramitó el ERE. No hubo sanciones para los Sindicatos culpables de la anomalía, porque la Junta de Andalucía ¡no detectó, en su resolución final, ningún intento de fraude por parte de los grandes sindicatos!
Otro ejemplo, el amigo sentimental de la señora Aído, el señor Julián Martínez García, actual Delegado del Gobierno andaluz en Madrid; fue sancionado por haber contratado a cinco buzos profesionales para una prospección arqueológica submarina, sin hacerlo oficialmente y sin darlos de alta a la seguridad social, –a pesar de que actuaba en nombre de la Consejería de Cultura de la Junta Andaluza y que recibió dos subvenciones para llevarlo a cabo — lo que le costó el pago de las cuotas no abonadas y una sanción.¿Cumplió la sanción y pagó la multa? Nadie lo sabe debido a que resulta que, el Inspector General Provincial de Trabajo y Seguridad Social, ha dicho que “consultados nuestros archivos y con la información facilitada por usted, no nos costa el expediente mencionado” ¡Se volatilizó!
Pero, vean ustedes lo que el propio señor Rubalcaba acaba de hacer. A pesar de que, una sentencia del Tribunal Supremo, ordenaba anular el Catálogo de Puestos de Trabajo del Cuerpo Nacional de Policía aprobado el 2008; debido a un recurso de varios cargos sindicales de la policía que denunciaban un aumento excesivo de los cargos de libre designación a los más altos cargos del Cuerpo. El TS anuló el Catálogo y ordenó atenerse a lo fallado por el TSJM. A pesar de estos antecedentes, el señor Rubalcaba ha vuelto a convocar plazas de 55 altos mandos policiales. Y es que nuestro vicepresidente no se para ante una simple sentencia del Supremo ya que, por lo visto, para este señor, como decía el señor Bermejo, ¡las leyes deben aplicarse según convenga al momento! Pero aquí nadie es capaz de decir lo que ocurre con nuestros dineros, qué se hace con ellos y qué garantías tenemos los ciudadanos de que, todos estos sujetos que manejan los entresijos de la Administración Pública, destinen este dinero que, cada vez, nos arrancan con más saña, a lo que es beneficioso para España y los ciudadanos honrados que la habitan. Lo curioso es que, se habla del caso Gürtel y se hace silencio sobre estos otros delitos que, por ser achacables a los socialistas, parece que carecen de importancia.
Miguel Massanet Bosch