el tema de los bancos y del tratamiento que el PSOE, hoy en el Gobierno, les vienen dando, nos hace dudar de si, en España, estamos bajo un régimen de gobierno socialista
Es posible que los ciudadanos de a pie no tengamos la misma visión de la política que los políticos de “profesión” y también podríamos admitir que diferimos cuando, desde el Gobierno y las demás instituciones públicas, se lanzan proclamas para intentar tranquilizar a la opinión pública respecto a lo que es el actual estado de nuestra nación y lo que nos aguarda si, como se nos anuncia, el actual equipo de gobierno del señor Rodríguez Zapatero está dispuesto a permanecer al frente de la gobernanza del país para así garantizarnos que, todas las reformas necesarias para sacar a flote la economía del país, se van a llevar a cabo; cosa que, al parecer, y según el criterio de los miembros del Ejecutivo, no sería posible si los que gobernasen fuesen los de otra formación política, por ejemplo los del Partido Popular. ¿Por qué? Vayan ustedes a saber.
Sin embargo, resulta algo poco menos que incomprensible que siendo, cada día que pasa, más gravosa la situación de nuestra deuda pública ( del Estado y de las autonomías), que sigue engrosando a medida que las necesidades del gobierno se acrecientan y el paro, en lugar de disminuir ( dejando aparte los vaivenes debidos a la estacionalidad), sigue creciendo; sin que la demanda de puestos de trabajo de las empresas haya reaccionado en lo más mínimo –salvo en aquellos sectores relacionados con el turismo que, gracias a los problemas que afectan al norte de África y a la mejor reacción de algunos países de la UE ante el fenómeno de la crisis, (que ha mejorado la confianza de sus ciudadanos en la recuperación); parece que, este año, tienen asegurado un periodo veraniego de más ocupación hotelera – a causa de que, los esperados créditos de los bancos, siguen sin llegar y, si lo hacen, son muy selectivos; de modo que sólo se benefician de ellos las grandes empresas y corporaciones, sin que la pequeña industria y los autónomos hayan podido encontrar apoyo alguno por parte de bancos y entidades financieras.
Y es que, el tema de los bancos y del tratamiento que el PSOE, hoy en el Gobierno, les vienen dando nos hace dudar de si, en España, estamos bajo un régimen de gobierno socialista o, por contra, bajo la burla de aparentar ser los defensores de los trabajadores, de mejorar las ayudas sociales y de ser los valedores de los pobres y, en realidad, estamos ante un sistema del más descarado, oscurantista, desvergonzado y especulativo carácter capitalista en el que, desde el inicio de la crisis de las sub-prime, lo que se ha venido actuando por el Gobierno del PSOE, ha sido ponerse a las órdenes del señor Botin y compañía, de modo que, muchos de los que fueron los causantes de que se formase la famosa burbuja inmobiliaria, fueran los que primero recibieran el apoyo y los avales del Estado, para que pudieran librarse de las consecuencias de las malas decisiones de sus ejecutivos. Si estos miles de millones de euros que el Gobierno, del señor ZP, les ha estado dando a los bancos y cajas no salieran de los impuestos de los ciudadanos, no fueran a costa de la congelación de las pensiones de los españoles y no precisaran de que el Estado hubiera de soportar una mayor deuda pública que, por añadidura, cada vez que tiene que renegociarla le viene costando más; quizá no tuviéramos nada que objetar pero, como no es así, entonces creo que tenemos derecho a protestar y a exigir que se nos den explicaciones acerca de determinadas inversiones que, con toda naturalidad y como si nos sobrase el dinero, se están haciendo mientras se nos pide a los españoles que nos apretemos el cinturón, paguemos más impuestos y se aumenten las tarifas del gas, la electricidad y los combustibles.
Por ejemplo no acabamos de entender el hecho de que no se haya dejado quebrar a entidades, como la caja CAM, cuando se ha demostrado la mala gestión de sus administradores y la imposibilidad de superar, por sus propios medios, las consecuencias de una evidente mala gestión. El Estado, la va a convertir en un nuevo banco público al que, para poder sacarlo a flote, se le van a inyectar por el FROP 2.800 millones por suscripción de acciones y otros 3.000 millones de euros en concepto de una línea de crédito de disponibilidad inmediata. Creo recordar que cuando se congelaron las pensiones el ahorro que se previó era de unos 1.500 millones de euros. ¿En virtud de qué especial concepto de la equidad el gobierno del PSOE ha de salvar a unos especuladores que, para enriquecerse, otorgaron créditos a mansalva sin la menor prudencia y, a cambio, dejaron a los jubilados y funcionarios perjudicados y empobrecidos ante el incremento del coste de vida que ya anda por los 3’2%?
Pero es que vemos que las ministras de Cultura, la señora González Sinde y de Sanidad y Asuntos Sociales no paran de otorgar subvenciones a organizaciones o ONG’s, que curiosamente están manejadas por personas afines al partido socialista o, la señora Trinidad Jiménez, de Asuntos Exteriores cuando va ofreciendo ayudas millonarias a los rebeldes libios sin que todavía se sepa el destino que se les va a dar. Un conflicto que tenía que durar una semana y ya llevamos meses, con el disparatado gasto que nuestra participación en él ¿no señora Chacón?, supone para nuestra exhausta tesorería.
Aquí, por lo visto, tenemos dinero para ayudar a Grecia, ¿cuánto nos va a costar a España este famoso Fondo que se va a constituir con más de 400.000 millones de euros para ayudar a naciones que, como la nuestra, no han sabido hacer sus deberes para salir de la crisis? Y esta es otra. ¿Dónde estamos en realidad?, ¿la UE tiene clara cuál debe ser su política en cuanto a estas naciones que están dando bandazos y que ponen al euro en una situación precaria? Es posible que la señora Salgado siga en su línea de ocultar la verdad, de mostrarse inaccesible al desaliento y de intentar, eso sí, con cara de drama, vendernos a los españoles que todo va mejorando y que sus famosos brotes verdes van a resucitar, como Lázaro, en el momento más insospechado; pero, a los ojos de un ciudadano de a pie, el panorama europeo es cada vez se presenta más complicado. En primer lugar no se puede negar que la situación de los países del norte es infinitamente mejor que los del sur; en segundo lugar, se ha demostrado que lo de un gobierno europeo, con su Parlamento y su señor Van Rompuy no es más que una escenificación que, por supuesto, depende en todo de Alemania y Francia, sin cuya aprobación toda propuesta queda en mera agua de borrajas.
Estos créditos “blandos” a los que los bancos van a poder acudir, con un interés del 4’5%, para solucionar sus necesidades de vender su deuda, no es que nos salga gratis a la ciudadanía porque lo que es cierto es que todas las naciones de la UE van a tener que contribuir a la creación de este fondo y recordemos que ya no es el primero que se ha constituido ( ¿recuerdan los 750.000 millones de euros para salvar a Irlanda, Grecia y luego Portugal?) y, muy probablemente, no será el último, si es que sea preciso salvar a todos los países que por estar mal dirigidos, como es nuestro caso, se han dedicado a despilfarrar de una manera absurda e improductiva su dinero; para que, después, tengan que venir las “hormigas” europeas a sacarnos del embrollo en el que, por su inconsciencia e incapacidad se han metido. Nos han engañado, no engañan y seguirán haciéndolo, impunemente, mientras nosotros permanezcamos mirándonos el ombligo esperando que nos saquen las castañas del fuego. O esta es, señores, mi modesta opinión.
Miguel Massanet Bosch