(Publicado en El Observador Inocente, aquí)
“… ¿qué población ha salido mal parada con estas políticas neoliberales?, pues naturalmente las más desfavorecidas, aquellas que aprovechan los disturbios para descargar su rabia contra unas instituciones que no sienten como suyas.”
“…cualquier acto de violencia gratuita debe perseguirse, pero esto no debe ser óbice de buscar y solucionar las causas estructurales que los provocan.”
Los últimos disturbios acaecidos en Londres tiene muchas semejanzas a los ocurridos en distintas ciudades francesas, estos episodios se dan en barrios multiétnicos y económicamente deprimidos, en zonas socialmente depauperadas y con un cierto sentimiento de exclusión social que les da una identidad de supervivencia. Para analizar estos sucesos lo más fácil sería centrar el debate en la inmigración, en culpabilizar las políticas multiculturales, sin embargo, a mi entender, ésta sería una maniobra de distracción respecto a las raíces del problema, raíces que trascienden lo local y llegan a cuestionar las funciones básicas de los estados posmodernos.
Últimamente desde los gobiernos y partidos conservadores europeos se tiende a cargar las culpas de los desmanes sociales a temas identitarios o, incluso, étnicos, se habla de integración, de asimilación, de imposición… sin embargo, obvian los graves problemas de guetización en los barrios de las ciudades europeas, convertidos en estigma que impide cualquier atisbo de “ascensor social” y perpetúa un statu quo social que condena a buena parte de la población a sentirse ciudadanos de segunda con muy pocos vínculos afectivos con el resto de las sociedad y mucho menos con las instituciones públicas.
¿Por qué se producen estos episodios de violencia extrema enfocados contra las fuerzas de seguridad?, porque son vistas como elemento extraño y amenazante para su microsociedad, como la herramienta que constriñe sus posibilidades de supervivencia. Está sería la clave de todos estos disturbios episódicos en las sociedades “opulentas” del primer mundo, ya que se empieza a perder una de las bases fundamentales del estado liberal: el monopolio de la violencia por parte del Estado, sin embargo, dicho monopolio pierde legitimidad cuando es interpretado como algo para imponer injusticias sociales. Decir que personalmente creo que es imposible un estado democrático viable sin dicho monopolio, que cualquier acto de violencia gratuita debe perseguirse, pero esto no debe ser óbice de buscar y solucionar las causas estructurales que los provocan.
¿Por qué de la pérdida de legitimidad de los gobiernos europeos?, porque los estados nacidos después de la Segunda Guerra Mundial, eran estados sociales, porque sus políticas eran tendentes a igualar las oportunidades y favorecer el ascenso social, en cambio, durante los últimos tres decenios se ha visto como se ha ido haciendo dejación de este tipo de políticas para centrarse en la creación de riqueza pero sin redistribución, han asumido la máxima de que el estado en el problema y no la solución, estas políticas han agudizado los problemas sociales de la crisis económica, ¿qué población ha salido más mal parada de estas políticas neoliberales? naturalmente las más capas más desfavorecidas de la sociedad, aquellas que aprovechan los disturbios para descargar su rabia contra unas instituciones que no sienten como suyas.
José Rosiñol Lorenzo