¡Escuchemos a los jóvenes hartos de unos políticos desemplazados y egoístas!
Por fin, el silencio, la criticada apatía, el supuesto pasotismo de los jóvenes españoles se quebró para dar paso a un movimiento heterogéneo de miles de ciudadanos auto convocados a través de la Red (es la “generación WWW", de la que di ya un primer emplazamiento el otro día en La Vanguardia de Cuenca) para acampar en las plazas principales de las ciudades y gritar: ¡Basta! Están hartos. Hartos de lo que les rodea, hartura holgadamente sintetizada por el profesor Fermín Bocos: hartos de escándalos relacionados con la corrupción política; hartos de partidos más atentos a repartirse el poder que a resolver los problemas reales de la gente; hartos de unos sindicatos enganchados a ese sistema de reparto de poder y que parece que no tienen nada que decir de una crisis económica que se salda con cinco millones de parados, de los cuales, la mitad, son jóvenes de menos de 35 años; hartos -los que conservan algún trabajo- de mal vivir con sueldos de mileurista; hartos de escuchar a los "gurús" de la banca y las finanzas que hay que apretarse el cinturón, que hay que hacer nuevos ajustes, mientras ni ellos renuncian a sus "bonus" ni sus bancos a sus beneficios multimillonarios; hartos, también, de algunos periodistas a quienes ven unidos en sus intereses a los de los poderosos de los partidos políticos, de la banca, de los clubes de fútbol, de los negocios editoriales, etc.
Eso es parte de lo que aflora en manifiestos y pancartas, que, como dice el propio Boscos, es la reverberación de un malestar de fondo que tiene fundamento pero que no se alcanza a ver si tiene futuro dada la condición heteróclita de su naturaleza sociológica y el aparente descabezamiento de su estructura política. El movimiento, cuando menos en sus compases iniciales, desprende un aire nihilista que sugiere la idea de un frente de rechazo sin un programa de obra alternativa. Todo es provisional y, por lo tanto, sería aventurado extraer conclusiones acerca del recorrido y calado político de esta corriente, en apariencia espontánea. Inducida, sin duda, por el ahogo y la angustia que genera la crisis económica y las secuelas del insoportable nivel de paro que padece España y, también, por la falta de expectativas vitales y laborales de muchos millones de jóvenes.
Estos jóvenes, parados y mileuristas, que me abrieron los ojos de atención y seguimiento a sus demandas –cosa que hice en el Manifiesto Electoral para el Progreso de Cuenca en sus diez páginas introductorias, al asentar el vivir en democracia y con democracia- ya son uno gracias a la plataforma Democracia Real Ya, que lleva desde el pasado 15 de mayo convocando manifestaciones multitudinarias en diferentes puntos de España y cada vez son más fuertes.
La realidad es innegable, ¿ha comenzado la revolución social?, tan demanda en muchos de nuestros lugares próximos. Medios de comunicación, políticos y ciudadanos saben que algo esta cambiando y viene pisando fuerte, ¿quién no ha odio hablar de Democracia Real Ya y sus concentraciones pidiendo cambios sociales y políticos?
Tan real es la fuerza que han tomado los defensores de esta plataforma que hasta se les conoce como los ‘indignados’. Incluso, los partidos políticos han comenzado a nombrarles en sus mitin. PP, PSOE e IU son conscientes de la influencia que puede alcanzar Democracia real Ya, sobre todo, de cara a las elecciones municipales del próximo domingo. Por ello, intentan lidiar con las críticas y hasta pedir el voto de los ‘indignados’. No voy a hacerlo yo aquí, en estos instantes. Mi decencia es mayor que la de esos que, como Cayo Lara, el líder de IU, al pedirles el voto, se ha atrevido a negar la democracia. ¡Qué vergüenza! ¡Qué falta de sensibilidad y de sentimiento político!
