El hallazgo de los 40 Principales no es mío, lo tomo prestado de un amigo y sin pago de canon. Grupo también conocido como el G 40. A elección del lector.
Zapatero aterriza recién llegado de la reunión del Consejo Europeo y lo primero que hace es reunir a los denominados grandes empresarios, la flor y nata del IBEX 35, para informarles de lo acordado y de lo que piensa a hacer a continuación. En los próximos días, comparecerá en sede parlamentaria, se supone, con ese mismo objetivo.
En democracia tan importante como el fondo son las formas. En principio y mientras no se demuestre lo contrario, el Congreso es el depositario de la soberanía nacional por lo que el primer informado debería haber sido este denominado poder legislativo de una monarquía apellidada parlamentaria. Todos sabemos quién manda en el país (y en esa reunión quedó demostrado una vez más qué persona manda) pero conviene guardar las formas, al menos para que los ciudadanos sigan creyendo en algunas, aunque cada vez menos, cosas.
¿O es que contamos con un Gobierno en la sombra con ese G 40? ¿Los intereses de todos esos empresarios son coincidentes y, más importante, coinciden con los intereses generales de España? Más que dudoso cuando hay muchas de estas empresas cuyo capital está mayoritariamente en manos extranjeras, sean accionistas individuales o institucionales, y cuando la mayor parte del volumen de negocio de las mismas se hace fuera de nuestras fronteras. Hay incluso alguna empresa eléctrica en manos mayoritarias de una empresa pública italiana. ¿Cabe entonces considerar a muchas de estas empresas como españolas?
Puestos a seguir dudando ¿cabe considerar a estos llamados “grandes empresarios” como empresarios, como personas que arriesgan su capital propio, como auténticos emprendedores? Salvo excepciones, no es así. Se trata de gestores, con remuneraciones altísimas eso sí, de empresas grandes, muchas de ellas dependientes de decisiones (concesiones, contratas, tarifas, etc.) del sector público. Si la empresa va mal y cierra, eso sólo afectará a su inversión (si la tienen) y normalmente percibirán unas jubilaciones o indemnizaciones doradas (los “golden parachutes”). Los verdaderos emprendedores son otros, son millones, son los que arriesgan recursos propios y crean empleo, son quienes no reciben indemnizaciones millonarias y son los desatendidos por este Gobierno. Este Gobierno que sigue firme y decidido en su salida “progresista y social” a la crisis.