Skip to content

La Vanguardia de Cuenca

Intereses: comunicación y actualidad en general, weblogs, sociedad, política

Menu
  • INICIO
  • BIOGRAFÍA
  • PUBLICACIONES DEL AUTOR
  • Instagram
  • Facebook
  • X
Menu

¿Puede España aguantar tres meses más de incertidumbre? (Miguel Massanet Bosch)

Publicada el agosto 7, 2011 por admin6567
Compartir

Dos simples apuntes de esta realidad que parece empeñada en que, en España, se nos compliquen las cosas todavía más de lo que los políticos se han venido encargando de hacerlo, desde que se inició la famosa crisis. S&P, la agencia de rating, ha decidido rebajar la calificación de la deuda estadounidense y, desde Bruselas, el comisario europeo de Economía y Asuntos Monetarios, el señor Olli Rhen nos ha enviado un “recadito” para advertirnos que es urgente y necesario que continuar “firmemente” y concluir la reestructuración del sistema financiero, así como las reformas estructurales del mercado laboral. Algo que, a su juicio, es “crucial y crítica”. Tanto lo uno como lo otro era esperable y no nos debemos de extrañar si es que vemos con que pasividad, nuestros gobernantes dejan pasar el tiempo sin que se les vea actuar para avanzar en los temas de los que nos advierten desde Bruselas. Incluso resulta cómico escuchar al señor López Aguilar, el eurodiputado socialista, quejarse de las autoridades europeas de “no hacer todo lo necesario ni ir a la velocidad” adecuada al momento de crisis que está viviendo el euro que, a su juicio, requiere “una política unida y coordinada”.

Y es que, a los de PSOE, ahora les vienen los apuros, las prisas, los reproches y las lamentaciones, a toro pasado, cuando ya nos hemos pillado los dedos fiándonos de que la salvación de nuestra economía y de nuestras finanzas nos iba a venir de fuera de nuestras fronteras; cuando, primero, confiamos en el señor Obama y,  al percatarnos de que no íbamos a sacar nada del americano, nos hemos vuelto hacia el BCE, el ECOFIN y el FMI, pensando que, sin que cumpliéramos (en su totalidad) los deberes que, en el mayo del 2010, nos pusieron desde América, China y Europa, para darnos una mano –cuando ya estábamos a punto de caer en quiebra soberana, al estar a punto de no poder renovar los vencimientos de nuestra deuda– sería Europa la que nos iba a ayudar; aunque ello supusiera tener que emitir los famosos “bonos europeos”. Hay que advertir que, los países que soportan en  economías los mayores costes para sostener al BCE y, con ello, poder prestar ayuda a naciones que, como Grecia, Irlanda y Portugal, han debido pedir ayuda para salvarse de la quiebra, son los que han tenido que desembolsar importantes cifras millonarias de euros a costa de sus propio erarios;  y ello en momentos difíciles, como le ocurre a Alemania, que tiene que convencer a sus ciudadanos de que ellos, que ha sabido afrontar la crisis y superarla a base de esfuerzos y trabajo, sean los que ten que salvar a aquellas naciones que han preferido, por incapacidad de sus gobernantes o por cuestiones electorales, retrasar el tomar las medidas adecuadas, aunque impopulares, para afrontar la situación.

El señor López Aguilar puede ahora hablar de unidad europea, de responsabilidades de los países europeos y de la necesidad de rebajar el gasto público y equilibrar los ingresos cuando, precisamente, ha sido su jefe de filas, el señor Rodríguez Zapatero quien ha actuado sin tener en cuenta lo que se le aconsejaba desde Bruselas; retrasando todo lo que ha podido el adoptar políticas de limitación de gastos, de modificación a fondo del mercado laboral y de saneamiento del sistema financiero español, que deberemos recordar, fue en Washington, donde ZP presumía de que era el más sólido y fuerte de toda Europa. De aquellos lodos estos polvos, señor Aguilar, y ahora no es momento de que usted tire piedras contra aquellos que nos han venido advirtiendo, infructuosamente, de lo equivocada que estaba nuestra política financiera y económica.

Aún, hoy en día, el presidente de la nación, porque lo sigue siendo, señor Zapatero, lo que hace es ocultarse en la Moncloa e irse de vacaciones, sin que se le vea la menor intención de escuchar lo que se le dice desde Bruselas y hacer, de una vez, la reforma que se le viene solicitando para que nuestras empresas puedan ponerse a la altura de la competencia europea. Claro que, cada vez es más difícil que nuestras entidades crediticias, que tan precisadas se encuentran de emitir deuda para financiarse y poder mejorar su línea de crédito, puedan hacerlo en una condiciones razonables, dada la poca confianza que vienen  inspirando a los inversores institucionales, lo que se traduce en que, cada vez, las agencias de rating se muestren más recelosas a la hora de evaluar nuestra deuda privada y hayan reducido, en varias ocasiones, la nota de la de algunas de nuestras entidades bancarias. Sin financiación adecuada y a un coste razonable, no puede haber créditos; algo de lo que ya vienen advirtiendo los presidentes de los principales bancos españoles. Y, de todos es sabido, que sin créditos no hay forma de proporcionar  movilidad y liquidez a nuestras empresas, que seguirán pasando dificultades, echando personal y, las más débiles, acudiendo a procedimientos concursales o, en su caso, a la quiebra.