Pese a todo, los manifestantes no se dejan convencer por las promesas políticas. Son muchos los ‘indignados’ y cada vez serán más. Solo en la manifestación de Madrid había 4.000 seguidores y a medida que se convoquen más concentraciones el número aumentará. Pero la capital no es el único punto caliente. Cataluña, la Comunidad Valencia, Galicia, Aragón o Palma de Mallorca también empiezan a hervir.
Las redes sociales han sido el instrumento de comunicación para aunar fuerzas y denunciar la situación de desempleo, recortes sociales y corrupción política que frenan a España y hacen que muchos españoles tengan que vivir situaciones precarias como vivir en la calle. Solo en Facebook el movimiento Democracia real Ya tiene más 86.500 seguidores.
Democracia real Ya no es solo un movimiento juvenil, sino todo lo contrario, su fuerza proviene de la unión de jóvenes, inmigrantes, parados, amas de casa o de cualquier persona que quiera que se produzca un cambio real tanto en la esfera social como política de España.
En la situación descrita, como siempre, destaca la voz de la diputada de Unión Progreso y Democracia (UPyD) Rosa Díez, que ha pedido en un acto político celebrado en Majadahonda a los ciudadanos "compromiso" no para votar, sino para "elegir" a la gente para solucionar sus problemas, ha informado UPyD en un comunicado.
Según Díez, "la política y la democracia no es votar; es elegir y esto requiere compromiso". Por eso, ha instado al ciudadano a "comprometerse y participar" y utilizar UPyD como "un instrumento para reconciliarse y volver a participar en la política".
"No les pido que participen en la jornada electoral; les pido que se involucren, que se impliquen. No les pido que se indignen; les pido que actúen, que asuman su responsabilidad, que se comporten como ciudadanos", ha reclamado la diputada, cuya formación concurre por primera vez a unas elecciones locales y autonómicas.
Tras este llamamiento general, Díez ha concretado que los ciudadanos deben actuar "en defensa de los valores comunes y del Estado", de la separación de poderes, la independencia de la Justicia, la reforma del orden constitucional y sus símbolos, para ganar la batalla contra la impunidad, para sacudir conciencias y abrir los ojos, la igualdad política, "para que su voto valga lo mismo que el de cualquiera de sus conciudadanos, al margen de su opción electoral o de la parte de España en la que vivan".
Tras desgranar las principales propuestas electorales de UPyD salpicadas de críticas a PSOE y PP, "unos partidos que se han quedado viejos y caducos", Díez ha pedido a los españoles "que abran los ojos, que participen y que no se resignen".
"Les pido que sean ciudadanos, que ejerzan su derecho a elegir su futuro. Les pido que lo hagan por sus hijos y en memoria de sus padres. Esta es una de esas veces que la política es legítima defensa", ha argumentado.
Según Díez, los ciudadanos deben "elegir" también para acabar con las duplicidades y el despilfarro porque no estamos condenados a mantenerlo y fusionar los ayuntamientos y agruparlos con economía de escala, unas propuestas que no se han escuchado en la campaña porque ellos son los responsables y algún otro, como los nacionalistas, que les ayudan a no cambiar las cosas.
La diputada ha pedido a los ciudadanos elegir y elegir una justicia independiente para que los dos grandes saquen la mano del Tribunal Constitucional y ningún partido tenga mayoría ni minoría en los tribunales y, ni siquiera, presencia porque cuando eso pasa la democracia "se escribe en minúsculas y entrecomillas".
Díez ha declarado estar "segura de que hay una necesidad creciente de regeneración democrática en España y de que haya personas que representen a personas, y no personas puestas por su secta en unas listas electorales".
En este contexto de "hartazgo respecto a los políticos", Díez ha explicado que UPyD es una fuerza "emergente, transversal y poderosa, a la que no podrán callar". Y así lo ratifica ahora mi experiencia y compromiso.
Juan Andrés Buedo García
Candidato de UPyD por Cuenca a las Cortes de Castilla-La Mancha