(Publicado en Periodista Digital, aquí)
Vaya por delante que lo de ‘mono’ no va por el parecido que muchos atribuyen a Pérez Rubalcaba con el etiquetado de alguna que otra bebida alcohólica. Pero no me negarán que esto de las primarias con un solo candidato no es la monda. Llevan años nuestros socialistas llenándose la boca de la democracia interna que tiene su partido y atacando el dedazo de Aznar al designar sucesor a Rajoy. Pues ale. Ya no hay primarias. Bueno, sí hay pero con un solo candidato. Y esto, ¿cómo se come?
Esto es una muestra más de que en el PSOE no rigen principios, sino el marketing o, mejor dicho, el humo y la propaganda. No hay valores, sino el valor del poder o la unión ante la posibilidad de perderlo totalmente. Llevan en Ferraz 10 años de cachondeo zapateril y cuando llega el momento de pagar la juerga, todos de perfil. ¿Qué se pensaban? ¿Que tanto experimento político les iba a salir gratis?. ¿Acaso creían en el PSOE que el talante de ZP y su buen rollito de “la tierra no pertenece a nadie salvo al viento” les ponía a salvo del poder del voto de los españoles? Qué panda de ilusos. El PSOE ha tenido esta debacle electoral porque se lo ha ganado a pulso. 5 millones de parados, 400.000 empresas destruidas, la OCDE alertando de que España no recuperará el nivel de empleo de 2007 hasta el 2016 por lo menos… y lo que acaba de aprobar tan ufano el Gobierno este mismo viernes es la Ley de Igualdad.
Es decir, el Gobierno sigue desnortado, con un presidente zombi y con un partido hecho trizas. Mientras España tiene que esperar hasta marzo de 2012 para tener Elecciones Generales y elegir otro gobierno con otras políticas para luchar contra la crisis, el PSOE ya está preparándose para el postzapaterismo. A mí me da igual si el PSOE tiene o no candidato para las Generales. Lo que necesitamos son elecciones ya y que vengan otros a trabajar para solucionar esto. Nuevamente, aquí se ve lo que importa la gente a los socialistas: menos que una mierda. Espero que este nuevo egoísmo lo paguen y bien caro en votos, que es lo único que les importa. Mientras tanto, los españoles pagamos su egoísmo de nuestro bolsillo y con nuestros empleos.