Las contradicciones en el mercado laboral reflejan la inconsistencia de la reactivación económica

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, durante la presentación del programa económico del PP / SERGIO BARRENECHEA (EFE)
El análisis inmediato del paro registrado en noviembre resume la evolución del mercado laboral durante toda la legislatura de Mariano Rajoy. Por una parte, ha descendido el paro contabilizado por el Inem (concretamente en 27.071 personas, un excelente dato, con lo que el paro registrado afecta a 4,149 millones de personas), pero la afiliación a la Seguridad Social ha sido escasa (1.620 cotizantes más); el paro sigue descendiendo, consecuencia ineludible del crecimiento económico, pero el nivel de empleo todavía es inferior al de los momentos previos a la gran recesión; se crean puestos de trabajo, pero muchos siguen siendo de baja calidad; aumenta ligeramente la contratación fija, pero la cobertura de los parados sigue descendiendo.
Esta imagen contradictoria refleja con exactitud una reactivación económica débil y una salida precaria de la recesión. Las fases recesivas, incluso las que están superpuestas a una crisis financiera de inusual gravedad, acaban por superarse; lo que importa es la forma en que se superan. En el caso de la economía española, la recesión se ha superado después de una caída drástica del crecimiento, una destrucción masiva de empleo —favorecida por una reforma laboral ineficiente— y un descenso muy acusado de las rentas salariales. Ni una sola medida política se ha adoptado para estimular la contratación fija (o acabar con la dualidad del mercado laboral), incentivar la inversión y proteger la demanda mediante rentas sociales.
El resultado está a la vista: menos paro —aunque el desempleo español es de los más altos de Europa— pero también menos empleo. Es oportuno recordar además que aunque la tasa de crecimiento está entre las más elevadas de la zona euro, otros países han alcanzado ya los niveles de riqueza previos a la crisis. España, con un descenso más profundo del PIB, está todavía a mitad de camino.