>> Los salarios de los empleados públicos del Estado empezaron a crecer a un menor ritmo hace más de dos años y ahora se encuentran prácticamente congelados.
>> Los funcionarios ingresaron un 0,4% menos en 2010 y acumulan una caída del 5,2% en lo que va de año
SERGIO BARBEIRA | (Publicado en Xornal.com, aquí)
"Es bueno para España". Con esta justificación, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, respaldaba el pasado viernes su propuesta de que se moderen los salarios y los beneficios empresariales "para crear empleo". La ministra de Economía y su excompañera de gobierno, Elena Salgado, coincidió ayer con Rubalcaba en la necesidad de una moderación, aunque se olvidó de decir que el departamento que dirige ya lleva aplicando esa política de contención desde 2009.
La coletilla ya no es nueva, pero siempre levanta la misma controversia: ¿Son necesarios más ajustes en este sentido? Los datos son elocuentes: los salarios de los empleados públicos (que incluyen a funcionarios, altos cargos, personal eventual, personal laboral, etc) se recortaron en un 5,2% entre los meses de enero y junio de este año, según los datos facilitados por el Ministerio de Economía y Hacienda. Se acentúa así la tendencia a la baja iniciada en 2010, año en el que se aprobó la rebaja del 5% en los salarios públicos, aunque finalmente el ajuste fue del 0,4%. Pero la moderación comenzó antes, concretamente en 2009. En ese ejercicio la masa salarial de los empleados públicos creció un 5,3%, inferior al avance del 6,7% del año anterior. En el caso de los funcionarios, el incremento fue casi dos puntos porcentuales más bajo, ya que pasó del 7,4% al 5,8%. Por tanto, la tan aludida moderación salarial ya no es una novedad en las nóminas de los empleados públicos.
Salgado ha considerado en una entrevista a Europa Press que "sería muy poco razonable recomendar moderación salarial en el sector privado y no autorrecomendarla en el sector público". En primer lugar, la ministra pasa por alto los datos de la Secretaría de Estado de Hacienda, que ya dejan clara la existencia de esa contención. En segundo lugar, el incremento de los sueldos pactados en convenios en España refleja un repunte respecto a la media de los dos últimos ejercicios. En julio el aumento salarial pactado era del 2,65%, superior al 2,2% de 2010 o al 2,24% de 2009. Es cierto que la inflación desde finales de 2010 hasta ahora es más alta que en los años anteriores, pero la inflación también la sufren los funcionarios, cuyos sueldos disminuyen y, por tanto, su poder adquisitivo va a menos.
El ajuste salarial al que puede estar aludiendo Salgado es el que afectaría al personal eventual del sector público, que también se está corrigiendo en los últimos meses, pero que en los años previos creció de una forma desmesurada. Desde que comenzó la crisis en 2007 y hasta la aprobación de las medida de austeridad en 2010, la remuneración del personal eventual creció a un ritmo superior al 10% anual (en 2005 ese aumento llegó a ser del 19,5%). En 2010 la rebaja fue del 1% y en lo que llevamos de año es del 2,8%, todavía la mitad que el tijeretazo a la masa salarial de los funcionarios.
PROFUNDIZAR EN EL ACUERDO ENTRE PATRONAL Y SINDICATOS
Respecto a un pacto entre los empresarios y los sindicatos sobre la moderación salarial, la ministra de Economía cree que los sueldos "deberían ir cada vez más ligados a la productividad". Este factor es muy difícil medirlo, como ya indicaron en numerosas ocasiones los agentes sociales, aunque ya hay empresas como Telefónica e Iberdrola que lo hacen. Sobre este punto, Salgado manifestó que tanto productividad como salarios "de alguna manera están ligados" en el Acuerdo Interconfederal sobre Negociación Colectiva para el periodo 2010-2012, aunque dijo que "tal vez no formalmente", por lo que "convendría que por parte de los agentes sociales se hiciera de una manera más explícita", añadió.
En ese acuerdo, en su capítulo II, tanto patronal como sindicatos se comprometen a tener en cuenta un aumento de los ingresos por trabajador de hasta el 1% en 2010; entre el 1% y el 2% en 2011; y entre el 1,5% y el 2,5% en 2012. Esta negociación debe tener en cuenta el objetivo de inflación establecido por el Banco Central Europeo (BCE), que está en el 2%. Además, dentro de la vigencia de ese pacto, cualquier incremento salarial debe priorizar el mantenimiento del empleo y tener en cuenta la situación económica de cada empresa. No se dice nada sobre la productividad de forma explícita, pero sí indica que los aumentos en el sueldo debe ser "objetivos".
VUELVEN LOS TEMORES
A principios del mes de mayo, fuentes próximas al Ministerio de Economía y Hacienda señalaron a Xornal de Galicia que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero estaba preparando un nuevo ajuste en el sueldo de los funcionarios de unos "4.000 millones de euros" y que podría afectar a las pagas extra. Las mismas fuentes aludieron a unos cálculos hechos por el Ejecutivo y remitidos a Bruselas en el marco del Programa de Estabilidad de 2011-2014. En ese documento se indica que, además del ahorro generado por la congelación de las nóminas públicas y de la aplicación de la tasa de reposición dle 10%, sería "necesario" mantener un "esquema de moderación salarial aplicado al conjunto de las Administraciones Públicas". Esta última media haría que la reducción del gasto hasta 2013 fuera de 1,5 puntos porcentuales sobre el PIB (15.000 millones de euros), que recaerían especialmente sobre los empleados públicos.
Días después, el departamento que dirige Elena Salgado desmintió esas filtraciones alegando que "ni ha considerado, ni está considerando, ni hay previsión de hacerlo, medida alguna que pueda suponer un recorte salarial para el personal, tanto funcionario como laboral". Entonces había unas elecciones municipales a la vuelta de la esquina y las fuentes consultadas señalaron que un anuncio así no interesaba. En noviembre hay elecciones generales, pero las dudas sobre la recuperación económica mundial y la crisis de deuda podrían descartar la estrategia aplicada hace unos meses.