El señor López Aguilar apela a la responsabilidad de aquellas naciones que, desde hace años, son las que vienen manteniendo el euro a base de poner más de su parte que el resto, que se vienen limitando a esperar a que las saquen de sus apuros, muchos de ellos sobrevenidos de una mala gestión política y económica. No, señor Aguilar, lo que le ocurre a España nos lo hemos ganado a pulso, ha sido debido a la terquedad de ustedes los socialistas, que se han negado sistemáticamente a escuchar las voces sensatas que les pedían un cambio de rumbo. No quieran achacar la culpa a la oposición o a la crisis que, si tiene una particularidad, es que ha afectado a todas las naciones; lo que sucede es que, así como Alemania, Holanda, Suecia y Noruega  y hasta Francia, se las han arreglado para hacer lo posible para aminorar los efectos de la recesión, en nuestro país, gracias a ustedes, se ha hecho todo lo necesario para que fuéramos los que mayor impacto hayamos recibido; los que menos hayamos hecho para intentar paliarla y los que, con más tranquilidad y necedad, hemos esperado a que, cuando nos hemos querido dar cuenta, ya estemos en una situación tan extrema que, es posible, que sea imposible salir de ella sin que tengamos que sufrir un serio varapalo que, como siempre ha venido ocurriendo con estos gobiernos que presumen de trabajar para el pueblo, los que vamos a tener que pagarlo, aquellos sobre cuyas espaldas nos van a caer los palos y los que vamos a tener que apretar los dientes y resignarnos a vivir peor; vamos a ser los ciudadanos de a pie, la sufrida clase media, que ha sido, precisamente, la que menos beneficios ha tenido de la anterior época de la burbuja inmobiliaria.

Y mientras, que nuestras ministras sigan vistiendo a la moda, repartiendo millones a diestro y siniestro, como ha hecho la señora González Sinde entregándoles a sus “amigos del cine” otros 30 millones de euros, para que hagan películas de sexo y contra Franco, que es lo que más les pone. Que permitan a los sinvergüenzas del 15M que sigan saliéndose con la suya; que consientan a Bildu que siga agasajando a los familiares de los criminales de ETA o que compren a los de CC para que los apoye en el Parlamento; mientras España, esta nación denigrada y humillada por los socialistas, siga alimentando a sujetos como Chavez, Griñán, para que sigan aprovechándose saqueando Andalucía con ERE fraudulentos, antes de que, los del PP, consigan expulsarlos de ella. Lo malo es que España ya no está para más dilaciones y, cada mes que pasa, nos acercamos más al punto del no retorno. O esto es, señores, lo que percibo yo como simple ciudadano de a pie.

Miguel Massanet Bosch

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Juan Andrés Buedo: Soy pensionista de jubilación. Durante mi vida laboral fui funcionario, profesor, investigador social y publicista.
  • Actualidad
  • Administración Pública
  • Ciencia
  • Cine
  • Comunicación
  • Cultura
  • Deportes
  • Economía
  • Educación
  • Gastronomía
  • Historia
  • Juegos
  • Libros
  • Literatura
  • Medio ambiente
  • Música
  • Pensamiento político
  • Política
  • Religión
  • Sociedad
  • Sociedad de la Información
  • Televisión
  • TIC y Sociedad del Conocimiento
  • Uncategorized
  • Urbanismo y Arquitectura
  • Viajes
  • Web/Tecnología
  • Weblogs

Recent Posts

  • España en llamas-III (por Eulalio López Cólliga)
  • EPISODIOS PROVINCIALES. 19 – La Diputación de Cuenca: entre andanadas improvisadas y enchufismo mal disfrazado (por Juan Andrés Buedo)
  • Discrepancia política, colaboración interadministrativa y sentido de Estado: el ejemplo de los incendios (por Juan Andrés Buedo)
  • España en llamas-II (por Eulalio López Cólliga)
  • España en llamas-I (por Eulalio López Cólliga)

Recent Comments

  1. Fuente en Las puñeteras abstracciones (por Miguel Massanet Bosch)
  2. Fuente en Donde se habla de profetas mesiánicos, dinero negro y separatismo (por Miguel Massanet Bosch)
  3. Fuente en Rajoy niega haber recibido dinero negro y presentará sus declaraciones de la renta
  4. euromillones en Miles de personas se manifiestan contra el paro y los recortes en servicios públicos
  5. central park en ¿Hacen falta cambios en el gobierno de Rajoy? (por Miguel Massanet Bosch)
© 2025 La Vanguardia de Cuenca | Desarrollado por Superbs Tema de blog personal