(Publicado en El Observador Inocente, aquí)
Los fondos financieros han tomado la medida a la política y saben perfectamente que nunca tendrán pérdidas, hagan lo que hagan.”
“…hipotecas subprime… cualquier empresa pequeña o mediana que hubiese arriesgado tanto hubiese ido a la quiebra y en algunos países tendría que haber hecho frente a responsabilidades penales…”
Como parece que vivimos en un mundo al revés me gustaría hacer una serie de consideraciones preliminares tan evidentes que si no fuese por la crítica situación actual daría vergüenza recordarlos: estamos en una economía de libre mercado, esto significa que hay agentes que arriesgan inversiones esperando un retorno suficiente de beneficios, dichas inversiones pueden derivar efectivamente en beneficios, o por el contrario, en pérdidas…el mercado es así, ni más, ni menos.
Ahora bien, aunque el Estado debe regular los mercados, lo que nunca debería haber hecho es señalar hasta dónde se puede especular antes de que los asustadizos gobiernos intervengan para “salvar” la economía, porque actuar así es garantizar la ausencia de riesgos a los especuladores y asegurar pingües beneficios. Los fondos financieros han tomado la medida a la política y saben perfectamente que nunca tendrán pérdidas, hagan lo que hagan.
Pero ¿cuándo empezó esta distorsión de la esencia del libre mercado?, habría que recordar los intentos iniciales para la creación de una unión monetaria, cuando se creó el SME (Sistema Monetario Europeo) sobre el cual fluctuaban las monedas europeas. Se marcó una banda de fluctuación del 3%, resultado: ataques especulativos a la lira italiana y a la libra esterlina que les hicieron abandonar el SME y que la banda pasase del ±2,25% ¡al ±2,25%!…los fondos especuladores sabían cuándo iba a actuar el mecanismo de compensación europeo y eso anulaba las incertidumbres propias de las especulaciones, garantizando tremendos beneficios.
Situación semejante podemos encontrarla en la inmoral gestión de los grandes bancos norteamericanos con las llamadas hipotecas subprime, cualquier empresa mediana o pequeña que hubiese arriesgado tanto hubiese ido a la quiebra y en algunos países tendría que haber hecho frente a responsabilidades penales, sin embargo, el mensaje a las grandes corporaciones financieras ha sido, tranquilos, especulad lo que queráis porque el Estado os rescatará.
Ahora en nuestra Unión Europea nos encontramos con las mismas circunstancias, damos los mismo mensajes a los que han comprado deuda de Grecia (y otros), compradores que han asumido unos riesgos en espera de beneficios, sin embargo, cuando dichos riesgos han aumentado, vuelven a ser los estados quienes les garantizan la ausencia de pérdidas, ello estimula al capital más agresivo para seguir especulando, aumentando el interés que cobran por comprar deuda, sabedores que en un momento u otro, será algún país, será el Banco Central Europeo o será el FMI, pero alguien le recomprará esa deuda sin perder un euro.
Como puede verse en este breve recorrido histórico de la especulación, lo que se está cuestionando es la esencia misma del libre mercado, y lo que es más importante, los límites, carencias y contradicciones del Estado nacional en un mundo globalizado.